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Ciudad de México (Lunes, 11-07-2016, Gaudium Press) México es un país de grandes sorpresas en materia de fe. Por lo menos así quedó demostrado con la reproducción de la Capilla Sixtina que se presenta en la Capital desde junio pasado. Un grupo interdisciplinar se puso en la tarea de reproducir con fotografías una de las más grandes obras de arte del Vaticano. El principal objeto de esta iniciativa fue acercar esta gran obra -testigo de innumerables conclaves- a las personas que no tienen la posibilidad de viajar a Europa.
En una entrevista difundida por ‘Desde la Fe’ y publicada por SIAME -medios de comunicación de la Arquidiócesis de México-, Javier Díaz, uno de los coordinadores del proyecto, se refirió al gran alcance de esta iniciativa, que muy pronto estará en otros estados mexicanos: «A 18 días de su apertura, hemos dado recorrido a 233,912 personas; la asistencia promedio, de lunes a viernes, es de 20 mil personas, mientras que los sábados la cifra ha llegado a las 26 mil personas. El primer fin de semana la exhibición superó las 50 mil visitas».
La reproducción a tamaño real de la invaluable capilla -que reúne de manera única arte y fe-, está situada en la Plaza de la República de Ciudad de México a pocos metros del Monumento de la Revolución. Contó con el trabajo integrado de arquitectos, fotógrafos, ingenieros, escultores y escenógrafos, todos mexicanos, bajo la batuta de Antonio Berumen, Director General de la Capilla Sixtina en México.
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| «Los frescos que aquí contemplamos nos introducen en el mundo de los contenidos de la Revelación»: San Juan Pablo II. |
«Es una de las obras más grandes del mundo, por su tamaño y por el simbolismo que esta representa; por ser un lugar que entrelazan arte y fe para concebir una de las mayores expresiones artísticas del espíritu humano. Los frescos que decoran su cúpula son de uno de los más grandes artistas de todos los tiempos: Miguel Ángel Buonarroti, y son un legado a las generaciones, para dejarnos en una sinfonía pictórica: el Génesis, el principio de la humanidad, y el Juicio Final. También participaron otros grandes de la pintura como: Perugino, Botticelli, Ghirlandaio, Signorelli y Roselli, de ahí la gran demanda y el interés del público», subrayó Díaz.
Las imágenes reproducidas son propiedad del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, representado en México por la Nunciatura Apostólica. Todo el proyecto, tal como contó Díaz, tuvo un costo aproximado de 2 millones 400 dólares.
La buena noticia es que permanecerá en Ciudad de México hasta el 24 de julio, y después se llevará a otras ciudades del país. «Esto es para todos los mexicanos sin importar su estatus socioeconómico», agregó el coordinador, tras comentar que se espera sea vista por más de 50 millones de personas.
La Capilla Sixtina debe su nombre al Papa Sixto IV, quien mandó reestructurar la antigua Capilla Magna. San Juan Pablo II en abril de 1994, cuando se concluyeron los trabajos de restauración del Juicio Universal, recalcó el carácter sagrado de este lugar: «Los frescos que aquí contemplamos nos introducen en el mundo de los contenidos de la Revelación. Las verdades de nuestra fe nos hablan desde cada lugar. De ellas, el genio humano ha sacado la inspiración empeñándose en revestirlas de formas de una belleza inigualable».
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Con información de SIAME y Vatican.va.
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