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Irbil – Irak (Lunes, 11-07-2016, Gaudium Press) Una frase influyó a las autoridades religiosas de la diócesis de Irbil, en Irak para llevar adelante el proyecto de edificación de una «Casa de la Misericordia»:
«Sería bueno que como recuerdo de este Jubileo permaneciese en cada diócesis un monumento vivo, una obra estructural de misericordia: una escuela, un hospital, un hogar de ancianos, un centro de rehabilitación para personas solitarias y abandonadas.»
Estas palabras fueron pronunciadas de improviso por el Papa Francisco el pasado 2 de abril, al final de la homilía hecha durante la vigilia jubilar en la Fiesta de la Divina Misericordia.
Inspirándose en esas palabras del Santo Padre que reflejan la tradición milenaria de la Iglesia de practicar todas las obras de misericordia junto a los necesitados, en cualquier lugar y situación, el pasado martes 5 julio, en la ciudad de Irbil, fue colocada la piedra fundamental de una «Casa de la Misericordia», una edificación que la arquidiócesis caldea local construirá para acoger ancianos.
La arquieparquía de Irbil, localizada en Irak, tiene al frente un padre redentorista y obispo católico iraquí caldeo desde el 24 de mayo de 2010.
Durante la ceremonia que marcó el inicio real del nuevo proyecto diocesano estaban presentes Mons. Bashar Warda, junto con representantes de instituciones civiles y religiosas del lugar.
La «Casa de la Misericordia», de acuerdo con fuentes oficiales del Patriarcado caldeo, será construida en terrenos pertenecientes a la Iglesia caldea en Ankawa, suburbio de Irbil habitado principalmente por cristianos, donde están refugiados todavía millares de cristianos venidos de pueblos de la Planicie. (JSG)
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