martes, 23 de abril de 2024
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Jóvenes de Turín peregrinan hasta Asís e inician los festejos por el patrono de Italia

Asís (Lunes, 03-10-2016, Gaudium Press) Este 4 de octubre la Iglesia en Italia se une para una celebración muy especial: la festividad de San Francisco de Asís, Patrono de la nación europea. Con ocasión de esta festividad cada año una región italiana es invitada a entregar como ofrenda el aceite para la luz que arde e ilumina sobre la tumba de San Francisco. En esta oportunidad será la región del Piamonte italiano que hará la simbólica ofrenda de la lámpara votiva.

Es por ello que la diócesis de Turín, perteneciente a esta región italiana, organizó este 1º y 2 de octubre una peregrinación hasta Asís, con la participación de adolescentes y jóvenes. El epicentro de la romería, organizada por la Pastoral Juvenil diocesana y regional, ha sido la marcha nocturna celebrada en la noche del pasado sábado con la participación de cientos de jóvenes peregrinos. «Con el óleo de la alegría», fue el tema de este evento, y «8500 pasos… el amor que nunca muere», su lema.

«8500 pasos, esos son los pasos necesarios para completar todo el recorrido que en este año, en el que se celebran los 800 años del Perdón de la Porciúncula y el Jubileo de la Misericordia, se hará a partir de la experiencia de Francisco, hombre plenamente reconciliado, que ha hecho que hoy consigamos el perdón y la misericordia de Dios y de los hermanos», dice la Diócesis de Turín en nota de prensa.

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Tumba de San Francisco de Asís. Donde permanecerá la lámpara iluminada, ofrenda de la región del Piamonte italiano / Foto: Gustavo Kralj – Gaudium Press.

Durante la peregrinación, jóvenes y adolescentes turineses realizaron un interesante recorrido para recordar la muerte y tránsito al cielo de San Francisco de Asís. Comenzaron desde la Porciúncula, pasaron luego por la iglesia de San Damián e ingresando finalmente a la tumba de San Francisco, donde justamente permanecerá la lámpara encendida con el óleo ofrenda de la región del Piamonte.

Asimismo, participaron de una catequesis que ofreció Alceo Grazioli, Fraile de la Tercera Orden Regular de San Francisco y profesor de la Pontificia Universidad Antonianum, con el tema de la misericordia y del aniversario del Perdón de Asís que se celebra este año. Igualmente estuvieron presentes en una jornada de oración en silencio celebrada en la Basílica de San Francisco. La peregrinación de los jóvenes turineses culminó el domingo 2 tras una celebración Eucarística.

Los homenajes al Patrono de Italiana tendrán este lunes 3 como epicentro la celebración de las primeras vísperas del «Tránsito de San Francisco», y la vigilia de oración con procesión de antorchas. Ya el 4 de octubre se celebrarán en la Porciúncula de Asís sucesivas Eucaristías en honor al santo patrono de Italia.

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Vista nocturna de Asís / Foto: Gaudium Press.

Precisamente, el «Tránsito de San Francisco de Asís» se vive de modo muy especial en Asís. Allí se recuerda aquel atardecer del 3 de octubre de 1226 cuando el santo italiano falleció ante los ojos de sus hermanos frailes.

Este momento final de la vida de San Francisco es bien descrito en lo que se conoce como la Leyenda Mayor de San Buenaventura. Así se relata:

Acercándose, por fin, el momento de su tránsito, hizo llamar a su presencia a todos los hermanos que estaban en el lugar y, tratando de suavizar con palabras de consuelo el dolor que pudieran sentir ante su muerte, los exhortó con paterno afecto al amor de Dios. Después se prolongó, hablándoles acerca de la guarda de la paciencia, de la pobreza y de la fidelidad a la santa Iglesia romana, insistiéndoles en anteponer la observancia del santo Evangelio a todas las otras normas.

Sentados a su alrededor todos los hermanos, extendió sobre ellos las manos, poniendo los brazos en forma de cruz por el amor que siempre profesó a esta señal, y, en virtud y en nombre del Crucificado, bendijo a todos los hermanos tanto presentes como ausentes. Añadió después: «Estad firmes, hijos todos, en el temor de Dios y permaneced siempre en él. Y como ha de sobrevenir la prueba y se acerca ya la tribulación, felices aquellos que perseveraren en la obra comenzada. En cuanto a mí, yo me voy a mi Dios, a cuya gracia os dejo encomendados a todos».

Concluida esta suave exhortación, mandó el varón muy querido de Dios se le trajera el libro de los evangelios y suplicó le fuera leído aquel pasaje del evangelio de San Juan que comienza así: Antes de la fiesta de Pascua (Jn 13,1). Después de esto entonó él, como pudo, este salmo: A voz en grito clamo al Señor, a voz en grito suplico al Señor, y lo recitó hasta el fin, diciendo: Los justos me están aguardando hasta que me des la recompensa (Sal 141).

Cumplidos, por fin, en Francisco todos los misterios, liberada su alma santísima de las ataduras de la carne y sumergida en el abismo de la divina claridad, se durmió en el Señor este varón bienaventurado.

Nota relacionada:
¿Cómo obtener la Indulgencia del Perdón de Asís?

De la redacción de Gaudium Press, con información de la Diócesis de Turín y Fratefancesco.org.

 

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