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Puerto Alegre – Río Grande del Sur (Miércoles, 05-10-2016, Gaudium Press) El último domingo de septiembre, millares de romeros de la reconciliadora de los pecadores, Nuestra Señora de la Salette, de los estados del sur del Brasil, participaron de la 81ª Romería Interestatal en el Santuario de Marcelino Ramos.
En la ocasión, la Romería recordaba los 170 años de las apariciones de la Virgen Santísima en las montañas de la Salette, en Francia, y los 100 años de la revista Salette, de los misioneros saletinos en Brasil.
Durante la caminata, los fieles fueron invitados a contemplar y transmitir la Misericordia del Padre por las lágrimas de María Santísima, en medio al Jubileo Extraordinario de la Misericordia convocado por el Papa Francisco.
Ya por la mañana, hubo misas diversas en el interior del Santuario. Después de la ceremonia en la Iglesia San Juan Bautista, en el centro de la ciudad, fue realizada la procesión con destino a la explanada del altar campal.
Al llegar al lugar, los fieles acompañaron una misa presidida por el obispo de Erechim, Mons. José Gislon, y concelebrada por el secretario de la coordinación provincial de los saletinos, por el vicario general diocesano, Padre Dirceu Balestrin, por el superior de los misioneros de la Sagrada Familia, Padre Jandir Haas, y por otros tres sacerdotes saletinos.
En su homilía, Mons. Gislon recordó que el actual Año Santo de la Misericordia proclama la ternura, la compasión y el perdón de Dios e invita a vivir de forma nueva. Además, afirmó tener la certeza de que todos los romeros cargaban en el corazón el deseo de fortalecer la Fe por la ternura de la Madre de Jesús, la Señora de la Salette, pero también las lágrimas que marcaron la vida de ella en la pasión y muerte de su Hijo Jesús.
Todavía, el obispo de Erechim alertó que no se puede vivir la belleza de la vida lejos del amor misericordioso de Dios y recomendó que los fieles buscasen la reconciliación, asegurando que lo más importante es la misericordia.
Concluyendo, el prelado deseó a todos «que María santísima, Señora de la Salette, nos ayude siempre a confiar en el amor y la misericordia del Padre, incluso cuando las lágrimas del amor y el dolor estén presentes en nuestros ojos y nuestro corazón».
Antes de la bendición final, Mons. José bendijo los objetos de devoción de los fieles y agradeció a los misioneros saletinos por su presencia y acción pastoral en la Diócesis de Erexim y por el cultivo de la devoción a María Santísima, la Señora de la Salette.
La programación de la romería continuó con la celebración de la misa de la salud seguida de bendición e imposición de las manos a los fieles.
Al final, en el altar campal, hubo la oración del rosario meditado, bendición con el Santísimo Sacramento y despedida de los romeros. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la CNBB
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