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Ciudad del Vaticano (Jueves, 15-12-2016, Gaudium Press) Fue anunciado por la Penitenciaría Apostólica el reconocimiento por el Papa Francisco del Año Jubilar, en curso en Brasil. Además de confirmar el Año Nacional Mariano, fue anunciado que el Papa concede indulgencia a los fieles que «verdaderamente penitentes e impulsados por la caridad» visiten en forma de peregrinación la Basílica del Santuario Nacional de Nuestra Señora Aparecida, en Aparecida, o cualquier iglesia parroquial brasileña dedicada a la patrona de Brasil.
El Año Nacional Mariano fue establecido por la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (CNBB), como un tiempo para celebrar, hacer memoria y agradecer los 300 años del encuentro de la imagen de Nuestra Señora de la Concepción, en el río Paraíba del Sur.
Después de aprobado por la 54ª Asamblea General de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB), el Año Nacional Mariano tuvo su inicio el día 12 de octubre (Fiesta de Nuestra Señora Aparecida) de este año y va hasta el día 11 de octubre de 2017.
Pedido de Concesión de Indulgencia
La Indulgencia Plenaria que ahora el Papa concede es fruto de un «pedido de concesión de la indulgencia durante el Año Nacional Mariano» que fue hecho por el arzobispo emérito de Aparecida (SP), cardenal Raymundo Damasceno Assis.
En la justificación usada para solicitar la concesión, el cardenal explicó que durante el Año Jubilar Mariano, la Iglesia realizará por el territorio nacional «varias celebraciones sagradas y peregrinaciones en honra de la celeste Patrona de Brasil, no solo en la Basílica Nacional Santuario de Aparecida, sino también en todas las iglesias parroquiales dedicadas en su honra». Y esto será realizado con la intención de hacer que crezca en los fieles el «piadoso afecto para con la ‘Virgen Aparecida’ y así se tornen más fuertes en los veneradores de Ella la fe, la esperanza y la caridad, y ellos mismos, rehechos por los sacramentos, sean más y más estimulados a conformar la vida al Evangelio».
Para alcanzar la Indulgencia Plenaria
Fueron divulgadas también las normas establecidas para que se pueda alcanzar la indulgencia plenaria concedida por el Papa Francisco durante el Año Mariano.
Serán necesarias las condiciones habituales establecidas por la Iglesia: la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración en la intención del Santo Padre, el Papa.
El documento enviado por el Supremo Tribunal de la Curia Romana resalta que la remisión de las penas será concedida «a los fieles verdaderamente penitentes e impulsados por la caridad, si en forma de peregrinación visitan la basílica de Aparecida o cualquier Iglesia parroquial de Brasil, dedicada a Nuestra Señora Aparecida».
Además queda establecido que la Indulgencia puede ser concedida a aquellos que «devotamente participen de las celebraciones jubilares o de promociones espirituales o al menos, por un conveniente espacio de tiempo, eleven humildes preces a Dios por María».
Queda establecido que para obtener la Indulgencia Plenaria debe recitarse el Símbolo de la Fe, e invocar a la Beata María Virgen, en favor de la fidelidad de Brasil a la vocación cristiana, impetrando vocaciones sacerdotales y religiosas y en favor de la defensa de la familia humana.
Qué es la Indulgencia
«La indulgencia es la remisión, delante de Dios, de la pena temporal debida por los pecados ya perdonados cuanto a la culpa. El fiel bien-dispuesto obtiene esta remisión, en determinadas condiciones, por la intervención de la Iglesia que, como dispensadora de la redención, distribuye y aplica, por su autoridad, el tesoro de las satisfacciones (esto es, de los méritos) de Cristo y de los santos», conforme dice la Constitución Apostólica Indulgentarium doctrina, Normae I: AAS 59 (1967) 21, del Pontificado de Pablo VI.
Otras normas y recomendaciones
El documento enviado por el organismo del Vaticano establece también una condición especial para la obtención de las indulgencias por los devotos fieles impedidos de hacer su peregrinación por causa de una edad avanzada o por grave enfermedad.
Igualmente podrán obtener la Indulgencia si «asumido el rechazo de todo pecado, y con la intención de cumplir donde en primer lugar sea posible las tres condiciones, espiritualmente se dediquen delante de alguna pequeña imagen de la Virgen Aparecida, las funciones o peregrinaciones jubilares, ofrendando sus preces y dolores al Dios misericordioso por María».
Los sacerdotes a los cuales está confiado el cuidado pastoral de la basílica de Aparecida y los párrocos de las parroquias que poseen el título de Nuestra Señora Aparecida deberán «con ánimo listo y generoso» ofrecerse para la celebración de la Penitencia y muchas veces administrar «la Sagrada Comunión a los enfermos», conforme orienta el documento de la Penitenciaria Apostólica. (JSG)
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