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Almería (Miércoles, 08-02-2017, Gaudium Press) El Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presidirá en Almería, España, la ceremonia de Beatificación de 115 mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España, entre quienes se encuentra Emilia Fernández, la primera beata gitana de la historia. La lista de mártires se compone de 95 sacerdotes, 20 laicos y 2 mujeres, cuyo reconocimiento de martirio fue realizado por el Papa Francisco el 14 de junio de 2016.
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| Rueda de Prensa de anuncio de la fecha de la Beatificación de los 115 mártires de Almería. Foto: obispadod e Almería. |
La fecha de la Beatificación, el próximo 25 de marzo, fue dada a conocer por el Obispado de Almería el pasado 04 de febrero en una rueda de prensa en la casa sacerdotal Maestro Ávila. Mons. Adolfo González Montes, Obispo de Almería presidió la presentación junto al Vicario General, P. Miguel Romera, y el delegado diocesano para las Causas de los Santos, P. José Juan Alarcón.
«Un Mártir es aquel al que se le arrebata la vida por la fe: los mártires de Almería forman parte de los Mártires del siglo XX en España: no estuvieron implicados en política, no empuñaron armas, no eran de ningún bando», explicó Mons. González Montes. «Las guerras tienen caídos; las represiones políticas tienen víctimas; las persecuciones religiosas tienen Mártires».
La nueva Beata, Emilia Fernández Rodríguez, nació en las cuevas de Tíjola, lugar donde vivía la comunidad gitana local, y se dedicó a la fabricación de canastas de mimbre desde temprana edad, actividad con la cual se sostenía su familia y por la cual sus manos conservaban muchas cicatrices. En 1938 contrajo matrimonio en el rito gitano y fue apresada por encubrir a su esposo, quien evadía el servicio militar. En prisión conoció a un grupo de mujeres católicas de quienes aprendió la fe y el rezo del Santo Rosario.
Cuando la directora de la cárcel descubrió que Fernández rezaba el Santo Rosario la presionó para que revelara la identidad de su catequista y la envió a una celda de aislamiento por su negativa. A pesar de estar en avanzado estado de embarazo no obtuvo que el gobernador civil le indultara la pena y tuvo que dar a luz en prisión, bautizando a su hija ese mismo día. A causa de una grave complicación fue llevada al hospital pero a los pocos días fue devuelta a prisión sin explicación alguna y sin que el gobernador accediera a una nueva petición. Falleció en prisión el 25 de enero de 1939 y enterrada en una fosa común.
Con información de Obispado de Almería, ACI y La Voz de Almería.
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