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Redacción (Lunes, 14-08-2017, Gaudium Press) Recientemente salió a la luz el testimonio del médico francés y Premio Nobel en Medicina, Luc Montagnier, conocido por haber descubierto el virus del VIH, y también por llamarse agnóstico, quien dijo sorprendentemente que en los milagros de Lourdes «hay algo inexplicable».
Tal opinión del científico, y también exdirector del Instituto Pasteur, quedó registrada en el libro «Le Mointe el le Nobel» -«El Monje y el Nobel»-, que recoge los diálogos entre Montagnier y el monje cisterciense Michael Nissaut sobre el futuro del planeta y la erradicación de enfermedades crónicas; diálogos que fueron citados por Religión en Libertad.
De las conversaciones justamente llamó la atención que un científico no creyente, al abordar el tema de las curaciones milagrosas ocurridas en el Santuario de Lourdes, se refiriese a ellas como inexplicables:
«Cuando un fenómenos es inexplicable, si realmente existe, no hay necesidad de negar nada», afirma Montagnier en la conversación, para luego asegurar que «en los milagros de Lourdes hay algo inexplicable».
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| Desde las apariciones de Nuestra Señora a Santa Bernardita en 1858 hasta nuestros días se han registrado más de 7 mil curaciones inexplicables en Lourdes / Foto: Paulo Mikio. |
Una opinión que para muchos es un ejemplo de coherencia en el mundo de la ciencia, que el mismo Nobel de Medicina recalca llamando la atención a algunos de sus colegas: «Muchos científicos cometen el error de rechazar lo que no entienden. No me gusta esta actitud. A menudo cito la frase del astrofísico Carl Sagan: ‘La ausencia de prueba, no es prueba de ausencia'».
El libro menciona que el científico estudió varios milagros de Lourdes, y que por eso afirma creer que son inexplicables: «No me explico estos milagros, pero reconozco que son curaciones que no están incluidos en el estado actual de la ciencia».
Montagnier también reconoce la importante labor que la Iglesia ha ejercido en el cuidado y acompañamiento de los enfermos, especialmente los de VIH, tema que él conoce muy bien al ser el descubridor del mortal virus: «Las órdenes religiosas cristianas han jugado un papel muy positivo en el cuidado de los enfermos. Reconozco que, en el ámbito de la atención hospitalaria, la Iglesia ha sido pionera».
Afirma que en los años de investigación del virus, sobre todo en los primeros, vio cómo a menudo la fe y la cercanía de la Iglesia ayudaba a los enfermos a hacer frente a la enfermedad, sobre todo a no sentirse abandonados. «Es a través de esta experiencia por lo que siempre he reconocido la contribución pionera e inestimable de la Iglesia en el campo de la atención hospitalaria», subraya.
Desde las apariciones de Nuestra Señora a Santa Bernardita en 1858 hasta nuestros días se han registrado más de 7 mil curaciones inexplicables en Lourdes, no en vano es uno de los santuarios marianos más reconocidos en el mundo, junto con Fátima en Portugal, y el de la Virgen de Guadalupe en México.
Ver también:
Lourdes: manantial milagroso
Con información de Religión en Libertad.
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