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Washington (Viernes, 27-10-2017, Gaudium Press) El Vicepresidente de Estados Unidos, Michael R. Pence, anunció el pasado 25 de octubre un cambio en las políticas de ayuda del país hacia las comunidades de cristianos afectados por el genocidio en su contra en Medio Oriente. En lugar de enviar las ayudas a través de organizaciones multilaterales, los fondos de USAID serán canalizados a través de la Iglesias y las organizaciones caritativas de identidad religiosa. La administración responde de esta forma al problema de la ausencia de registros de cristianos en campamentos de refugiados en los cuales son minoría.
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| Cristianos perseguidos en el norte de Irak. Foto: Christian Aid Program |
«Desde este día en adelante, América proveerá apoyo directamente a las comunidades perseguidas a través de USAID», anunció el funcionario en la cena de solidaridad «En Defensa de los Cristianos» en Washington. «No vamos a depender de las Naciones Unidas únicamente para asistir a los cristianos perseguidos y minorías ante el genocidio y las atrocidades de grupos terroristas». El Vicepresidente indicó que las organizaciones religiosas poseen registros fiables y arraigo en las comunidades, mientras que padecen la ausencia de recursos que no les proveen los organismos multilaterales. «Esos días acabaron. Este es el momento, y América apoyará a este pueblo en su hora de necesidad».
Las quejas de los cristianos sobre maltratos sufridos en campamentos de refugiados y el temor de infiltración de yihadistas en los mismos, lleva a los cristianos a abstenerse de beneficiarse de los servicios ofrecidos a quienes huyen de la violencia. De acuerdo a fuentes eclasiásticas consultadas por el informativo Crux, una gran cantidad de refugiados depende exclusivamente de la Iglesia, apoyada a través de organizaciones como Ayuda a la Iglesia Necesitada. Hasta el momento no se ha contado para esta labor con fondos asignados por las Naciones Unidas o el gobierno de Estados Unidos.
La decisión gubernamental es una de las consecuencias del reconocimiento por parte de la Secretaría de Estado de Estados Unidos del delito de genocidio cometido en contra de los cristianos y otras minorías religiosas en Medio Oriente. Para lograr ese reconocimiento, la organización fraternal católica Caballeros de Colón llevó a cabo una campaña de información a nivel nacional e internacional sobre la gravedad de los hechos de violencia en contra de las comunidades cristianas, la cual buscaba habilitar canales de ayuda para los creyentes que sufren persecución. «Estamos complacidos de que esta noche la administración ha prometido hacer justamente eso», comentó el Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, Carl Anderson. «La esperanza que este anuncio dará a los cristianos en Medio Oriente y el impacto de vida real que tendrá en la supervivencia de las comunidades minoritarias amenazadas no puede ser subestimado».
Con información de Crux.
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