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Tras casi cinco meses en que los templos en Colombia han permanecido cerrados, ayer los obispos de Bogotá publicaron comunicado.
Catedral de Bogotá
Redacción (28/08/2020 10:44, Gaudium Press) Tras casi cinco meses en que los templos en Colombia han permanecido cerrados, el comunicado publicado en el día de ayer por los obispos de las diócesis urbanas de Bogotá, el Arzobispo Castrense y el Exarca maronita parece decir un ‘ya es hora’.
Los protocolos de bioseguridad ya fueron aprobados por el gobierno
La comunicación, dirigida a las autoridades nacionales y la alcaldesa de Bogotá, establece el deseo de reabrir los templos el próximo martes 1 de septiembre, anunciando la implementación rigurosa de protocolos de bioseguridad “aprobados por el Gobierno Nacional para el sector religioso, mediante la resolución No. 1120 del 3 de julio de 2020”.
Aunque ya, desde el 1ro. de septiembre, y por disposición del gobierno, termina la cuarentena e inicia lo que se ha llamado aislamiento selectivo, la alcaldía de Bogotá en decreto conocido el pasado miércoles, afirmaba que las iglesias no podían abrir el próximo 1ro., y que las misas o celebraciones religiosas solo se podrían realizar en espacios abiertos.
Sobre este último particular también se refiere el comunicado de los obispos de Bogotá: “En conciencia estimamos que la reapertura de los templos, bajo los protocolos de bioseguridad arriba mencionados, no genera condiciones de riesgo superiores a las de otros sectores cuya apertura ya fue aprobada. Nuestras iglesias son construcciones que tienen alturas y volúmenes suficientemente amplios; suelen ser en muchos barrios y sectores de la ciudad las instalaciones locativas más grandes, confortables y aireadas”. Además, “todas las parroquias cuentan con un número importante de voluntarios que pueden colaborar eficazmente en la implementación de las normas de bioseguridad en las iglesias”, aseguran los prelados.
La decisión de reabrir templos no está en manos de la alcaldía
Si los alcaldes de municipios con alta afectación por coronavirus quieren restringir ciertas actividades ya autorizadas por el último decreto ministerial, deben ser “justificadas y comunicadas al Ministerio del Interior, y deberán ser autorizadas por esta entidad”, estableció el gobierno.
Además de hacer un llamado a la responsabilidad personal, ofrecer su colaboración para la superación de la crisis, recalcar la importancia de la celebraciones comunitarias para la salud integral de los fieles, los obispos también recuerdan en su comunicación a las autoridades que ya “la Iglesia ha jugado un papel fundamental en la crisis que estamos enfrentando”, y ponen como ejemplo de esta labor “la asistencia psicosocial – espiritual a las personas”, la asistencia nutricional a los más vulnerables, con la donación de más de un millón de mercados “y cerca de diecisiete millones de kilos en productos alimenticios, distribuidos por el Banco Arquidiocesano de Alimentos” de Bogotá. Destacan igualmente que la Iglesia ha observado fielmente las disposiciones nacionales y locales en lo referente a la pandemia.
Firman la comunicación Mons. Luis José Rueda, Arzobispo de Bogotá, Mons. Juan Vicente Córdoba, Obispo de Fontibón, Mons. Francisco Nieto, Obispo de Engativá, Mons. Daniel Falla, Obispo de Soacha, Mons. Fabio Suescún, Obispo Castrense, y Mons. Fadi Bou Chebl, Exarca Maronita, además de los dos obispos auxiliares de Bogotá Mons. Luis Manuel Alí y Mons. Pedro Salamanca.
La comunicación se da en medio de un auge de tutelas
La comunicación de los obispos se da en un ambiente donde numerosos ciudadanos comienza a recurrir a la justicia exigiendo se les permita ejercer su libertad religiosa, entre otras razones.
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