viernes, 19 de abril de 2024
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Debemos redescubrir a Cristo como Maestro de Oración, dijo el Papa

En la audiencia general el Pontífice continuó su enseñanza sobre la oración.

Papa Francisco

Ciudad del Vaticano (04/11/2020 13:02, Gaudium Press) En la continuación de sus catequesis sobre la oración, en la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Papa siguió profundizando en la materia.

Jesús, aunque vivía en oración constante por su unión hipostática con la Trinidad, dio continuamente a los hombres ejemplos de oración. Los Evangelios lo muestran retirándose a lugares apartados a orar. Nunca sus labores de apostolado impidieron que él se retirase a rezar.

En Cafarnaún, cura los enfermos que le eran llevados para sanar. Pero antes del alba, se retira a un lugar solitario a rezar: “¡Todos te buscan!”, le dicen los discípulos. Pero Él responde: “Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido” (cfr Mc 1, 35-38).

El ejemplo del Señor en materia de oración, debe iluminar nuestra vida.

Un día vivido sin oración corre el riesgo de transformarse en una experiencia molesta, o aburrida: todo lo que nos sucede podría convertirse para nosotros en un destino mal soportado y ciego. Jesús sin embargo educa en la obediencia a la realidad y por tanto a la escucha. […]La oración tiene el poder de transformar en bien lo que en la vida de otro modo sería una condena; tiene el poder de abrir un horizonte grande a la mente y de agrandar el corazón”, dijo Francisco.

La oración es un arte que requiere disciplina, dijo Francisco

La oración es un arte que requiere perseverancia, señaló el Papa: “Una oración perseverante produce una transformación progresiva, hace fuertes en los períodos de tribulación, dona la gracia de ser sostenidos por Aquel que nos ama y nos protege siempre”.

La oración, la vida interior, nos da la fuerza para ver la realidad como ella es. Sin vida interior, huimos de la realidad: “Sin vida interior nos convertimos en superficiales, inquietos, ansiosos… ¡la ansiedad cuánto mal nos hace! Sin vida interior huimos de la realidad, y también huimos de nosotros mismos, somos hombres y mujeres siempre en fuga”.

La oración también “nos ayuda a encontrar la dimensión adecuada, en la relación con Dios, nuestro Padre, y con toda la creación”.

Por último, “la oración es abandonarse en las manos del Padre”, como Jesús en el Huerto de los Olivos, cuando sumido en la angustia rezaba: «Padre, si es posible… pero que se haga tu voluntad”.

Es la oración un entregarse confiante y de forma absoluta en las manos de Dios:

“Abandonarse en las manos del Padre. Es bello, cuando estamos agitados, un poco preocupados y el Espíritu Santo nos transforma desde dentro y nos lleva a este abandono en las manos del Padre: ‘Padre, hágase tu voluntad’.”

El Papa pidió que el Señor “nos ayude a redescubrirlo —a través de la lectura orante y cotidiana del Evangelio— como maestro de oración”, a disponernos a aprender en su escuela.

“Así encontraremos la alegría y la paz, que solamente Él nos puede dar.”

Con información de Vatican News

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