Menú 
En el ángelus dominical, el Pontífice meditó sobre la salvación, que requiere nuestra conversión, en el corto tiempo de nuestra vida.
Ciudad del Vaticano (25/01/2021 09:25, Gaudium Press) En el Ángelus de ayer, el Papa reflexionó sobre el texto evangélico de San Marcos: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el Evangelio”.
“Jesús no usaba medias palabras” expresó el Pontífice; verdaderamente “es un mensaje que nos invita a reflexionar sobre dos temas esenciales: el tiempo y la conversión”.
Sobre el tiempo y la conversión
El tiempo es principalmente aquel en que se operó la salvación de la humanidad con la encarnación del Verbo. Pero también es nuestro tiempo, es decir, nuestra vida que es el espacio dado por Dios para que esa salvación se aplique a cada uno de nosotros.
Nuestra “salvación no es automática”, señaló Francisco.
“La salvación es un don de amor, y como tal, ofrecido a la libertad humana, siempre que se habla de amor, se habla de libertad, el amor sin libertad no es amor, puede ser interés, miedo, tantas cosas, pero el amor es siempre libre” y siendo libre – dijo – “requiere una respuesta libre: requiere la conversión”. Para el Papa conversión significa “cambiar de mentalidad y cambiar de vida: no seguir más los modelos del mundo, sino el de Dios, que es Jesús”. El Pontífice explica además que “es un cambio decisivo de visión y de actitud”, pues el pecado y en concreto “el de la mundanalidad” trajo al mundo una mentalidad “que tiende a la afirmación de uno mismo contra los demás, e incluso contra Dios”.
Necesitamos de Dios, de su gracia
Al pecado, y particularmente a la inoculación en nuestras almas del espíritu del mundo “se opone el mensaje de Jesús, que nos invita a reconocernos necesitados de Dios y de su gracia; a mantener una actitud equilibrada frente a los bienes terrenos; a ser acogedores y humildes con todos; a conocernos y realizarnos a nosotros mismos mediante el encuentro y el servicio a los demás”, expresó Francisco.
Para nosotros, el tiempo en el que podemos acoger la redención es breve, pues “es la duración de nuestra vida en este mundo”. Esta puede parecer larga, pero puede ser corta. Recordó el Papa cuando fue a dar sacramento a una persona anciana enferma: “En ese momento antes de recibir la eucaristía de la unción de los enfermos me dijo: se me ha pasado la vida, pensaba que era eterno pero me voló la vida. Así nos sentimos los ancianos, que la vida se va y vuela” dice el Papa.
El Pontífice invitó a “estar atentos” y “no dejar pasar a Jesús sin recibirlo”, pues tal y como decía San Agustín: “Tengo miedo de Dios cuando pasa, miedo de no reconocerlo y no acogerlo”. Convocó también a pedir a la Virgen María “que nos ayude a vivir cada día, cada momento, como tiempo de salvación en el que el Señor pasa y nos llama a seguirlo. Y nos ayude a convertirnos de la mentalidad del mundo a la del amor, que son fuegos artificiales, y del servicio”.
Con información de Vatican News
Deje su Comentario