martes, 16 de abril de 2024
Gaudium news > Cardenal Sarah: “La Iglesia no cambia, somos nosotros los que debemos cambiar”

Cardenal Sarah: “La Iglesia no cambia, somos nosotros los que debemos cambiar”

El cardenal Sarah explicó y desarrolló su pensamiento sobre diversos temas de actualidad, además de hablar sobre la crisis en la Iglesia.

Cardena Sarah

Redacción (24/09/2021 10:28, Gaudium Press) En una entrevista concedida a Cath.ch, el antiguo prefecto de la Congregación para el Culto Divino, Cardenal Robert Sarah habló sobre diversos temas de actualidad, así como de la crisis en la Iglesia y el mundo.

La religión católica es exigente”

Cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con el adjetivo “intransigente” que algunos le dan a menudo, el cardenal Sarah expresó: “Dios es exigente, porque el amor es exigente. Si se entiende intransigente en este sentido, estoy de acuerdo (…) La religión cristiana es exigente. No es fácil” y explicó que no se puede vivir la fe con frivolidad.

A pesar de haber dejado la Congregación para el Culto Divino a principios de año, el Cardenal explicó que su misión actual es confirmar a los fieles en la fe, a fin de que el objeto de la fe no mude. “El Evangelio sigue siendo válido, como lo fue para los Apóstoles, para los Padres de la Iglesia y para los santos a lo largo de la historia. Como cantamos cada Sábado Santo: ‘Cristo es el mismo ayer, hoy y eternamente’ ”.

La crisis actual y la tradición de la Iglesia

Sobre la reciente publicación de Benedicto XVI, el cardenal Sarah afirmó que comparte la misma visión del Papa emérito: la crisis actual es antropológica. “El ser humano cree que es capaz de inventarse a sí mismo, de crearse a sí mismo. No quiere depender de Dios”.

Cardena Sarah 2

Sobre la Tradición de la Iglesia, el purpurado explicó que Occidente ha olvidado la herencia (de la tradición) y que “un árbol sin raíces muere”; es necesario progresar teniendo en cuenta la historia y la tradición, a riesgo de caer en la anarquía.

Presunta animosidad contra Francisco

De las recientes declaraciones del Papa Francisco sobre no tener miedo a la libertad o la novedad, comentó: “Tienes que abrirte, pero permaneciendo el mismo. Si me abro a alguien, no debo desaparecer. Debo seguir siendo quien soy. Cristiano, sigo siendo cristiano”.

Sobre su supuesta animosidad contra Francisco, el Cardenal afirmó “Es una etiqueta que me pegan. Pero nadie encontrará una sola palabra o frase que yo haya dicho o escrito en su contra”.

La Iglesia no cambia, somos nosotros los que debemos cambiar”

Un tema extenso durante la entrevista fue si la Iglesia puede cambiar o no. Varias veces, el Cardenal dijo que no, la Iglesia Católica no cambia. A continuación se muestran algunos extractos:

No, la Iglesia no cambia. Ella nació del costado traspasado de Cristo en la Cruz. Nosotros somos los que debemos cambiar”.

El Vaticano II no dice que la Iglesia deba cambiar. Ella crece en número y santidad, pero no cambia lo que ella es, una extensión de Cristo”.

No importa cuál sea mi cultura, mi lugar de nacimiento, mi continente, mi fe en Jesucristo no cambia”.

Cuando el periodista le dice que los tradicionalistas lo ven como un “abanderado”, el cardenal Sarah respondió: “No, no soy un portavoz. Afirmo lo que la Iglesia Católica siempre ha creído y afirmado. Afirmo la doctrina y la enseñanza moral de la Iglesia”.

La liturgia es para Dios

Otro tema discutido fue la liturgia, el silencio y el latín. Así expresó el ex- prefecto de la Congregación para el Culto Divino:

Cuando un musulmán se prepara para sus oraciones realiza sus abluciones y se pone en un rincón en silencio y cuando termina, va a orar. ¿Qué hacen los sacerdotes? Se preparan en la sacristía hablando y continúan hablando durante la procesión de entrada”.

Es malo haber acabado con el latín”. “La lengua de la Iglesia, de la liturgia es el latín. Cuando estamos juntos entre africanos o con gente de otros continentes, el latín nos une y nos permite celebrar juntos”.

Acerca de la Misa, explicó: “A menudo [durante la Misa] solo hablamos. El sacerdote habla, habla, sin lugar para el silencio. En África tenemos muchos bailes, aplausos, pero ¿podemos bailar frente a un muerto? (…) La liturgia no es para el hombre, es para Dios”. (FM)

Deje su Comentario

Noticias Relacionadas