jueves, 18 de abril de 2024
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Cardenal Pell: documento sinodal es “popurrí”, hostil a la tradición, efusión tipo “Nueva Era”

Aún está caliente el cuerpo del recientemente fallecido Cardenal Pell, cuando su nota en The Spectator enciende el debate sobre el curso del actual sínodo.

Cardinal George Pell in 2012

Foto: Redemptoris Mater Seminary en Sidney, Wikipedia.

Redacción (12/01/2023 12:55, Gaudium Press) Aún está caliente el cuerpo del recientemente fallecido Cardenal George Pell, cuando ya su figura ocupa actualizados titulares por otras razones, como su artículo póstumo para el semanario inglés The Spectator, con el sugestivo título de La Iglesia Católica debe librarse ella misma de esta ‘tóxica pesadilla’ (The Catholic Church must free itself from this ‘toxic nightmare’) , donde afirma que el folleto que resume las discusiones de la primera etapa del sínodo de la sinodalidad, “es uno de los documentos más incoherentes que Roma ha emitido nunca”.

Expresa el purpurado fallecido que ese escrito, que lleva el título de Amplía el espacio de tu tienda, “no insta siquiera a los participantes católicos a hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:16-20), mucho menos a predicar al Salvador a tiempo y a destiempo (2 Timoteo 4:2)”, y que en él “la distinción entre creyentes y no creyentes es rechazada”, privilengiando más bien la escucha del “grito de los pobres y de la tierra”.

El documento, según la mente del perseguido purpurado australiano, mueve a que ya las “diferencias de opinión sobre aborto, contracepción, la ordenación de mujeres al sacerdocio y actividad homosexual” no sean objeto de posiciones definidas al interior de la Iglesia.

Hostilidad a la tradición apostólica

El texto Amplía el espacio de tu tienda, al que el Cardenal Pell califica también de “popurrí” y “efusión de buena voluntad de la Nueva Era”, “no es un resumen de la fe Católica o la enseñanza del Nuevo Testamento”, sino algo “incompleto, hostil en formas significativas a la tradición apostólica y en ninguna parte reconoce el Nuevo Testamento como la Palabra de Dios, normativa para toda enseñanza sobre la fe y la moral. Se ignora el Antiguo Testamento, se rechaza el patriarcado y no se reconoce la Ley Mosaica, incluidos los Diez Mandamientos”.

Resalta el Cardenal australiano que el relator general del Sínodo en curso, Cardenal jesuita Hollerich, “ha rechazado públicamente las enseñanzas básicas de la Iglesia sobre la sexualidad” y que esto ya siembra dudas sobre las conclusiones del mismo, particularmente en materias de enseñanza moral, las que deben aclararse, pues “los sínodos tienen que elegir si son servidores y defensores de la tradición apostólica sobre la fe y la moral, o si su discernimiento les obliga a afirmar su soberanía sobre la enseñanza católica”.

Dice el Cardenal que “por un margen enorme” los católicos practicantes “no respaldan los hallazgos del presente sínodo”, y que el mismo tampoco suscita “mucho entusiasmo en los niveles superiores de la Iglesia”.

El sínodo como se está desarrollando hasta el momento, profundiza “las divisiones”. “Los ex-anglicanos entre nosotros tienen razón al identificar la profundización de la confusión, el ataque a la moral tradicional y la inserción en el diálogo de la jerga neomarxista sobre la exclusión, la alienación, la identidad, la marginación, los sin voz, LGBTQ, así como el desplazamiento de nociones cristianas de perdón, pecado, sacrificio, curación, redención. ¿Por qué el silencio sobre el más allá de la recompensa o el castigo, sobre las cuatro últimas cosas; la muerte y el juicio, el cielo y el infierno?”, se pregunta.

“Los documentos de trabajo [ndr. como el escrito aludido] no forman parte del magisterio. Son una base para la discusión; para ser juzgados por todo el pueblo de Dios y especialmente por los obispos con y bajo el Papa. Este documento de trabajo necesita cambios radicales. Los obispos deben darse cuenta de que hay trabajo por hacer, en nombre de Dios, más temprano que tarde”, concluye el Cardenal Pell.

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