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Los fieles, sacerdotes y seminaristas llevaron un crucifijo a las calles para recordar el sentido del sufrimiento y orar por la paz.
Detroit (06/06/2020 23:20:30, Gaudium Press) Mons. Daniel Trapp, Profesor de Teología Sistemática en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón de Detroit y párroco de San Agustín y Santa Mónica, convocó, junto al párroco de St. Aloysius, P. Mario Amore, a los fieles de Detroit a salir a las calles en los días de protestas en Estados Unidos. Pero en lugar de expresar la indignación por medios violentos, los creyentes llevaron un crucifijo. Además de su testimonio público, los fieles oraron por la paz social y el fin del racismo.
Orar, la respuesta católica por la paz y la reconciliación
El primer día de oración en las calles fue el 03 de junio, y los presentes se unieron a una marcha local contra el racismo, rezando el Santo Rosario durante el recorrido. Al día siguiente, el Obispo auxiliar de Detroit, Mons. Donald Hanchon, presidió un Santo Rosario frente al Seminario Mayor del Sagrado Corazón. El domingo 07 de junio el Arzobispo de Detroit, Mons. Allen Vigneron, presidirá otro Santo Rosario en la Parroquia de Santa Ana.
El P. Amore afirmó a Detroit Catholic que la defensa de las víctimas de racismo hace parte del testimonio de fe. «Como católicos, creemos que cada persona está hecha a la imagen y semejanza de Dios», explicó. Para el Diácono Andrew Mabee, la presencia católica fue una oportunidad para compartir la fe con los ciudadanos presentes. «Una de las gracias de ser ordenado es que eres una presencia visible de Jesús en el mundo, y el alzacuellos lo hace un poco más público y obvio», comentó el aspirante al sacerdocio.
Además de los eventos de oración, la Arquidiócesis de Detroit organizó una mesa redonda para discutir el tema «Dignidad inherente: enseñanza católica y respuesta al pecado del racismo».
Con información de Detroit Catholic.
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