jueves, 28 de marzo de 2024
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‘Bullying’ mediático contra sacerdote que ofició misa y dio comunión en Popayán, Colombia

La información del noticiero Caracol contiene numerosas inexactitudes.

Popayán

Foto tomada del site de Noticias Caracol

Bogotá (17/07/2020 17:40, Gaudium Press) El pasado 15 de julio uno de los principales noticieros televisivos en Colombia, Noticias Caracol, daba el titular rimbombante: “Sacerdote ofició eucaristía sin tapabocas y entregó la comunión a los feligreses como si nada”. El P. Bernardo Londoño, párroco de la iglesia Santo Domingo, fue filmado mientras repartía la comunión a una fila de fieles en dicho templo.

En una iglesia de Popayán, Cauca, se vivió una situación bastante difícil de creer en medio de la pandemia del coronavirus Covid-19: un sacerdote fue grabado mientras realizaba la eucaristía sin ninguna medida de bioseguridad y, como si fuera poco, se le vio entregando las ostias (sic) en las bocas de los feligreses”, anunciaba la página web del noticiero. Poco después la página web de la Revista Semana, haciendo eco al reportaje de Caracol, titulaba también en términos altisonantes: “Indignación por misa sin protocolos y con entrega de hostias en Popayán”.

Inexactitudes en la información periodística

Al lado de los calificativos grandilocuentes impropios, del tonus ‘bastante difícil de creer’, son manifiestas las varias inexactitudes de las notas periodísticas que atacaban al P. Londoño. Por ejemplo, la propia grabación del noticiero muestra el alejamiento que los fieles mantenían entre sí durante el desarrollo de la eucaristía.

Efectivamente las “ostias” (hostias) eran entregadas a los fieles o en la boca o en la mano, según fuese su deseo. Sin embargo, los redactores de la nota de Caracol, al deplorar que se ofrezca la comunión en la boca del fiel, muestran desconocer la normatividad establecida para la reapertura de iglesias.

Es así que en el documento del Ministerio de Salud «Lineamientos para pilotaje en los municipios Salamina (Caldas) y Aguazul (Casanare) para aplicar las medidas de Bioseguridad y mitigar el riesgo de propagación del Covid-19 en el Sector Religioso – Iglesia Católica», se lee que “se recomienda dar la comunión depositando en la mano, evitando el contacto físico, e invitar a los fieles a recibirla con el amor y el respeto que exige la altísima dignidad de este sacramento”. Es, como se ve, una mera recomendación. Estas normas fueron consensuadas con la Conferencia Episcopal de Colombia, la que seguramente tornó presente a las autoridades civiles que para muchos fieles justamente la altísima dignidad de la Hostia consagrada los mueve a no recibir la comunión en la mano sino en la boca.

También habla la nota de Caracol de que se permitió en la misa en Popayán la “aglomeración de personas”, cuando claramente el video muestra que no había tal aglomeración sino muy por el contrario, muy poca asistencia de fieles. Por lo demás, el mismo noticiero Caracol ya había manifestado su inquietud con “posibles aglomeraciones” surgidas por la vuelta de las misas públicas, sin citar a quien le preocupaban las mencionadas aglomeraciones.  Por ello, dado el sesgo manifestado en este particular con el caso del Padre Bernardo Londoño, lo que parecería es que la inquietud del noticiero es con el simple hecho de que vuelvan las misas con fieles.

La iglesia del P. Londoño no está autorizada aún a misas públicas

La parroquia de Santo Domingo, donde ejerce su ministerio el P. Londoño, aún no está autorizada a abrir su espacio a misas con presencia de fieles. Esta es razón para que Mons. Iván Marín López, Arzobispo emérito de Popayán y en este momento obispo encargado de esa jurisdicción, haya dicho que avisará al sacerdote Londoño de que “no puede tener gente en la eucaristía y menos de modo abierto. Las iglesias deben estar cerradas”. Pero es claro que estas son medidas temporales mientras se normaliza la actividad religiosa en todo el país.

En ese sentido, desde el domingo pasado ya hay 54 municipios colombianos autorizados a abrir templos cumpliendo protocolos de bioseguridad, en una primera etapa rumbo a la normalización. 67 poblaciones más están tramitando esa autorización.

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