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Caracas (Viernes, 15-03-2019, Gaudium Press) El Arzobispo de Mérida, Venezuela, y Administrador Apostólico de Caracas, Cardenal Baltazar Porras, hizo una fuerte advertencia sobre la grave situación social que atraviesa el país, afirmando que quienes emplean la violencia y el odio para mantenerse en el poder «merecen el castigo humano y divino». El prelado hizo un balance de la reciente crisis energética que ha agravado las condiciones de la población y agradeció a quienes han trabajado para salvar las vidas de los más afectados en medio de la emergencia.
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| Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida, Venezuela. Foto: Arquidiócesis de Mérida. |
Los acontecimientos de estas últimas semanas, en particular lo desatado ante el colapso eléctrico en todo el país ha puesto al descubierto una serie de fallas que se vienen arrastrando desde hace años», comentó el purpurado, según informó ACI. «Cuando el objetivo no es el bien común sino el interés del poder por encima de la gente y de su bienestar, estamos ante una crisis que genera desazón, desilusión, desesperanza».
El Cardenal denunció que permitir la carencia de electricidad equivale a «fomentar que la calidad de vida se sumerja a niveles ínfimos» y a agravar situaciones de inseguridad y saqueo. «Si a eso se une el silencio de la incomunicación, quedamos como en medio del desierto o del mar, sin brújula y sin sentido para encontrar puerto seguro».
A pesar de la crisis energética y sus devastadoras consecuencias sobre los servicios de salud, el Card. Porras alertó que la mayor amenaza «es la proliferación de la violencia capitaneada por grupos armados irregulares que hacen de las suyas sin que los órganos de seguridad actúen». Esta oleada de violencia difunde el miedo, quebranta la paz e impide el trabajo. «Si a eso se une el discurso amenazante, violento, que llama a defender lo indefendible y al precio que sea, la actitud pacífica de la población se convierte en víctima fácil de quienes irracionalmente destruyen la vida».
El Cardenal lamentó » las muertes silentes de tantos seres vulnerables, niños recién nacidos, madres parturientas desnutridas, ancianos desamparados, enfermos crónicos cuya existencia depende de la conexión a un aparato», ejemplos registrados por diversos medios de comunicación internacionales. Además, expresó su agradecimiento «a tanta gente samaritana, que se la juega por el bien y la vida del prójimo. Es un testimonio de muchos que a veces no queremos ver».
Pero sobre los responsables de la crisis dirigió una fuerte advertencia: «Ay de aquellos que por despreciar al prójimo, hacen de la violencia y el odio, el arma para mantenerse en el poder. Merecen el castigo humano y divino».
Con información de ACI.
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