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San Pablo – Aparecida (Miércoles, 02-10-2019, Gaudium Press) En la mañana de este martes, 1º de octubre, fue realizada la apertura nacional del Mes Misionero Extraordinario en el Santuario de Aparecida.
La ceremonia ocurrió a través de una Santa Misa presidida por Mons. Odelir Magri, Obispo de Chapecó y presidente de la Comisión Episcopal Pastoral para la Acción Misionera y Cooperación Inter-eclesial de la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (CNBB).
En su homilía, Mons. Odelir recordó que «quien ama se pone en movimiento, se siente impelido para fuera de sí. Para el amor de Dios nadie es inútil e insignificante. Cada uno de nosotros es una misión en el mundo porque es fruto del amor de Dios».
Según el Obispo, la misión se inicia en el corazón, se hace con los pies de quien parte, con las rodillas de quien reza y con las manos de quien ayuda. «La misión nace en el corazón y se torna compartir de un nuevo horizonte», afirmó.
Mons. Odelir explicó que nuestra imperfección no debe ser disculpa para nuestra autocomplacencia. «El Papa Francisco nos interpela a no darnos disculpas ‘andrajosas’ delante de los desafíos de la misión. La misión es un estímulo constante para no quedarnos en la comodidad y continuar creciendo. No dejemos que nos roben el entusiasmo y la fuerza misionera», concluyó.
En su exhortación, el Obispo hizo todavía referencia a Santa Teresita del Niño Jesús, cuyo día también es celebrado el 1º de octubre, reafirmando la importancia de la oración para la misión. Además, saludó las experiencias misioneras de la Iglesia en Brasil como el proyecto Iglesia Hermanas, los proyectos misioneros llevados adelante por las regionales de la CNBB, las experiencias misioneras más allá de fronteras en África, Timor Este y Haití, la organización de los consejos misioneros y el Programa Misionero Nacional, aprobado por los obispos en la 57ª Asamblea General de la CNBB, que en sus palabras será «un impulso a la caminata misionera en Brasil».
El Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019, que sigue el tema «Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo», marca el centenario de la Carta Apostólica Maximum Illud emitida en 1919 por el Papa Benedicto XV. El objetivo es aumentar la consciencia de la ‘missio ad gentes’ y dar un nuevo impulso a la transformación misionera en la vida de la Iglesia. (EPC)
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