jueves, 25 de abril de 2024
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Obispo brasileño comparte testimonio de curación que atribuye a la Santísima Virgen

Aparecida (Lunes, 07-10-2019, Gaudium Press) El Obispo de Rio do Sul, Brasil, Mons. Onécimo Alberton, relató su testimonio personal del poder intercesor de la Santísima Virgen al cual atribuye su recuperación de una grave afección de salud. El prelado presidió el primer día de la novena a Nuestra Señora Aparecida en el Santuario Nacional consagrado a esta advocación. «Fui tocado por las manos misericordiosas de Jesús, por intercesión de la Madre Aparecida», aseguró.

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Mons. Onécimo Alberton, Obispo de Rio do Sul, Brasil. Foto: Camino Católico.

El Obispo padeció una grave condición conocida como síndrome de Fournier, que consiste en una infección muy agresiva y potencialmente letal, después de haber padecido una obstrucción digestiva que requirió cirugía. «El médico me informó que la situación era muy grave y que podía morir en la mesa de operaciones», recordó el Obispo, según informó ACI. «En la sala de espera, me sentía como tantos peregrinos, como tantos enfermos, que no tenían otro lugar hacia dónde dirigir una palabra, recordaba a mi madre y, en ese momento, recordaba a la Madre de Jesús».

El prelado entonces se animó a hacer una promesa a la Santísima Virgen: «Madre, si soy digno del regalo de la vida, te veré en tu casa, en el Santuario», relató Mons. Alberton. «Aquí estoy». El prelado tuvo que ser sometido en total a 15 operaciones, antecedidas de 15 actos de consagración a la Santísima Virgen. A pesar de las acciones de los médicos, ellos mismos se vieron sorprendidos por la recuperación del Obispo y ellos mismos obsequiaron al prelado una pequeña imagen de Nuestra Señora Aparecida. «Esto, para mí, fue una señal tan vívida, tan fuerte de que ella dijo: ‘No tienes que ir a verme, siempre he estado aquí contigo'».

«Hoy, con gracia y como tantos hermanos y hermanas que están aquí y muchos que vinieron aquí, puedo decir personalmente como en ese día: ‘Mi Madre, nuestra Madre, muchas gracias'», concluyó el Obispo, quien obsequió al Salón de las Promesas del Santuario su solideo como testimonio del favor obtenido.

Con información de ACI.

 

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