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Pará – Castanhal (Viernes, 25-10-2019, Gaudium Press) El pasado domingo 20 de octubre, alrededor de 300 mil peregrinos provenientes de diversas partes de Brasil, se reunieron en Castanhal (estado de Pará), para participar de la XXI Peregrinación de Nuestra Señora de Nazaret.
La celebración tuvo inicio ya por la mañana en frente a la Iglesia de San José, de donde salió la procesión con el anda de la imagen de Nuestra Señora de Nazaret en dirección a la Catedral Diocesana. El transporte a lo largo de ese recorrido fue realizado a través de una réplica de «Maria Fumaça».
Apenas llegó a su destino, la imagen fue recibida por el Arzobispo de Diamantina, Mons. Darci José Nicioli, que presidió una Santa Misa. En seguida, el prelado siguió en procesión con los fieles en dirección al Santuario de Nuestra Señora de Nazaret, en la Villa de Apeú.
La Peregrinación de este año tuvo por tema «Nuestra Señora de Nazaret, ayúdanos a ser una Iglesia que se aproxima, escucha e ilumina, las familias, los jóvenes y las periferias».
Esa fue la primera vez que Mons. Darci participó de la procesión. El Arzobispo contó que esta es una experiencia válida y necesaria a todo cristiano. «Quien todavía no vivió este momento de la Peregrinación de la Señora de Nazaret de Castanhal, precisa vivir. Es un momento de gracia, de bendición. Es Dios que se manifiesta a través de estas señales como la imagen que aquí lloró y hoy sonríe por ver a sus hijos, sus hijas, demostrar tanta Fe», resaltó.
El primer Cirio de Castanhal ocurrió dos años después de una imagen de Nuestra Señora de Nazaret haber vertido lágrimas de sangre por tres veces en la Villa de Apeú, zona rural del municipio. Delante de ese hecho, la Iglesia cultivó en la pequeña villa centenaria la devoción a la Virgen de Nazaret, consecuentemente con la manifestación religiosa del Cirio, llamada en la ciudad de «Peregrinación Nazarena». (EPC)
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