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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 18-12-20198, Gaudium Press) El arzobispo de Malta y el sub-secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Charles Scicluna, consideró que el documento del Papa Francisco, publicado ayer, aboliendo el secreto pontificio para casos de delicta graviora, «llega en la hora correcta» y «facilitará una colaboración más concreta con el Estado», en casos de abuso.
Esa decisión es histórica y llega en la hora correcta…
En entrevista a VaticanNews, Monseñor Scicluna explicó que la posibilidad de abolir el sigilo papal en casos de violencia y abuso infantil ya había sido levantada en la cumbre convocada por el Papa en febrero de 2019.
«Me acuerdo», dijo el arzobispo de Malta, «que durante la Cúpula de febrero, el secreto pontificio fue mencionado casi como un impedimento a la debida información dada a la víctima y a las comunidades».
«En mi opinión, esa decisión es histórica en el contexto de la institucionalidad legal del secreto papal y llega en la hora correcta», afirmó el prelado.
En el alcance del informe, el sub-secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe habló de «los impedimentos que existían hasta el momento: la víctima no tuvo la oportunidad de conocer la sentencia que se siguió a su denuncia, porque había un secreto papal.
«Otras comunicaciones también eran perjudicadas, porque el sigilo pontificio es un secreto del más alto nivel en el sistema de confidencialidad del Derecho Canónico. Ahora, la posibilidad de proteger a la comunidad y decir el resultado de una sentencia también es facilitada», explicó.
Tornar públicos los documentos
Cuestionado si la abolición del secreto papal significa que los documentos serán tornados públicos, Monseñor Scicluna dijo:
«Ellos no son de dominio público, sino, por ejemplo, la posibilidad de una colaboración más concreta con el Estado es facilitada, en el sentido de que la diócesis que posee documentación no está más ligada al secreto pontificio y puede decidir – como debería – colaborar bien, entregando una copia de la documentación también a las autoridades civiles.»
Salvaguardar de la vida privada, buena reputación, dignidad
Por último, el arzobispo dijo que «esa nueva ley también habla de la necesidad de salvaguardar la vida privada de la persona, la buena reputación de las personas envueltas y su dignidad.
Una cierta reserva es siempre necesaria en el campo criminal y eso además es garantizado. Eso no significa, por tanto, que la documentación se torne de dominio público, sino que la colaboración con el Estado y con otras organizaciones que tienen el derecho de acceder a la documentación es facilitada». (JSG)
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