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Washington (Jueves, 12-04-2012, Gaudium Press) Un muy esperado documento ha sido dado a luz. «Our First, Most Cherished Liberty: A Statement on Religious Liberty» (Nuestra Primera, Más Querida Libertad: Una declaración sobre Libertad Religiosa). El documento es emitido por el Comité de Libertad Religiosa del Episcopado Americano, a cuya cabeza se encuentra Mons. William Lori, arzobispo designado de Baltimore.
La declaración busca hacer frente a intentos en la sociedad americana de redefinir, y, más recientemente, de constreñir la «primera libertad», la libertad religiosa.
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| Mons. William Lori |
«Es algo aleccionador contemplar a nuestro gobierno promulgar una ley injusta. Una ley injusta no puede ser obedecida. Frente a una ley injusta, una acomodación no puede ser procurada, especialmente recurriendo a palabras equívocas y prácticas engañosas», expresa el documento, haciendo referencia a lo que se ha llamado el mandato federal de anticoncepción, aprobado el 20 de enero, y a la posterior «acomodación» del presidente Obama, que los obispos han calificado como «inaceptable». El ‘mandato contraceptivo’ obliga a instituciones católicas a pagar por servicios contraceptivos y algunos abortivos de sus empleados.
«Si nos enfrentamos hoy en día a la perspectiva de leyes injustas, entonces los católicos en los Estados Unidos, en solidaridad con nuestros conciudadanos, deben tener el coraje de no obedecerlas. Ningún estadounidense quiere esto. Ningún católico le da la bienvenida. Sin embargo, en caso de que esto caiga sobre nosotros, debemos cumplir con un deber de ciudadanía y una obligación de fe «, señala el documento.
¿Es esto desobediencia civil? No, según explica Mons. Lori en entrevista en la que comenta el documento: «[Esto] no significa que iremos a la desobediencia civil en primera instancia. Pero sí significa que ejerceremos nuestros derechos y buscaremos reparación de las tres ramas del gobierno, ya que estamos con el mandato del HHS». El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS), autor inmediato del «mandato contraceptivo».
«Pero si la ley nos está pidiendo a violar nuestra conciencia», manifestó el prelado, «entonces podríamos estar frente a una elección tipo Tomás Moro».
La declaración de los obispos señala otras amenazas menos visibles a la libertad religiosa que el mandato contraceptivo, que incluyen: los intentos de limitar los derechos de los estudiantes cristianos en las universidades norteamericanas; los proyectos de ley estatales sobre inmigración que penalizan a las iglesias que albergan a inmigrantes ilegales; leyes estatales ‘anti-discriminación’ y de «matrimonio» del mismo sexo que obligan a agencias de adopción y a agencias de cuidado temporal católicas a cerrar sus puertas, y la decisión del gobierno Obama de no renovar los contratos federales con programas humanitarios católicos que no admiten servicios de contracepción y de aborto a sus beneficiarios en necesidad.
«La libertad religiosa no es sólo acerca de nuestra capacidad de ir a misa los domingos o rezar el Rosario en casa. Se trata de si podemos hacer nuestra contribución al bien común de todos los estadounidenses. ¿Podemos hacer las buenas obras que nuestra fe nos llama a hacer, sin tener que comprometer que la fe misma?», continúa expresando el documento.
«Sin libertad religiosa bien entendida, todos los estadounidenses sufren, privados de la contribución esencial en la educación, la salud, la alimentación de los hambrientos, los derechos civiles y los servicios sociales que los estadounidenses religiosos hacen todos los días, tanto aquí como en casa y en el extranjero.»
El documento en su integridad puede ser consultado en inglés en (http://usccb.org/issues-and-action/religious-liberty/our-first-most-cherished-liberty.cfm)
Con información del National Catholic Register
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