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La Paz (Jueves, 30-07-2009, Gaudium Press) El atentado con explosivos que sufrió el pasado 23 de julio, la vivienda del prefecto del Departamento de Potosí Mario Virreina fue condenado vehemente por la Conferencia Episcopal Boliviana a través de su Oficina de Prensa.
El documento expresa que la Iglesia Católica «rechaza la violencia, venga de donde venga, por considerarla intrínsecamente perversa y porque debilita las bases democráticas de nuestra sociedad».
La Doctrina Social de la Iglesia Católica afirma que la «violencia jamás constituye una respuesta justa… La violencia destruye lo que pretende defender: la dignidad, la vida, la libertad del ser humano» (DSI 496).
La oficina de prensa expresó, de este modo, su voz de solidaridad al prefecto potosino y a su familia y convocó a las autoridades del Ministerio Público a extremar esfuerzos para esclarecer este hecho, a fin de que los responsables sean sancionados y, sobre todo, para que este tipo de actos no queden en la impunidad y el olvido.
La madrugada del jueves 23 de julio un artefacto de mediana potencia explosionó en la puerta de la casa de Virreina, causando daños materiales de consideración pero sin víctimas personales, según el informe policial.
El teniente Carlos Miranda, efectivo de la Policía Patrullera de Potosí, informó en su momento que los daños mayores se produjeron en el frontis del inmueble sin afectar las viviendas vecinas. Hasta el momento, no se conoce quién o quiénes fueron los autores de ese atentado contra la vivienda de Virreina, quien fuera ganador absoluto de las elecciones departamentales y Referéndum Revocatorio de diciembre del 2008.
La Fiscalía de la República no descartó que los móviles del atentado sean políticos. La víctima dijo que si el objetivo era amedrentarlo, pues «no lo van a lograr«. Virreina ya sufrió un primer atentado cuando su vehículo en el que se transportaba hacia La Paz, sede de gobierno, fue atacado por personas «que surgieron de la oscuridad«, sin que hayan logrado su objetivo.
Por Elizabeth Paravicini G.
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