¿Cúando fue la última vez que acudió a la confesión?

Portsmouth (Sábado, 13-02-2016, Gaudium Press) Bajo el título de «El Sacramento de la Misericordia», el Obispo de Portsmouth, Inglaterra, Mons. Philip Egan, dedicó una Carta Pastoral a motivar a los fieles a acudir frecuentemente al sacramento de la Penitencia, en particular en el tiempo de Cuaresma del Año de la Misericordia. El prelado inició su reflexión con una pregunta: «¿Cuándo fue la última vez que acudió a la Confesión?»

Mons. Philip Egan, Obispo de Portsmouth, Inglaterra. Foto: Mazur/catholicnews.org.uk

El prelado indicó que celebrar este Sacramento al menos una vez al mes es la forma de experimentar personalmente la misericordia de Dios y corrigió algunos errores comunes que los fieles pueden creer sobre la Confesión. El primero de ellos es la pretensión de no tener necesidad de confesarse. «Un discípulo de Jesús siempre está atento a sus errores, su distancia de Dios, su necesidad de crecer en santidad, oración y vida espiritual», explicó el Obispo. «Entre más cerca estamos a la luz, a Dios, más evidentes se hacen nuestros aspectos oscuros».

Aclarando confusiones comunes

Mons. Egan recordó que Cristo vino por los pecadores y recomendó realizar un examen de conciencia con regularidad para evaluar los pensamientos, trabajos y acciones, así como la actitud y el estilo de vida. «El pecado no es como una mancha para ser llevada a la tintorería o una ley infringida. El pecado es una falta de amor», afirmó. «El pecado es frecuentemente una omisión más que una comisión (…) es una herida para ser sanada».

El Obispo también explicó la necesidad de acudir a un sacerdote para recibir el sacramento, de la misma forma como se acude a un médico ante una enfermedad. Las fallas humanas naturales del presbítero no le retiran la autoridad dada por Dios – el Único capaz de perdonar pecados – para ser el medio a través del cual se obtiene el perdón. Además, la confesión sacramental expresa la comunión de la Iglesia, ya que los pecados no causan únicamente un daño personal, sino que afectan a toda la comunidad de la Iglesia.

El prelado también abordó la necesidad de confesar las faltas pequeñas. «Para los pecados graves, como lo enseñó el Concilio de Trento, es el único medio ordinario de obtener perdón», aclaró. «Pero la Iglesia nos exhorta a realizar una confesión regular de los pecados veniales ordinarios para ayudarnos a formar la conciencia y luchar contra las tendencias malignas». El carácter terapéutico del sacramento otorga gracia, fuerza y energía, y la experiencia de la misericordia de Dios permite ejercer la misericordia con los demás.

Además de exponer estas aclaraciones sobre el sacramento, Mons. Egan anunció la publicación de folletos con las instrucciones de cómo confesarse y la realización de jornadas de 24 horas de Adoración Eucarística con acceso al sacramento de la Penitencia. Estas jornadas se realizarán en un templo de cada zona pastoral de la Diócesis. El prelado renovó la invitación a los fieles a peregrinar a los dos templos diocesanos que tienen Puerta Santa para ganar la indulgencia jubilar y obsequió junto a la Carta Pastoral un ejemplar del libro «Vía Crucis: El camino al Cielo». Finalmente, el Obispo recomendó a los fieles rezar frecuentemente la Salve Regina para acogerse a la Santísima Virgen bajo el título de Madre de Misericordia. «Que Ella nos ayude a experimentar personalmente la misericordia y el amor con el cual Su Corazón (el de Jesús) abunda».

Con información de Catholic Culture.