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¿Quién fue San Alberto Hurtado?

Santiago de Chile (Miércoles, 17-01-2018, Gaudium Press) El Santo Padre Francisco, con ocasión del viaje apostólico a Chile, visitó el martes 16 el santuario de San Alberto Hurtado, SJ, en Santiago de Chile, donde sostuvo un encuentro privado con los sacerdotes de la Compañía de Jesús. El Sumo Pontífice oró por algunos minutos frente a la tumba del santo chileno fundador del Hogar de Cristo, sitio de encuentro y acogida para los más pobres y desprotegidos.

¿Quién fue el santo chileno?

Alberto Hurtado Cruchaga nació el 22 de enero de 1901 en Viña del Mar en el seno de una familia con profundos valores cristianos. Cuando contaba con solo 4 años quedó huérfano de padre, viéndose su madre obligada a vender las propiedades para sostener a la familia, lo que llevó al pequeño Alberto, y a su hermano, a tener que vivir con diferentes parientes.

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La tumba del santo chileno fue visitada el martes 16 por el Papa Francisco en el marco del viaje apostólico que tiene lugar en Chile desde la tarde del lunes 15 de enero.

Gracias a una beca ingresa en su temprana juventud al Colegio San Ignacio de Santiago, donde se acerca a la Compañía de Jesús. Estando en esta institución se hace miembro de la Congregación Mariana, que posteriormente se convirtió en las Comunidades de Vida Cristiana (CVX), acercándose a la realdad de los pobres.

En 1917, cuando culminó la secundaria, el joven Alberto decide hacerse jesuita, pero le aconsejan aplazar este anhelo para estar a cargo de su madre y su hermano menor. Ingresa a la Facultad de Derecho de la Universidad Católica y trabaja por las tardes. Pese a estas ocupaciones, en su corazón se mantiene el deseo de ayudar a los más necesitados, a quienes visitaba cada semana. A los pocos años debe prestar el servicio militar y tras retomar sus estudios, logra graduarse a principios de agosto de 1923.

Ingresa a la Compañía de Jesús

Inmediatamente después, el día 14 de ese mes, entra al Noviciado de la Compañía de Jesús para hacer realidad su sueño de hacerse sacerdote. Lo hace en Chillán, Chile. En 1925 es trasladado a Argentina, a la ciudad de Córdoba, y en 1927 es enviado a España para adelantar estudios de teología y filosofía. Desafortunadamente en 1931, con la expulsión de los Jesuitas de este país, debe viajar a Lovaina en Bélgica, para terminar allí teología. Es allí donde recibe la ordenación sacerdotal el 24 de agosto de 1933.

Regresa a Chile en enero de 1936, donde realiza una intensa labor pastoral como profesor de religión y de pedagogía; escribiendo diversidad de artículos sobre el orden social cristiano y la educación. Allí promueve ampliamente los Ejercicios Espirituales en lo que es hoy el pueblo Alberto Hurtado, dirigió la Congregación Mariana a la que perteneció de jóvenes, y fue director espiritual de muchos jóvenes, llegando a ser el Asesor de la rama juvenil de la Acción Católica de la Arquidiócesis de Santiago, y posteriormente a nivel nacional.

La acogida de los pobres, su gran pasión

Es en 1944, cuando dirigía un retiro, siente una imperiosa necesidad de llamar a las conciencias sobre la difícil situación que enfrentan los pobres de la ciudad, sobre todo cientos de niños desprotegidos. Esto animó a la generosidad y fue el principio del Hogar de Cristo, fundado por el Padre Hurtado como lugar acogida para las personas sin techo.

El Hogar fue en principio casa de acogida para niños, luego se fundó otra para mujeres, y una para hombres. De allí se extiende y multiplica la experiencia del Hogar de Cristo con otras iniciativas, como centros de rehabilitación y centros de formación artesanal, que restauraron la dignidad de los más necesitados.

En este periodo también escribió varios libros en los que profundizó sobre la doctrina social de la Iglesia, llegando a fundar la Revista Mensaje, que ahondaba en esta temática.

Tras pasar una dolorosa enfermedad -padeció cáncer de páncreas-, fallece el 18 de agosto de 1952. «Contento, Señor, contento», era lo que repetía el Padre Hurtado ante los dolores que le causó su enfermedad. Fue beatificado por San Juan Pablo II el 16 de octubre de 1994, y canonizado por Benedicto XVI el 23 de octubre de 2005.

Sus restos mortales reposan en el santuario a él dedicado que se encuentra en Santiago de Chile, y fue visitado el pasado martes 16 de enero por el Papa Francisco.

Con información de Vatican.va.

 

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