Papa en la Casa Santa Marta: la paciencia lleva la Iglesia adelante

Ciudad del Vaticano (Lunes, 17-02-2014, Gaudium Press) En la Misa celebrada este lunes 17, en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco reflexionó sobre la paciencia del pueblo de Dios.

De acuerdo con el Pontífice, «la paciencia no es resignación». Luego -comentando la Carta de San Santiago, que dice: «Tened por motivo de gran alegría el ser sometidos a múltiples pruebas»- el Santo Padre afirmó que la paciencia sabe soportar las pruebas, «las cosas que no queremos», y nos hace «madurar nuestra vida», pues, quien no tiene paciencia, quiere todo inmediatamente.

Los que no conocen la sabiduría de la paciencia, continuó, son como los niños.

«La persona que no tiene paciencia es una persona que no crece, que permanece en los caprichos de niño, que no sabe lidiar con la vida. O eso o nada. Esta es una de las tentaciones: tornarse mañoso. Otra tentación de los que no tienen paciencia es la omnipotencia de querer una cosa ya, como sucedió con los fariseos que piden a Jesús una señal del cielo: Ellos querían un espectáculo, un milagro», explicó.

Según el Papa, algunas personas confunden el modo de actuar de Dios con el de un brujo.

«Dios no actúa como un brujo, sino con su modo de ir adelante. La paciencia de Dios. Él también tiene paciencia. Toda vez que nosotros vivimos el sacramento de la reconciliación, cantamos un himno a la paciencia de Dios. Pero con cuánta paciencia el Señor nos carga sobre sus hombros», resaltó.

La vida cristiana, prosiguió, debe desarrollarse en esta música de la paciencia, pues fue justamente la música de nuestros padres, del pueblo de Dios, de los que creyeron en la Palabra de Él, que siguieron el mandamiento que el Señor dio a nuestro padre Abraham: «camina en mi presencia y sé irreprensible».

«óomo nuestro pueblo es paciente. Cuando vamos a las parroquias y encontramos personas que sufren, que tienen problemas, que tienen un hijo con deficiencia o tienen una enfermedad, vemos que ellas continúan llevando adelante la vida con paciencia. No piden señales, como esos del Evangelio, sino saben leer las señales de los tiempos», destacó.

Al final, el Papa alabó a las «personas de nuestro pueblo, que a pesar del sufrimiento, no pierden la sonrisa de la Fe, que tienen la alegría de la Fe».

«Que el Señor dé a todos nosotros la paciencia, la paciencia alegre, la paciencia del trabajo, de la paz, la paciencia de Dios, aquella que Él tiene, y nos dé la paciencia de nuestro pueblo fiel, que es tan ejemplar.» (LMI)