"Abraham y sus familiares": comentarios del Obispo Emérito de Passo Fundo, Brasil

Passo Fundo (Jueves, 07-08-2014, Gaudium Press) Mons. Urbano Allgayer, Obispo Emérito de la Arquidiócesis de Passo Fundo, en Río Grande del Sur, escribió el artículo «Abraham y sus familiares». En su reflexión, él afirma que la Biblia da mucho énfasis a la vida de importantes personalidades, cuyo nacimiento y currículum de vida es anunciado y orientado por Yahvé – Dios, a través de señales.

Para el Prelado, entre esas personalidades se destacan: Abraham, Sansón, Samuel – David, del Antiguo Testamento; y del Nuevo Testamento son anunciados Juan Bautista – Zacarías y, por encima de todo, María de Nazaret, madre de Jesucristo.

Según Mons. Allgayer, especial destaque es dado a Abraham, de cuyo tronco desciende la nación judaica, siendo él ancestro de la persona más ilustre de la humanidad: Jesucristo, Salvador nuestro. El Obispo resalta que el libro de Génesis, capítulos del 11 al 25, presenta el perfil de ese patriarca y de sus familiares.

Él recuerda que cierto día Abraham fue visitado por tres personajes y entonces entendió que eran emisarios de Dios, invitándolos a entrar en su tienda. Conforme el Prelado, con ayuda de Sara, su esposa, y de empleados, sirvió a los visitantes con pan y vino y un novillo asado y, después de la refección, dos de ellos tomaron la estrada y uno, llamado por Abraham como «mi Señor», permaneció con él. Y habló: «Los pecados de Sodoma y Gomorra se tornaron gravísimos y claman por venganza».

De acuerdo con Mons. Allgayer, Abraham imploró al Señor que salvase a la ciudad en consideración a apenas diez justos que en ella habitasen. «El Señor concordó. Pero solo se encontraba en la ciudad pecadora, como justos, el sobrino de Abraham, de nombre ot, con la mujer y dos hijas, menos que diez justos», completa.

Por último, el Obispo Emérito afirma que acompañados de dos ángeles, los sobrevivientes abandonaron de prisa la ciudad, y cayó sobre Sodoma y Gomorra un diluvio de azufre y fuego, muriendo los pecadores y también la mujer de Lot, que se atrasó para ver el incendio y quedó reducida a una estatua de sal.

«Sodoma y Gomorra, las ciudades malditas, se transformaron en vasto lago de agua salada y bituminosa, sin vida. Se llama Mar Muerto, porque no puede existir vida en aquella agua pesada, salada y oleosa, donde bañistas pueden flotar, sin ahogarse. Investigadores han buscado vestigios de las ciudades al lado Sur del Mar Muerto, pero nada encontraron», concluye. (FB)