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Auckland (Jueves, 20-11-2014, Gaudium Press) Las Fuerzas de Defensa de Nueva Zelanda necesitan más capellanes católicos. Esta conclusión expuesta por el Padre Lance Lukin, Capellán Principal, destaca la importancia de una pastoral poco visible para muchos ciudadanos pero muy valorada alrededor del mundo por quienes componen las fuerzas militares en los diferentes países. «no puedo tener suficientes sacerdotes católicos, lo cual es el problema», comentó.
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| Los capellanes militares llevan la presencia de Dios a los miembros de las Fuerzas Armadas alrededor del mundo. En la imagen, un sacerdote estadounidense celebra la Eucaristía para tropas en Afganistán. Foto: The U.S. Army. |
La pastoral de las fuerzas militares, como la pastoral familiar, de salud o penitenciaria, requiere normalmente un preparación especial y no puede ser suplida únicamente con la labor comprometida de los laicos, ya que es indispensable la presencia del sacerdote por ser el único capacitado para administrar los sacramentos: «esta es una parte necesaria y significativa de la capellanía», explicó el P. Lukin. De hecho las exigencias oficiales de las Fuerzas de Defensa en cuanto calificación y duración del servicio hacen que solamente los sacerdotes puedan desempeñar las funciones prescritas para las capellanías
El Arzobispo John Dew , Ordinario Militar del país, destacó esta necesidad, ante la dificultad de «proveer para todas las capellanías que hemos servido tradicionalmente». Hasta el momento, algunos de los vacíos se han llenado con la colaboración de sacerdotes diocesanos. «Ahora la mayoría es hecho a través de parroquias en las áreas del país donde los militares tienen su base. Así como esto hace que el ministerio sea más fácil de mantener, conecta una comunidad parroquial con la base militar que puede estar aislada de las redes familiares y comunitarias», explicó.
Sin embargo, las exigencias propias de la vida militar como la presencia en lugares apartados y la intensidad de la necesidad pastoral imponen una carga que los sacerdotes de parroquia no pocas veces no pueden asumir. El P. Richard Laurenson, el único Capellán de la Fuerza de Reserva en North Island expuso el desafío de los capellanes en términos claros: muchas bases militares son tan grandes como pueblos enteros. La colaboración de muchos sacerdotes externos es difícil por varias razones, «una de las cuales es que todos estamos ocupados».
Con información de NZ Catholic.
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