viernes, 29 de marzo de 2024
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"Nuestra Iglesia es Iglesia de mártires", afirma el Papa

Ciudad del Vaticano (Jueves, 23-04-2015, Gaudium Press) En la misa matutina en la Casa Santa Marta ayer, hablando de la lapidación de San Esteban, el Papa Francisco recordó a los que son perseguidos y asesinados por ser cristianos y afirmó en su homilía:

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Foto: L’Osservatore Romano

«Nuestra Iglesia es Iglesia de mártires.»

De la escena dramática que la liturgia colocaba en la Primera Lectura y que es extraída de los Hechos de los Apóstoles, surge el Sanedrín juzgando a Esteban, condenándolo y apedreándolo.

De ahí nació la homilía desarrollada por Francisco. El Papa recordó a los perseguidos de hoy. Él observó que los mártires no precisan de «otros panes», el único pan es Jesús. Y destacó, además, que Esteban «no precisaba negociar y asumir compromisos».

Para el Papa, el testimonio de Esteban era tan fuerte que sus delatores «no conseguían resistir a la sabiduría» y al espíritu «con el cual él hablaba».

Así como Jesús, también Esteban tuvo que enfrentar testigos falsos y la rebelión del pueblo que lo juzgaba. Esteban recuerda a los profetas que fueron muertos por haber sido fieles a la palabra de Dios y cuando «confiesa su visión de Jesús», entonces sus perseguidores se escandalizan, tapan los oídos para no oírlo y lo arrastran afuera de la ciudad para apedrearlo: «La Palabra de Dios siempre desagrada algunos corazones».

La Palabra de Dios incomoda cuando usted tiene el corazón duro, el corazón pagano, porque la Palabra de Dios lo interpela a ir adelante, buscando y matando el hambre con aquel pan del cual hablaba Jesús.

En la historia de la Revelación, muchos mártires fueron muertos por la fidelidad a la Palabra de Dios, a la Verdad de Dios».

El Santo Padre pregunta cuantos «Esteban» existen en el mundo de hoy, y prosiguió observando que el martirio de Esteban es parecido con el de Jesús: Él muere «con aquella magnanimidad cristiana del perdón, de la oración por los enemigos.

Hoy, dijo Francisco, «me gustaría recordar que la historia de la Iglesia, la verdadera historia de la Iglesia, es la historia de los santos y los mártires.

Y el Papa continuó: «¡En estos días, cuántos Esteban existen en el mundo! Pensemos en nuestros hermanos degollados en la playa de Libia; pensemos en aquel joven quemado vivo por sus compañeros porque era cristiano; pensemos en aquellos migrantes que en alto mar fueron lanzados por otros, porque eran cristianos; pensemos en aquellos etíopes asesinados porque eran cristianos… y muchos otros. Y tantos que nosotros ni sabemos, que sufren en las prisiones porque son cristianos… Hoy la Iglesia es Iglesia de mártires: ellos sufren, dan la vida y nosotros recibimos la bendición de Dios por su testimonio».

Francisco agregó además que existen también «los mártires escondidos, aquellos hombres y mujeres fieles» a la «voz del Espíritu, que buscan nuevas estradas para ayudar a los hermanos y amar mejor a Dios y son acusados, calumniados, perseguidos por tantos Sinedrios modernos que se creen dueños de la verdad: ¡tantos mártires escondidos!». (JSG)

 

 

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