jueves, 28 de marzo de 2024
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Al Ángel de la Guarda hay que escucharlo con docilidad: Papa Francisco

Ciudad del Vaticano (Viernes, 02-10-2015, Gaudium Press) Durante la Misa matutina en la capilla de la Casa Santa Marta en el Vaticano de este viernes 2 de octubre, al conmemorarse en la liturgia a los Ángeles Custodios, el Papa Francisco explicó que Dios ha dado a cada persona la compañía de un ángel que protege, aconseja y guía, invitando a todos a escucharlo con docilidad.

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«He aquí que he enviado a un ángel ante ti para que te custodie en el camino y para hacerte entrar en el lugar que he preparado», citó el Santo Padre al hacer referencia al pasaje del Libro del Éxodo propuesto por la liturgia del día, para recordar luego que el Señor ha dado a dado a cada quien un ángel que lo acompaña.

En este sentido, continuó: «¡Está siempre con nosotros! Y ésta es una realidad. Es como un embajador de Dios con nosotros».

Es por ello, agregó el Pontífice, que «el Señor nos aconseja: ‘¡Ten respeto de su presencia!’. Y cuando nosotros – por ejemplo – hacemos una maldad y pensamos que estamos solos: no, está él. Tener respeto de su presencia. Escuchar su voz, porque él nos aconseja. Cuando sentimos esa inspiración: ‘Pero haz esto… esto es mejor… esto no se debe hacer…». ¡Escucha! No te rebeles a él».

Un respeto y una escucha que, de acuerdo con Francisco, se llama docilidad: «El cristiano debe ser dócil al Espíritu Santo. La docilidad al Espíritu Santo comienza con esta docilidad a los consejos de este compañero de camino».

Dijo también que el Ángel Custodio nos defiende siempre, especialmente de todo mal. El Ángel -aseguró- «está allí para aconsejarnos (…) exactamente como haría un amigo que nosotros no vemos, pero que sentimos». «Un amigo que un día estará con nosotros en el Cielo, en la alegría eterna», agregó.

Tomando la lectura del Santo Evangelio, el Papa señaló que para ser dóciles es necesario ser pequeños, como niños, es decir, como aquellos de quienes Jesús ha dicho que son los más grandes en el Reino de su Padre.

Finalmente, el Santo Padre oró pidiendo «al Señor la gracia de esta docilidad, de escuchar la voz de este compañero, de este embajador de Dios que está junto a nosotros en su nombre, y que estamos sostenidos por su ayuda. Siempre en camino».

Con información de Radio Vaticano y Rome Reports.

 

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