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Buenos Aires (Viernes, 13-05-2016, Gaudium Press) Argentina se prepara para vivir el Congreso Misionero Nacional y para ello ha iniciado una especial peregrinación con un signo que es muy significativo para los misioneros del país: La Cruz de Matará. Este símbolo de Jesús y de la fe, es uno de los más fieles testimonios de la Evangelización en la nación latinoamericana, ya que fue tallada por los Jesuitas alrededor del año 1594 para trasmitir el Evangelio a las culturas nativas del país.
Según ha informado la agencia de noticias AICA, ocho regiones pastorales de Argentina, por donde peregrinará la Cruz, se encontrarán reflexionando por varios meses en torno a la pregunta «¿A qué lugares iría Jesús hoy?».
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| La Cruz de Matará es uno de los más fieles testimonios de la Evangelizacion en Argentina. Fue tallada por los Jesuitas alrededor del 1594 / Foto: Portal Misionero. |
«Que esta peregrinación como grupos misioneros de la Argentina, nos ponga en camino para que, a partir de lo que somos, pidamos ser siempre como Jesús, que ama, perdona y nos llama al compromiso desde la escucha, la austeridad, fraternidad, solidaridad, inclusión», señalaron desde el equipo nacional de animación de grupos misioneros y jóvenes .
Desde el pasado 1º de mayo la Cruz se encuentra en la región del Noroeste Argentino, donde permanecerá hasta el próximo 9 de julio, justo cuando el país conmemora el Bicentenario de Independencia. De allí peregrinará en el Nordeste del país hasta el 17 de septiembre, y hasta el 29 de octubre en la región Centro, cuando sea trasladada hasta el Litoral donde permanecerá hasta el 30 de diciembre.
Tras una pausa por el inicio del año, la cruz retomará su camino en febrero del 2017 cuando peregrine por la región Cuyo, de donde partirá hasta la región Platense, lugar en el que permanecerá hasta el 1º de julio. Desde el 2 de julio hasta el 15 de septiembre, también en el 2017, recorrerá varias diócesis de la Provincia de Buenos Aires. Finalmente irá a la Patagonia antes del inicio del Congreso Misionero Nacional.
La Cruz de Matará, que fue confiada a los Grupos Misioneros de las jurisdicciones eclesiales de Argentina, debe su nombre a una tribu que habitaba en Santiago del Estero, entonces capital de Tucumán.
Fue tallada por los misioneros Jesuitas con símbolos que fuesen entendibles para las tribus de entonces con la finalidad de transmitir la Buena Nueva del Evangelio a las culturas nativas del país. La talla está elaborada en mistol, que es una arbórea propia de la región de Santiago del Estero.
Tras la Evangelización, la Cruz pasó por varias generaciones hasta que fue custodiada por años por la Familia de Amelio Sosa Ruiz. Con la creación de la diócesis de Añatuya, lo que es hoy el territorio en el que habitaron los matarás, la Cruz fue entronizada en la catedral local y luego llevada a su lugar original donde fue construido un templo.
Una réplica de la misma se puede apreciar en la Catedral de Santiago del Estero y desde el año 1982, por disposición de la Conferencia Episcopal Argentina, es la imagen del Misal Romano oficial del país.
Con información de AICA.
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