Ciudad del Vaticano (Jueves, 19-05-2016, Gaudium Press) Ayer de mañana el Papa Francisco recibió a los embajadores recién-nombrados de Estonia, Malauí, Namibia, Seychelles, Tailandia y Zambia.
Según el Papa, los diplomáticos «tienen la misión humana de cuidar de la sociedad y la creación», especialmente en este momento en que «muchas personas en el mundo sufren con conflictos y guerras, migraciones e incertezas causadas por problemas económicos».
Dijo Francisco al grupo de representantes extranjeros acreditados junto al Vaticano:
«En un mundo polarizado y fragmentado, el deber de la solidaridad se torna siempre más difícil, porque atemorizadas por el terrorismo, las personas se aíslan, temen que los inmigrantes puedan cambiar su cultura, su estabilidad económica y su estilo de vida».
«Estas preocupaciones deben ser enfrentadas con sabiduría y compasión, para que los derechos y las necesidades de todos sean respetados y defendidos», reiteró el Papa.
Centro del discurso
El centro del discurso fue la cuestión del acogimiento a las personas que migran en fuga de la violencia: personas cuya condición crítica debe ser oída y que la diplomacia puede ayudar, ampliando y transmitiendo su voz, ‘frágil y afligida’.
«Esta ayuda se practica en el esfuerzo de privar de armas a aquellos que usan violencia y colocar fin al tráfico humano y al comercio de drogas, que casi siempre acompañan este mal».
Estímulo
Antes de concluir el encuentro, el Papa alentó a los diplomáticos a ser siempre mensajeros de esperanza y paz, especialmente junto a los cristianos y a las comunidades minoritarias, que sufren persecuciones por causa de la fe. (JSG)
De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de la RV.
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