jueves, 28 de marzo de 2024
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Abrirán en Roma Año Mariano por 175º aniversario de la aparición de la Milagrosa a un judío

Roma (Viernes, 25-11-2016, Gaudium Press) En el año 1842 en la Iglesia de Santo Adrea delle Fratte, en Roma, Nuestra Señora se le apareció al judío ateo Alfonso Ratisbonne, quien se convirtió al catolicismo y luego se hizo sacerdote.

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Capilla dedicada a la apricion de la Virgen del Milagro, Iglesia Santo Andre delle Fratte, Roma / Foto: Gustavo Kralj – Gaudium Press.

Este hecho será recordado desde el próximo 27 de noviembre, Primer Domingo de Adviento, con la apertura de un Año Mariano que se vivirá en el templo romano hasta el 20 de enero de 2018. La apertura oficial del jubileo, con el cual se conmemorará el 175º aniversario de la aparición de la Milagrosa, ocurrirá en el marco de una celebración Eucarística, que contará con la presencia de los Frailes Mínimos, custodios del a iglesia de Santo Andrea.

Varios serán los eventos que tendrán lugar con motivo del Año Mariano, muchos de ellos estarán relacionados con el don de la Indulgencia otorgada para los jubileos, y también con el 125º aniversario de la coronación del cuadro de la Virgen de la Milagrosa por el Capítulo Vaticano, que recuerda la aparición mariana, además de la conmemoración del 75º aniversario de la elevación del templo a Basílica.

Para el 20 de enero, fecha del aniversario de la aparición, está previsto un triduo de preparación, la bendición de los niños el día de la festividad, el recuerdo de la aparición con súplica, y una solmene Misa, además de un concierto en honor a Nuestra Señora del Milagro.

La única aparición mariana ocurrida en Roma que ha sido aprobada por la Iglesia

El suceso prodigioso ocurrido hace 175 años es la única aparición acaecida en la Ciudad Eterna que ha recibido aprobación por la Iglesia.

El hecho ocurrió al abogado y banquero Alfonso de Ratisbonne, quien era un judío ateo y se mofaba de la religión, siendo un gran enemigo de todo lo que tenía que ver con la fe católica.

Pero un día todo cambió: En un viaje que realizó a Roma se encontró con el Barón Teodoro De Bussiéres, francés converso y devoto de la Virgen de la Medalla Milagrosa, quien le habló de los grandes milagros que Ella concedía. Ratisbonne rechazó sus palabras tildándolo de supersticioso. Pero el Barón insistió y lo desafío a llevar consigo la medalla y rezar todos los días. Por demostrarle que nada lo persuadiría para su conversión, Alfonso decida llevar la medalla.

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Busto de Alfonso de Ratisbonne. Al fondo se ve un cuadro que recuerda la aparicion mariana / Foto: Gustavo Kralj-Gaudium Press.

Mientras esto ocurría el Barón de De Bussiéres, junto con unos amigos, se comprometen a rezar por su conversión. Uno de ellos fue el conde Laferronays quien se encontraba muy enfermo, y ofrece su enfermedad por la conversión de Ratisbonne. Dios tomó en serio las palabras del conde quien sufre un ataque al corazón luego de orar con gran fervor por la conversión del joven judío.

Un día después, el 20 de enero de 1842, cuando el Barón se dirigía a la iglesia de Santo Andrea delle Fratte para coordinar el funeral de su amigo, se encuentra de nuevo con Alfonso Ratisbonne, quien termina acompañándolo al templo. Allí sucedió: mientras el Barón se hallaba en la rectoría, el joven judío se paró un momento en el altar dedicado a San Miguel que de repente se ilumina: Nuestra Señora se le presenta con el aspecto de la Medalla Milagrosa.

«La Virgen no pronunció ninguna palara, pero yo comprendí todo (…) experimenté un cambio tan completo que creí ser otro, la alegría más ardiente brotó del fondo de mi alma; no podía hablar (…) No sabría dar cuenta de las verdades de las cuales había adquirido conocimiento y fe. Todo lo que puedo decir es que cayó el velo que tenía ante los ojos; no un solo velo, sino que se desvaneció la multitud de velos que me rodeaban (…) Salí de un abismo de tinieblas», relataría luego Ratisbonne.

Su amigo, al regresar de la rectoría, lo vio postrado orando con devoción. Luego Alfonso le diría que deseaba confesarse y recibir el bautismo. En 1847 es ordenado sacerdote.

De la redacción de Gaudium Press, con información de RomaSette.it, Adelante la Fe y corazones.org.

 

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