viernes, 29 de marzo de 2024
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Obispo argentino preside Fiesta del Señor del Sumalao: "La imagen de la Cruz es la imagen de Su amor"

Sumalao (Martes, 13-06-2017, Gaudium Press) Mons. Mario Cargnello, Arzobispo de Salta, Argentina, presidió las celebraciones por la Fiesta del Señor del Sumalao, las cuales coinciden con la la Solemnidad de la Santísima Trinidad y congregan a decenas de miles de fieles. La venerada imagen de Cristo Crucificado, que data de principios del Siglo XVII, es según el prelado una excepcional expresión del amor de Dios por los hombres: «La imagen de la Cruz, es la imagen de su sufrimiento, pero también la imagen de su amor».

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Mons. Mario Cargnello, Arzobispo de Salta, preside las celebraciones del Señor del Sumalao. Foto: Arzobispado de Salta.

«Dios ha manifestado el amor, ha manifestado que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, sobre todo en la Cruz y en la Resurrección», predicó Mons. Cargnello en su homilía. «Por eso, este día en el Sumalao, es una hermosa oportunidad para agradecer a Dios». El prelado destacó la identificación de la devoción con la historia de Salta y la trasmisión de la fe de generación a generación por parte de sus devotos.

Ante la imagen de Cristo en la Cruz, el Arzobispo indicó que «Sumalao es la contemplación de Dios por nosotros, de los errores que cometemos. Nos ama sin medida. Es hora de preguntarnos quiénes somos, para recibir el espíritu y hacer el bien», exhortó. «Todos le traemos una súplica, un pedido o una gratitud. Todos traemos la necesidad de sabernos perdonados, y nos adelantamos y acercamos a Él. Yo les pediría que hoy nos acerquemos más todavía, nos miremos y nos dejemos mirar por Él».

Finalmente, Mons. Cargnello contrastó la imagen de Cristo crucificado con las propuestas de los medios de comunicación, rebosantes de apariencia de éxito, belleza exterior y ausencia de límites. «Todo eso pasa. Por eso siempre es bueno volver a quien nos dice la verdad, y nadie más que Jesús nos dice la verdad», concluyó el prelado. «Los otros pueden mentir, pueden aparecer, pueden producirse; pero, Cristo no, él no está producido. La imagen de la Cruz, es la imagen de su sufrimiento, pero también la imagen de su amor».

Con información de AICA.

 

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