viernes, 19 de abril de 2024
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Convento de San Esteban: Joya monumental de Salamanca. Santa Teresa de Jesús fue su ilustre visitante

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Convento de San Esteban, Salamanca / Foto: Gauidum Press – Sonia Trujillo

Salamanca (Lunes, 24-07-2017, Gaudium Press) Entre las joyas monumentales del centro histórico de la ciudad de Salamanca, en España, se encuentra el Convento de San Esteban, ligado a Santo Domingo de Guzmán y a varios acontecimientos que marcaron la historia, no sólo de Salamanca y España, sino del mundo.

El convento, situado muy cerca de la Catedral de Salamanca y de la Plaza Mayor, está compuesto por el claustro y la Iglesia de San Esteban, que destaca por su estilo renancentista-platersco.

Se dice que fue el propio Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, quien mandó fundar este convento poco tiempo después de la creación de la Universidad de Salamanca, instituida en 1218, ya que era deseo del santo que sus frailes hiciesen presencia en las ciudades universitarias; pero el dominico no vio realizada la fundación, ya que falleció en 1221.

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Los trabajos de la edificación actual comenzaron en 1524.

Los frailes de la Orden de Predicadores se establecen en el lugar un año después de la muerte del santo en la Iglesia de Juan el Blanco, fuera de las murallas de la ciudad y cerca al río Tormes, donde posteriormente anexaron el convento, que por desfortunio se vino al suelo con la crecida del río ocurrida en 1256.

Fue el entonces obispo de Salamanca quien les confió la Iglesia de San Esteban, por entonces un pequeño templo románico dedicado al protomártir y ubicado dentro de los muros de la ciudad, donde los dominicos edificaron la primitiva iglesia gótica y el convento con su claustro. Con los años las edificaciones fueron destruidas para dar paso a las actuales, cuya construcción inició en 1524 por iniciativa del Cardenal fray Juan Álvarez de Toledo.

Arquitectura singular

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Escalera de Soto.

De todo el complejo conventual se destaca la fachada de la Iglesia; un completo tapiz renacentista realizado en piedra y con un gran arco triunfal donde está escenificado el martirio de San Esteban, así como varios santos, en su mayoría de la Orden de Predicadores. También sobresale el claustro de las procesiones o de los Reyes con 20 grandes arcos renacentistas, cuyos pilares están decorados con medallones de profetas del Antiguo Testamento.

La Escalera de Soto, diseñada por Rodrigo Gil de Hontañón entre 1553 y 1556, también es otro elemento distintivo de toda la edificación. Recibe este nombre por Fray Domingo de Soto, gran teólogo y confesor de Caros V. Ella destaca por su grandiosidad y belleza y por la técnica utilizada, ya que el tramo inferior soporta los demás, sin descargar su fuerza sobre los muros.

La Sacristía destaca por su grandiosidad. La obra comenzó en 1627 donde los muros están conformados por arcos embebidos que elevan hasta el cielo. No puede faltar la Iglesia, recinto monumental de toda la edificación. Fue construida en forma de cruz latina de una sola nave y con gran luminosidad.

Ilustres visitantes

Varios ilustres visitantes hacen parte de la historia del convento, entre ellos San Teresa de Ávila, quien durante su estancia en Salamanca -entre los años 1570 y 1574- solía acudir a San Esteban para orar y buscar orientación con sus confesores dominicos. Según destaca el mismo convento, la santa y mística encontró en los frailes un apoyo fundamental para la obra de reforma que llevó adelante para la Orden del Carmelo. Hoy en el lugar se evoca el confesionario donde Teresa de Jesús recibió sabios consejos de los frailes, donde es posible interactuar con la santa y mística gracias a una proyección audiovisual.

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Confesionario de Santa Teresa de Ávila.

Sobre los pasillos del anterior claustro también estuvo Cristóbal Colón, quien entre 1486 y 1487 viajó a Salamanca en busca de apoyo para su aventura por las Indias. Ayuda que recibió de Fray Diego de Deza, quien fuese preceptor del príncipe Juan, obispo de Palencia y arzobispo de Sevilla, y quien intercedió ante los Reyes Católicos para que sufragasen el viaje, que llevó al descubrimiento de América.

Con información del Convento de San Esteban.

Gaudium Press / Sonia Trujillo

 

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