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Vila Velha – Espíritu Santo (Martes, 10-04-2018, Gaudium Press) La Fiesta de la Peña de 2018 contó con la realización de la Romería de las Mujeres, que tuvo su cierre en este Domingo de la Misericordia, 8 de abril, con Santa Misa presidida por el obispo auxiliar, Mons. Rubens Sevilha.
Ya al inicio de la ceremonia, y delante de millares de mujeres de fe, el prelado afirmó: «hoy quiero decir que ustedes son santas. Usted, mujer, esposa y madre, ¡usted es santa! No estoy diciendo que usted es perfecta porque ningún ser humano es perfecto».
«¡Usted es santa porque usted carga su familia en las espaldas! Usted carga los problemas en su casa, usted carga nuestra Iglesia, muchas que están aquí y aquellas que están acompañándonos por los medios de comunicación, ustedes cargan la Iglesia en las espaldas, allá en las comunidades siendo catequistas, coordinadoras etc. Y más: si la religión aún existe, es porque usted, mujer, transmite la fe de alguna forma en su familia», explicó, al comentar la importancia de la mujer en la Iglesia y en la sociedad.
En total, más de 60 mil mujeres salieron del Santuario del Divino Espíritu Santo y llegaron a la Playita, un parque en el pie del Morro de la Peña y lugar que recibe las grandes celebraciones en la recta final de la Fiesta de la Peña.
En el camino hasta la Playita, Fray Florival Mariano de Toledo hizo la animación junto con el equipo de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario. Hubo además la llegada de la Imagen de Nuestra Señora en la Playita para la celebración eucarística.
Santo Tomás
En la Santa Misa, al hablar sobre el Evangelio del día, Mons. Sevilha recordó que todos tenemos un poco de Santo Tomás.
Jesús se aproxima con sus llagas para curar las nuestras
«[Tomás] Quería ver a Jesús y tocarlo. Jesús va allá y dice: ¡Ven Tomás! Él no quiere ver sino tocar. Y Jesús aparece con las llagas, con las heridas, diciendo: ¡Toca Tomás en las heridas! Mientras Tomás tocaba en las heridas, Jesús tocaba en el corazón de Tomás. Jesús tocaba en la herida del alma de Tomás. Muchos que están aquí tienen su herida en el alma. Esas heridas que todos nosotros tenemos van a acercarnos a las llagas de Jesús. No es un Jesús limpito, sino con las llagas. Él se aproxima con ellas para curar las nuestras», reflexionó.
El Día de la Misericordia también fue citado por el religioso, que destacó la fecha como el día del amor de Dios. «No de nuestro amor. Nuestro amor es frágil, es limitado. Solo Dios es capaz de ese amor», enfatizó.
«Dios nos ama con amor de madre. La misericordia de Dios es muy parecida con el amor de madre: a veces cobra del hijo, ella es dura con el hijo, es muy severa, pero el amor, la misericordia, está allá hondo en el corazón. Solo es exigente por fuera. Ella jamás rechaza al hijo, ella lo acoge», completó.
Mons. Sevilha además aconsejó a la multitud no abatirse delante de los problemas mundanos. «¡Incluso con tantos problemas en nuestro mundo, tanta violencia, tanta corrupción, nosotros sufrimos, nosotros luchamos y vamos a mejorar porque Él está con nosotros, él vive con nosotros!».
Por último, el obispo auxiliar dirigió su atención a las madres que sufrieron la pérdida de un hijo. «Quien carga una herida incurable en el alma son las madres que ya enterraron un hijo. Y peor aún, la madre que tuvo un hijo asesinado. Que Nuestra Señora, que vivió eso en la carne con su hijo asesinado, cure la herida de su corazón. ¡Que Nuestra Señora te ayude a enfrentar las luchas de la vida y a no desanimar!». (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones del site www.conventodapenha.org.br
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