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Papa en Santa Marta: Memoria cristiana es el encuentro con Jesucristo y la sal de la vida

Ciudad del Vaticano (Jueves, 07-06-2018, Gaudium Press) Durante la homilía de la Misa celebrada ayer, en la Capilla de la Casa Santa Marta el Papa Francisco trató de la Memoria Cristiana.

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Para el Papa, que inspiró sus reflexiones en la exhortación de San Pablo a Timoteo, en la Primera Lectura: «Acuérdate de Jesucristo», la memoria cristiana es la sal de la vida: debemos recordar y contemplar los primeros momentos en los cuales encontramos a Jesús, dijo Francisco.

Memoria Cristiana: Sal de la Vida

Debemos volver en la memoria para encontrar a Cristo. Y el Papa explicó el porqué: «para encontrar fuerzas y poder caminar adelante. La memoria cristiana es siempre un encuentro con Jesucristo».

«La memoria cristiana es como la sal de la vida. Sin memoria no podemos ir para adelante. Cuando encontramos cristianos «desmemoriados», luego vemos que perdieron el sabor de la vida cristiana y acabaron como personas que cumplen los mandamientos, pero sin la mística, sin encontrar a Jesucristo. Y a Jesucristo debemos encontrarlo en la vida, afirmó Francisco.

Tres Memorias, Tres Encuentros

Son tres las situaciones en que podemos encontrar a Jesucristo: «en los primeros momentos, en nuestros antepasados y en la ley», dijo el Pontífice que indicó la Carta a los Hebreos para aprender cómo realizar estos encuentros:

«Evoquen en la memoria aquellos primeros tiempos, después de la conversión, en que eran tan fervorosos…», dice San Pablo. «Cada uno de nosotros tiene momentos de encuentro con Jesús», prosiguió Francisco.

Cada uno tiene Momentos de Encuentros con Jesús: Búsquelos

En nuestra vida hubo «uno, dos, tres momentos en que Jesús se acercó, se manifestó. No olviden esos momentos: debemos ir para atrás y retomarlos porque son momentos de inspiración, donde nosotros encontramos a Jesucristo».

«Cada uno de nosotros tiene momentos así: cuando encontró a Jesucristo, cuando cambió de vida, cuando el Señor le hizo ver la propia vocación, cuando el Señor lo visitó en un momento difícil… Nosotros en el corazón tenemos esos momentos. Busquémoslo.
Contemplemos esos momentos. Memoria de aquellos momentos en los cuales yo encontré a Jesucristo. Memoria de aquellos momentos en los cuales Jesucristo encontró a mí. Son la fuente del camino cristiano, la fuente que me dará las fuerzas.

Francisco, entonces preguntó:

«¿Yo recuerdo esos momentos?» Aquellos «Momentos de encuentro con Jesús cuando mi vida cambió, ¿cuándo me prometió algo?» «Si nosotros no recordamos, vamos a buscarlos. Cada uno de nosotros tiene los suyos.»

Memoria de los Antepasados

El Papa continuó con sus reflexiones diciendo que el segundo encuentro con Jesús sucede a través de la memoria de los antepasados, que, en la Carta a los Hebreos, San Pablo llama «a sus jefes, que les enseñaron la fe», cuando en la segunda carta a Timoteo, lo exhorta así: ‘Acuérdate de tu madre y de tu abuela que te transmitieron la fe».

«No recibimos la fe por correo», afirmó el Papa, sino «hombres y mujeres nos transmitieron la fe» y apunta el Papa para la Carta a los Hebreos: «Miren para ellos que son una multitud de testigos y se fortalezcan en ellos, ellos que sufrieron el martirio».

Aguas Turbias

Siempre cuando el agua de la vida se torna un poco turbia, recomendó Francisco, «es importante ir a la fuente y encontrar en ella la fuerza para ir adelante.

Podemos preguntarnos, dijo: «¿yo evoco a mis antepasados? ¿Yo soy un hombre, una mujer con raíces? ¿O me torné desarraigado? ¿Solamente vivo en el presente? Si es así, es preciso inmediatamente pedir la gracia de volver a las raíces», a aquellas personas que nos transmitieron la fe, completó.

Escuchad, Israel, al Señor nuestro Dios

Por último, Francisco trató de la tercera memoria: la ley. Que Jesús nos hace recordar en el Evangelio de Marcos.
El primer mandamiento es: «Escuchad, Israel, al Señor nuestro Dios».

«La memoria de la ley. La ley es un gesto de amor que el Señor hizo con nosotros porque nos indicó el camino, nos dijo: por esta estrada no vas a equivocarte. Evocar en la memoria la ley. No la ley fría, que parece simplemente jurídica. No. La ley del amor, la ley que el Señor insertó en nuestro corazón.

Y cuestionó además el Papa: «¿Yo soy fiel a la ley, recuerdo la ley, respeto la ley?».

«Algunas veces, nosotros cristianos, inclusive consagrados, tenemos dificultad de decir de memoria los mandamientos: ‘Sí, sí, yo recuerdo, pero después en un cierto punto me equivoco, no recuerdo».

Memoria y Esperanza

Acordarse de Jesucristo significa tener «la mirada fija en el Señor», «en los momentos de mi vida en los cuales yo lo encontré, momentos de prueba, en mis antepasados y en la ley. Y la memoria «no es solamente un ir para atrás».

Es ir para atrás para ir para adelante. Memoria y esperanza van juntas. Son complementarias, se completan.

«Acuérdate de Jesucristo, el Señor que vino, pagó por mí y que vendrá. El Señor de la memoria, el Señor de la esperanza».
Concluyendo, Francisco hizo una invitación final:

Tomen un minuto para preguntarse cómo está la memoria de los momentos en los cuales encontré al Señor, la memoria de mis antepasados y la memoria de la ley. Después, pregunten cómo va mi esperanza, en aquello que espero.

«Que el Señor nos ayude en este trabajo de memoria y de esperanza.» JSG

(De la Redacción Gaudium Press, con informaciones Vatican News)

 

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