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Ciudad del Vaticano (Viernes, 21-09-2018, Gaudium Press) Este jueves (20/09), durante la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa Santa Marta, al reflexionar sobre la Primera Lectura extraída de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios y sobre el Evangelio de Lucas, que trae las palabras de Jesús: «Sus pecados están perdonados porque mostró mucho amor», el Papa Francisco afirmó que «la fuerza del diablo es la hipocresía, porque él es mentiroso: se muestra como príncipe poderoso, bellísimo, y por detrás es un asesino».
Fue también en la misma homilía que Francisco hizo una oración donde pedía a Jesús proteger siempre «con su misericordia y su perdón» nuestra Iglesia, «que como madre es santa, pero llena de hijos pecadores como nosotros».
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Jesús mira el pequeño gesto de amor
El Papa distinguió en las lecturas del día «tres grupos de personas»: Jesús y sus discípulos; Pablo y la mujer.
Subrayó que la mujer se muestra «con amor, con mucho amor a Jesús», no escondiendo «ser pecadora».
Lo mismo ocurre con Pablo, que afirma: «Con efecto, transmitíos, en primer lugar, aquello que yo mismo había recibido, a saber: que Cristo murió por nuestros pecados.»
Para el Papa, los dos buscaban a Dios «con amor, pero un amor por la mitad».
Pablo «pensaba que el amor fuese una ley y tenía el corazón cerrado para la revelación de Jesucristo: perseguía a los cristianos, pero por el celo de la ley, por eso era un amor inmaduro».
En cuanto a la mujer, Francisco dijo que ella buscaba el amor, el «pequeño amor».
Los fariseos comentaban, pero Jesús explicó: «Los pecados que ella cometió fueron perdonados porque ella mostró mucho amor». «¿Pero, amar cómo? Jesús mira el pequeño gesto de amor, el pequeño gesto de buena voluntad, toma ese gesto y lo lleva adelante.
Esta es la misericordia de Jesús: siempre perdona y siempre recibe.
Hipócritas
El diablo no tiene relación con los pecadores arrepentidos, porque miran para Dios y dicen: «Señor, soy pecador, ayúdame».
El diablo, afirmó además el Pontífice, es impotente, pero es fuerte con los hipócritas. Y la fuerza del diablo es la hipocresía, porque él es mentiroso: se muestra como príncipe poderoso, bellísimo, y por detrás es un asesino. (JSG)
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