{"id":131588,"date":"2021-09-04T14:59:16","date_gmt":"2021-09-04T19:59:16","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=131588"},"modified":"2021-09-05T07:19:15","modified_gmt":"2021-09-05T12:19:15","slug":"moises-no-hubo-otro-profeta-como-el","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/moises-no-hubo-otro-profeta-como-el\/","title":{"rendered":"Mois\u00e9s, no hubo otro profeta como \u00e9l"},"content":{"rendered":"

Hoy la Iglesia celebra al gran Mois\u00e9s, cuya figura ilumina e iluminar\u00e1 los siglos futuros.<\/i><\/span><\/p>\n

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Redacci\u00f3n (04\/09\/2021 14:02, <\/b><\/span>Gaudium Press<\/b><\/span><\/a><\/u><\/span>)<\/b><\/span> Mois\u00e9s, el elegido por Dios, que fue salvado de las aguas, cuya gran misi\u00f3n fue iniciada en una huida, pues tuvo que <\/span>partir a otras tierras<\/span> cuando <\/span>culposamente <\/span>se corri\u00f3 la voz de que hab\u00eda asesinado a un egipcio.<\/span><\/p>\n

Huye, y no sabe que Dios lo \u2018persegu\u00eda\u2019, lo santificaba. En el exilio aprendi\u00f3 a ser pastor, aquel que hab\u00eda sido educado en la m\u00e1s refinada corte. Pero cuando cre\u00eda que su vida permanecer\u00eda en la contemplaci\u00f3n de las maravillas divinas en un Sina\u00ed m\u00edtico, un d\u00eda se le manifiesta el Se\u00f1or en una zarza ardiente y le dice: \u201cYo, soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob\u201d, es decir, lo va colocando a la altura de los patriarcas originales del pueblo hebreo.<\/p>\n

Mois\u00e9s le pregunta a Dios cu\u00e1l es, c\u00f3mo es su nombre, m\u00e1s para saber de qu\u00e9 manera lo debe presentar ante los id\u00f3latras egipcios. Es entonces cuando el Se\u00f1or le da el nombre sobre todo nombre, de trascendencia infinita: \u201cYo soy el que soy\u201d, perfecta definici\u00f3n metaf\u00edsica, teol\u00f3gica, literaria de la esencia divina. \u201cEl que es\u201d, por siempre, Yahv\u00e9.<\/p>\n

Este Dios, que se muestra en su inmensidad, se manifestar\u00e1 tambi\u00e9n amigo del manso y humilde Mois\u00e9s, su amigo, al que le hablar\u00e1 \u2018cara a cara\u2019.<\/p>\n

Mois\u00e9s vuelve a Egipto, y tiene esa batalla material y m\u00edstica por su pueblo con el fara\u00f3n, batalla en la que vence de la forma m\u00e1s grandiosa que cualquiera de todas las batallas de la historia antigua, haciendo que incluso los mares le obedezcan. Pero es entonces que comienza una lucha m\u00e1s penosa, la batalla con su pueblo, de dura cerviz.<\/p>\n

Mois\u00e9s, el amigo de Dios<\/b><\/span><\/p>\n

Llegados Mois\u00e9s y su pueblo al Monte Sina\u00ed, lugar de belleza misteriosa, grandiosa y fant\u00e1stica, renueva Dios la alianza con ese pueblo, la alianza de Abrah\u00e1n, la alianza que ser\u00e1 perfecta con Cristo, y que en ese momento ser\u00e1 sellada con las tablas de la ley, el Dec\u00e1logo. Pero antes los jud\u00edos, con el sumo sacerdote Aar\u00f3n a la cabeza, hab\u00edan adorado un becerro de oro, que Mois\u00e9s transform\u00f3 en polvo e hizo tragar pasado por agua. Los jud\u00edos deb\u00edan mantenerse fieles al Dec\u00e1logo, para as\u00ed respetar la alianza con Dios.<\/p>\n

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Dios multiplic\u00f3 los beneficios a los israelitas en su camino a la tierra prometida, envi\u00f3 man\u00e1 que les sab\u00eda a lo que quisiesen \u2013 prefigura de la Eucarist\u00eda \u2013, cuando se cansaron les mand\u00f3 codornices, hizo brotar un pozo de agua burbujeante cuando los consum\u00eda la sed. Pero ya los hab\u00eda sacado milagrosamente de Egipto, los hab\u00eda protegido con una columna de nubes para guiarlos y que los egipcios no los alcanzasen, les hab\u00eda abierto el mar y luego lo hab\u00eda cerrado sin contemplaci\u00f3n, en defensa de su pueblo. Pero este pueblo obsequiado pero muy ingrato, quiso adorar los \u00eddolos.<\/p>\n

Y Dios quiso entonces darle a Mois\u00e9s otro pueblo; pero Mois\u00e9s intercedi\u00f3 por su pueblo que era miserable, como siglos despu\u00e9s el Hijo de Dios interceder\u00eda por la miserable raza de Ad\u00e1n. Y \u00e9l, que era inocente, como lo fue el Cordero Inocente, tuvo que vagar con su pueblo por 40 des\u00e9rticos a\u00f1os, pues as\u00ed se expiar\u00eda el pecado del pueblo de la Alianza.<\/p>\n

Sin embargo llegaba el d\u00eda en que el pueblo entrar\u00eda en la Tierra prometida, a la que no entrar\u00eda Mois\u00e9s. Solo por una leve duda, al momento de cumplir la orden del Se\u00f1or de abrir una fuente, Dios quiso llev\u00e1rselo a s\u00ed. No ser\u00eda el Mois\u00e9s se\u00f1or de la Tierra Prometida, ser\u00eda el Mois\u00e9s de la Tierra Celestial de Dios, Dios lo quer\u00eda ya entero para s\u00ed, completo, incluso con la aceptaci\u00f3n humilde del decreto de Yahv\u00e9, que le imped\u00eda entrar a la tierra que \u00e9l hab\u00eda arrancado de Dios con su propio sacrificio.<\/p>\n

Y Mois\u00e9s sigui\u00f3 dando recomendaciones a su pueblo, prepar\u00f3 a su sucesor Josu\u00e9, y sobre todo, sirvi\u00f3 de figura y modelo para los siglos futuros, pues, como lo resume el Deuteronomio, \u201cNo hubo nunca m\u00e1s en Israel un profeta como Mois\u00e9s, a quien Yahv\u00e9 conoci\u00f3 cara a cara\u201d.<\/p>\n

Mois\u00e9s se apareci\u00f3 junto a Cristo en el Tabor, cuando se hab\u00eda alcanzado la plenitud de los tiempos, tan grande es Mois\u00e9s.<\/p>\n

Quiera Dios enviarnos a Mois\u00e9s, o a nuevos Mois\u00e9s, cuando las luchas de su Iglesia lleguen al auge, de pronto cuando todo parezca perdido, para que \u00e9l abra los mares, para que tambi\u00e9n los cierre, para que nos obtenga la fortaleza del agua de la vida, para nos haga llegar finalmente a la Tierra Prometida.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Hoy la Iglesia celebra al gran Mois\u00e9s, cuya figura ilumina e iluminar\u00e1 los siglos futuros. Redacci\u00f3n (04\/09\/2021 14:02, Gaudium Press) Mois\u00e9s, el elegido por Dios, que fue salvado de las aguas, cuya gran misi\u00f3n fue iniciada en una huida, pues tuvo que partir a otras tierras cuando culposamente se corri\u00f3 la voz de que hab\u00eda… Ver art\u00edculo<\/a>","protected":false},"author":8,"featured_media":131589,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":[],"categories":[6],"tags":[840,4295,511],"acf":[],"featured_image_src":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2021\/09\/Moises-2.jpg","newsletter_img":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2021\/09\/Moises-2-aspect-ratio-570-300.jpg","newsletter_date":"20210904","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/131588"}],"collection":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/8"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=131588"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/131588\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/131589"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=131588"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=131588"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=131588"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}