{"id":147429,"date":"2022-10-10T14:00:14","date_gmt":"2022-10-10T19:00:14","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=147429"},"modified":"2022-10-10T14:00:14","modified_gmt":"2022-10-10T19:00:14","slug":"la-ingratitud-en-el-mundo-de-hoy","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/la-ingratitud-en-el-mundo-de-hoy\/","title":{"rendered":"La ingratitud en el mundo de hoy"},"content":{"rendered":"
\u00bfCu\u00e1l es la raz\u00f3n de la ingratitud? A pesar de las m\u00faltiples causas, sin duda, es la deficiencia en el juicio que hacemos de las cosas, considerando bueno lo que es malo, y viceversa.<\/i><\/span><\/p>\n <\/span><\/p>\n Redacci\u00f3n (10\/10\/2022 13:46, <\/b><\/span>Gaudium Press<\/b><\/span><\/a><\/u><\/span>)<\/b><\/span> A finales del siglo XIX, tuvo lugar en S\u00e3o Paulo, <\/span>Brasil,<\/span> un acontecimiento que ilustra muy bien la liturgia de <\/span>ayer<\/span>.<\/span><\/p>\n Hab\u00eda una se\u00f1ora rica que, estando mal de salud, encontr\u00f3 en la casa de una muy buena familia de S\u00e3o Paulo un lugar propicio y acogedor para recuperarse. Los due\u00f1os de la casa incluso hicieron arreglos para que sus propias hijas cuidaran de la se\u00f1ora.<\/p>\n Una de ellas, muy virtuosa y rebosante de cari\u00f1o, pronto se hizo cari\u00f1osa en el cuidado de la enferma. Sin embargo, una de las hermanas le dijo:<\/p>\n \u2013 \u201cFulana de tal, no seas tonta. \u00bfQuieres saber qu\u00e9 pasar\u00e1? Cuando se vaya, ni siquiera te lo agradecer\u00e1. \u00a1Me lo agradecer\u00e1 a m\u00ed, que solo paso unos instantes con ella para contarle una an\u00e9cdota divertida!<\/p>\n Dicho y hecho. Cuando la se\u00f1ora sali\u00f3 de la residencia, dijo fr\u00edamente un \u201chasta luego; gracias fulana de tal\u201d a su mayor benefactora. Sin embargo, dirigi\u00e9ndose a la que solo le hab\u00eda contado chistes, le dijo:<\/p>\n – \u201cEstoy muy agradecida contigo. Fuiste un \u00e1ngel para m\u00ed, me divertiste, me dijiste tantas cosas divertidas, me levantaste el \u00e1nimo\u201d.<\/p>\n Despu\u00e9s que se hubo ido la se\u00f1ora, la que s\u00f3lo sab\u00eda contar historias, le dijo a su hermana que se hab\u00eda mostrado cari\u00f1osa con la enferma:<\/p>\n – \u201c\u00bfViste? \u00bfNo te lo dije? Deja de dedicarte as\u00ed a los que son malos, porque s\u00f3lo recibir\u00e1s piedras\u201d.<\/p>\n A lo que ella, algo conmovida, pero nada resentida, respondi\u00f3:<\/p>\n \u2013 \u201c\u00a1Pero el bien qued\u00f3 hecho!\u201d[1]<\/p>\n La curaci\u00f3n de diez leprosos<\/b><\/p>\n Algo similar ocurre en el Evangelio de la liturgia de ayer, en un grado superlativamente m\u00e1s grave. San Lucas nos cuenta que mientras Jes\u00fas pasaba entre Samaria y Galilea, se le acercaron diez leprosos pidi\u00e9ndole que los curara de su enfermedad. El Divino Maestro les orden\u00f3 que se presentaran a los sacerdotes. Fueron, y en el camino fueron todos curados. Sin embargo, s\u00f3lo uno, que era extranjero, volvi\u00f3 a dar gracias (cf. Lc 17, 11-16).<\/p>\n \u201c\u00bfY d\u00f3nde est\u00e1n los otros nueve?\u201d pregunt\u00f3 el Se\u00f1or (Lc 17,17). Simplemente no volvieron. Ahora bien, \u00bfc\u00f3mo clasificar a quienes reciben un beneficio y no lo agradecen? Como m\u00ednimo, desconocedor de la buena educaci\u00f3n, algo que se aprende desde la infancia y que, por desgracia, cada vez es m\u00e1s raro en estos d\u00edas.<\/p>\n De diez sanados, solo hubo uno que agradeci\u00f3. Ojal\u00e1 en nuestros d\u00edas hubiera uno agradecido por nueve ingratos, pues as\u00ed la situaci\u00f3n ser\u00eda a\u00fan comparable a la del Evangelio…<\/p>\n Santo Tom\u00e1s de Aquino explica que hay tres grados en la virtud de la gratitud:<\/p>\n 1) Reconocer el beneficio;<\/p>\n 2) Dar gracias al benefactor;<\/p>\n 3) Devolver el favor de alguna manera. [2]<\/p>\n Curiosamente, estos tres grados se reflejan en las formas de dar gracias en diferentes idiomas. La f\u00f3rmula inglesa Thank you<\/i> tiene la misma ra\u00edz que el verbo To Think; pues pensar en un beneficio es, en definitiva, reconocerlo. Las lenguas latinas, en general, parecen referirse al segundo nivel de gratitud, es decir, dar gracias: gratias<\/i>, en lat\u00edn; gracias, en espa\u00f1ol; grazie<\/i>, en italiano, etc. Nuestro \u201cobrigado\u201d (em portugu\u00e9s \u2018obligado\u2019) parece estar en el tercer grado de gratitud: la obligaci\u00f3n de devolver. [3]<\/p>\n Los nueve leprosos que no volvieron a dar gracias ni siquiera parecen haber reconocido el beneficio que recibieron; de lo contrario, habr\u00edan tomado alguna medida. El que volvi\u00f3 estaba al menos en el segundo grado de gratitud. \u00bfC\u00f3mo pudo haber alcanzado el \u00faltimo grado? \u00bfC\u00f3mo devolver un bien tan alto como la cura de una enfermedad? La \u00fanica forma ser\u00eda con su propia vida. Es decir, si se dispuso a seguir y servir a Nuestro Se\u00f1or hasta el final de sus d\u00edas. \u00bfLo hizo? No sabemos; pero eso esperamos.<\/p>\n Una de las causas de la ingratitud<\/b><\/p>\n Tenemos una pregunta: \u00bfcu\u00e1l es la raz\u00f3n de la ingratitud? Las respuestas ser\u00edan innumerables, sin embargo es oportuno recalcar \u00e9sta: una deficiencia en el juicio que hacemos de las cosas, considerando bueno lo que es malo, y viceversa. Expliqu\u00e9moslo.<\/p>\n \u00bfPor qu\u00e9 un enfermo tiene m\u00e1s \u201cagradecimiento\u201d por quien le cuenta chistes que por quien le cura? Adem\u00e1s, si la risa beneficiara m\u00e1s a los enfermos que ir al m\u00e9dico, mejor ser\u00eda llevarlos a un circo, no a un hospital. Al final, estas son las inconsistencias de la vida.<\/p>\n Sin embargo, hay personas que consideran la risa como un bien superior a la terapia. En el caso de los nueve leprosos del evangelio de hoy, hab\u00eda algo que atesoraban m\u00e1s que la curaci\u00f3n que les concedi\u00f3 nuestro Se\u00f1or. \u00bfQu\u00e9 ser\u00eda ese \u201calgo\u201d? Probablemente la opini\u00f3n de los dem\u00e1s. Pero no lo sabemos con seguridad, porque no conocemos su historia.<\/p>\n Y nosotros, \u00bfcu\u00e1ntas veces no hemos sido curados por Dios de la terrible \u201clepra\u201d del alma, que es el pecado? \u00bfHemos sido agradecidos con nuestro Creador? \u00bfO, por desgracia, hemos descuidado los favores del Alt\u00edsimo y puesto nuestro esfuerzo en cosas que, aunque buenas y l\u00edcitas, son menos importantes para nuestra salvaci\u00f3n?<\/p>\n T\u00edtulo primario<\/b><\/span><\/p>\n Finalmente, la liturgia de ayer 28\u00ba domingo del Tiempo Ordinario nos ense\u00f1a que, antes de decir \u201cpor favor\u201d a Dios, es necesario enviarle un hermoso y c\u00e1lido \u201cgracias\u201d a sus o\u00eddos.<\/p>\n Por Lucas Rezende<\/i><\/p>\n [1] Ver CL\u00c1 DIAS, Jo\u00e3o Scognamiglio. Dona Lucilia. Ciudad del Vaticano: LEV, 2013, p. 85.<\/p>\n [2] Cfr. S. Th. II-II, q.107, a.2, co.<\/p>\n [3] Cfr. LAUAND, Jean. \u201cObrigado\u201d, \u201cPerd\u00f3name\u201d: la filosof\u00eda de Santo Tom\u00e1s de Aquino que subyace a nuestro lenguaje cotidiano. Hospitalidad, v. 16, n\u00fam. 02, (mayo-agosto) 2019, p\u00e1g. 141-142.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\u00bfCu\u00e1l es la raz\u00f3n de la ingratitud? A pesar de las m\u00faltiples causas, sin duda, es la deficiencia en el juicio que hacemos de las cosas, considerando bueno lo que es malo, y viceversa. Redacci\u00f3n (10\/10\/2022 13:46, Gaudium Press) A finales del siglo XIX, tuvo lugar en S\u00e3o Paulo, Brasil, un acontecimiento que ilustra muy… Ver art\u00edculo<\/a>","protected":false},"author":7,"featured_media":147430,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":[],"categories":[5],"tags":[6722,1615,6723,2412,6721,3580],"acf":[],"featured_image_src":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2022\/10\/R184-EVA-cura-dos-leprosos-aspect-ratio-770-400.jpg","newsletter_img":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2022\/10\/R184-EVA-cura-dos-leprosos-aspect-ratio-770-400-aspect-ratio-570-300.jpg","newsletter_date":"20221010","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/147429"}],"collection":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/7"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=147429"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/147429\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/147430"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=147429"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=147429"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=147429"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}