{"id":159078,"date":"2023-07-26T15:01:55","date_gmt":"2023-07-26T20:01:55","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=159078"},"modified":"2023-07-26T20:22:49","modified_gmt":"2023-07-27T01:22:49","slug":"bendito-el-dia-en-que-dios-dijo-hagamos-a-mozart","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/bendito-el-dia-en-que-dios-dijo-hagamos-a-mozart\/","title":{"rendered":"Bendito el d\u00eda en que Dios dijo, \u2018hagamos a Mozart…\u2019"},"content":{"rendered":"

La m\u00fasica (la mera m\u00fasica, sin hablar a\u00fan de sus letras), tal vez como ning\u00fan otro arte, tiene la facultad de entrar en nuestro esp\u00edritu sin pasar por el filtro de la conciencia.<\/i><\/span><\/p>\n

\"\"<\/span><\/p>\n

Redacci\u00f3n (26\/07\/2023 12:13, <\/b><\/span>Gaudium Press<\/b><\/span><\/a><\/u><\/span>)<\/b><\/span> Mozart, realmente una maravilla. <\/span><\/p>\n

Mientras trabajo, escucho uno de esos <\/span>collage<\/i><\/span> posteados<\/span> en <\/span>YouTube<\/i><\/span>, <\/span>dispuestos <\/span>para todo aquel que quiera <\/span>ameni<\/span>zar <\/span>las<\/span> horas de labor <\/span>con su m\u00fasica,<\/span> sin estridencias, <\/span>sin que <\/span>se <\/span>obstaculice<\/span>n las labores<\/span>, sin quedar con los nervios de punta, e <\/span>incluso <\/span>\u2013 algunos <\/span>lo <\/span>dicen, no s\u00e9 que tanta base cient\u00edfica tendr\u00e1 esto \u2013 quedando hasta m\u00e1s <\/span>inteligente<\/i><\/span> por causa del \u2018efecto Mozart\u2019.<\/span><\/p>\n

Es dif\u00edcil que haya alguien que no le guste Mozart, aunque no tenga entre sus preferencias la m\u00fasica cl\u00e1sica.<\/p>\n

Algunos podr\u00e1n decir que Chopin les parece una melcocha sin car\u00e1cter y dulzona; otros se\u00f1alar\u00e1n a Wagner como la exhalaci\u00f3n \u2013 \u00bfcon ojos enroscados? \u2013 de la punta del dramatismo alem\u00e1n; incluso alguien podr\u00eda llegar a quejarse de falta de continuidad mel\u00f3dica en ciertas piezas de Bach.<\/p>\n

\u00bfPero Mozart? Mozart es como esa \u2018monedita de oro\u2019, que s\u00ed le gusta a todo el mundo.<\/p>\n

Hay quienes se quejan de que la m\u00fasica cl\u00e1sica sinf\u00f3nica es con frecuencia mon\u00f3tona, aburrida, pero muy pocos intentar\u00e1n endilgarle este calificativo a Mozart, quien en sus obras expresa v\u00edvidamente todas las tonalidades de los estados de esp\u00edritu que puede vivir el hombre.<\/p>\n

Desde los lamentos muy dolidos de su R\u00e9quiem<\/i>, pasando por las aventuras de La Flauta M\u00e1gica<\/em>, o por las ruletas rusas de las pasiones de Don Giovanni<\/em>, y terminando con los agradables ritmos y tonalidades de su obra m\u00e1s popular, la Sinfon\u00eda 40<\/em>, Mozart puede servir de aderezo para cualquier situaci\u00f3n, sea una jornada laboral, una conversaci\u00f3n entre amigos al mediod\u00eda, o una reuni\u00f3n vespertina, donde se aborden tanto los asuntos m\u00e1s serios como los m\u00e1s leves.<\/p>\n

Mozart no absorbe sino que acompa\u00f1a, no impone sino que apoya; Mozart no busca ya cambiar, solo ilustrar; Mozart no grita sino que conversa. Mozart acompa\u00f1a el luto sin desesperar, o causa la alegr\u00eda sin exhorbitar. Mozart es m\u00fasica respetuosa con la dignidad humana. Mozart no es el de los tonos de la intemperancia, esa pre-drogadicta que busca los extremos, sino que Mozart es inocente y temperante, al mismo tiempo que m\u00fasica entretenida y animada, en cada estado de esp\u00edritu que est\u00e9 reflejando o acompa\u00f1ando.<\/p>\n

Maravilloso fue el d\u00eda en que de lo alto de los cielos Dios dijo: Hagamos un Mozart<\/em>, para acompa\u00f1ar la vida cotidiana del ser humano. Recemos para que se haya salvado y no condenado, aunque su vida no haya sido del todo mod\u00e9lica, ni mucho menos.<\/p>\n

Pero estas l\u00edneas no pretenden ser meramente una apolog\u00eda del gran Mozart, sino que buscan ilustrar un tanto sobre el \u2018lenguaje\u2019 oculto de la m\u00fasica.<\/p>\n

Camina uno por la calle, se entra a un caf\u00e9 o a un centro comercial, y con mucha frecuencia est\u00e1 sonando una m\u00fasica. Podr\u00e1 agradarnos o no, sernos placentera o no, pero a los pocos minutos nos habremos acostumbrando a ella y no le estaremos prestando atenci\u00f3n. Sin embargo, \u00bfhabr\u00e1 ah\u00ed terminado el efecto de esa m\u00fasica? En absoluto.<\/p>\n

La m\u00fasica (la mera m\u00fasica, sin hablar a\u00fan de sus letras), tal vez como ning\u00fan otro arte, tiene la facultad de entrar en nuestro esp\u00edritu sin pasar por el filtro de la conciencia. Es como un caminar de las notas por el aire, y luego un introducirse de ellas directo hasta el fondo de la sensibilidad humana, haci\u00e9ndola vibrar de uno u otro modo, pero de una manera casi necesaria, a la que el hombre no se puede oponer.<\/p>\n

Pero al conmover y casi manipular de esta manera la sensibilidad, la m\u00fasica s\u00ed puede ir moldeando una mentalidad, nuestra mentalidad.<\/p>\n

As\u00ed que cuidado con lo que escuchamos, que podemos terminar pareci\u00e9ndonos al cantante sucio de moda, de esos de los que estamos plagados hoy.<\/p>\n

Mejor recordar, y disfrutar a Mozart\u2026 Un d\u00eda no tan lejano hablaremos de otro grande, de Haendel. O del Gregoriano. O de todo lo que hay en el Universo, porque todo trae su mensaje, y vivir lo que se dice vivir, no es comer y dormir como los animalitos, sino percibir la voz de Dios o la de lo contrario de Dios, en el Orden del Universo.<\/p>\n

Por Carlos Castro<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"La m\u00fasica (la mera m\u00fasica, sin hablar a\u00fan de sus letras), tal vez como ning\u00fan otro arte, tiene la facultad de entrar en nuestro esp\u00edritu sin pasar por el filtro de la conciencia. Redacci\u00f3n (26\/07\/2023 12:13, Gaudium Press) Mozart, realmente una maravilla. Mientras trabajo, escucho uno de esos collage posteados en YouTube, dispuestos para todo… Ver art\u00edculo<\/a>","protected":false},"author":7,"featured_media":159079,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_acf_changed":false,"footnotes":""},"categories":[5],"tags":[415,472,2964],"class_list":["post-159078","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-opinion","tag-contemplacion","tag-musica","tag-orden-del-universo"],"acf":[],"featured_image_src":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2023\/07\/5-7-700x897.jpg","newsletter_img":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2023\/07\/5-7-aspect-ratio-570-300.jpg","newsletter_date":"20230726","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/159078","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/7"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=159078"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/159078\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/159079"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=159078"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=159078"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=159078"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}