{"id":170243,"date":"2024-04-02T12:54:16","date_gmt":"2024-04-02T17:54:16","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=170243"},"modified":"2024-04-03T05:58:43","modified_gmt":"2024-04-03T10:58:43","slug":"la-alcachofa-el-camino-del-trompetista-el-kohinoor-y-el-absoluto","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/la-alcachofa-el-camino-del-trompetista-el-kohinoor-y-el-absoluto\/","title":{"rendered":"La Alcachofa, el camino del Trompetista, el Kohinoor y el Absoluto"},"content":{"rendered":"

\u201c\u2026a medida que la va deshojando, prueba carnes verdes y amarillas m\u00e1s tiernas, m\u00e1s deliciosas, degusta pistilos m\u00e1s concentrados…\u201d <\/i><\/span><\/p>\n

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Foto: Sakura Ho en Unplash<\/p><\/div>\n

Redacci\u00f3n (02\/04\/2024, <\/b><\/span>Gaudium Press<\/b><\/span><\/a><\/u><\/span>)<\/b><\/span> Era frecuente que el prof. Plinio Corr\u00eaa de Oliveira se saliese de los padrones <\/span>conocidos<\/span>: son las dulces sorpresas del don de sabidur\u00eda, que brilla en los hombres <\/span>con <\/span>concentraci\u00f3n de Dios.<\/span><\/p>\n

Como cuando compar\u00f3 el buen viaje del alma en esta vida a quien come una alcachofa. <\/span><\/p>\n

S\u00ed, una alcachofa, la de verdes p\u00e9talos, <\/span>sencilla y deliciosa.<\/span><\/p>\n

El ser humano comienza su periplo y va conociendo el universo que lo rodea, va alegr\u00e1ndose con unas cosas, a veces sin saber por qu\u00e9, va comiendo los p\u00e9talos exteriores de la rosa verde de la Creaci\u00f3n, que ya le anuncian, le traen una noci\u00f3n de algo m\u00e1s rico, m\u00e1s all\u00e1, m\u00e1s dentro.<\/span><\/p>\n

A medida que la va deshojando, <\/span>prueba<\/span> carnes verdes y amarillas m\u00e1s tiernas, m\u00e1s deliciosas, <\/span>degusta<\/span> pistilos m\u00e1s concentrados, hasta que llega al coraz\u00f3n, que entre verde, amarillo y blanco, siente el <\/span>gourmet <\/i><\/span>que arrib\u00f3 a la esencia, al el\u00edxir, al jugo m\u00e1s rico y concentrado de la verde rosa.<\/span><\/p>\n

As\u00ed deber\u00eda ser el caminar del hombre. El buen caminar.<\/span><\/p>\n

A medida que va conociendo el Universo, el mundo de los hombres, de la naturaleza, de la cultura, el ser humano se va maravillando, se va dando cuenta de que la cualidad que tanto le llamaba la atenci\u00f3n ayer, es buena s\u00ed, pero que debe haber algo m\u00e1s. Hasta que un<\/span> d\u00eda encuentra ese algo m\u00e1s, y se encanta, descansa. Pero despu\u00e9s de un tiempo, ya como que se apropi\u00f3 de ese grado mayor, y desea algo m\u00e1s, busca algo m\u00e1s.<\/span><\/p>\n

Es como el camino de un trompetista.<\/span><\/p>\n

De regalo de su primera comuni\u00f3n un<\/span> ni\u00f1o <\/span>le \u2018exige\u2019 a su pap\u00e1 que le regale una trompeta. <\/span><\/p>\n

\u2013 Pero <\/span>fulano<\/i><\/span>, si son costosas, \u00bfno ser\u00e1 un capricho, <\/span>como cuando me hiciste comprarte el equipamiento de b\u00e9isbol<\/span>?<\/span><\/p>\n

\u2013 Que no, <\/span>ya te dije que no, <\/span>adoro los sonidos, su m\u00fasica, por favor, <\/span>por favor<\/span>… reg\u00e1lame una.<\/span><\/p>\n

El Padre mira a su mujer, siempre <\/span>de ojos arregalados y <\/span>complaciente<\/span>s<\/span> con los deseos del cr\u00edo, y parte al sector de la ciudad donde se ubica el enjambre de prender\u00edas a ver si encuentra algo que se pueda permitir.<\/span><\/p>\n

Despu\u00e9s de escudri\u00f1ar y regatear, consigue la que le <\/span>mejor le <\/span>pareci\u00f3, que necesitar<\/span>\u00eda<\/span> algunos arreglos, pero que <\/span>sabe<\/span> que quedar\u00e1 como nueva, <\/span>reluciente<\/span>. <\/span><\/p>\n

Llega el d\u00eda y el chico abre la caja, besa a su madre <\/span>y<\/span> abraza cual<\/span> oso triturador <\/span>al padre, quien <\/span>sonr\u00ede pero <\/span>le advierte con mirada y gestos que lo obligar\u00e1 a soplar y a soplar hasta que se le salgan los pulmones, hasta que <\/span>le haya dado hartas razones para no creer que perdi\u00f3 el tiempo y el dinero<\/span>.\u00a0<\/span><\/p>\n

No obstante, m\u00e1s miradas o advertencias no ser\u00e1n necesarias<\/span>.<\/span><\/p>\n

El muchacho desde e<\/span>se<\/span> primer d\u00eda le saca de<\/span> los tubos dorados <\/span>sonidos destemplado<\/span>s<\/span>, que logran abrirs<\/span>e paso <\/span>por la brillada campana. Hab\u00eda hecho \u2018trampa\u2019, porque en los d\u00edas previos hab\u00eda ensayado con un cornet\u00edn <\/span>que <\/span>conservaba desde <\/span>el inicio de los tiempos<\/span>. Hab\u00eda pues probado el primer p\u00e9talo de la Alcachofa.<\/span><\/p>\n

Viendo que el entusiasmo no se apagaba, lo<\/span>s<\/span> padres lo <\/span>inscriben en un curso de la universidad p\u00fablica, donde el maestro para animarlo, interpreta un trecho <\/span>del <\/span>\u2018V<\/span>erano\u2019 de las Cuatro Estaciones de Vivaldi; \u00e1gilmente, <\/span>con arte<\/span>. El chico queda extasiado. Segundo p\u00e9talo de la Alcachofa. <\/span>Estaba decidido, <\/span>ser\u00eda trompetista. <\/span><\/p>\n

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Foto: Pierre Goiffon en Unplash<\/p><\/div>\n

\u2013 Ya veremos, a su hora, replica el Padre, cuando con solemnidad el chico le comunica la decisi\u00f3n. Ojal\u00e1 no haya cometido un error compr\u00e1ndote eso. Por en cuanto, solo una condici\u00f3n para que siga pag\u00e1ndote las clases: buen rendimiento en los estudios. El d\u00eda que pierdas una materia, trompeta confiscada y <\/span>ciao pescao<\/i><\/span>. \u00bfEntendido?<\/span><\/p>\n

A decir verdad, el <\/span>crudo <\/span>chantaje fue lo mejor que pudo haber ocurrido, porque el chico pon\u00eda ahora m\u00e1s cuidado <\/span>a<\/span> lo que explicaban los profesores, para as\u00ed tener los conocimientos claros y r\u00e1pidos al momento de realizar las tareas en casa.<\/span><\/p>\n

Pero terminadas las tareas, a soplar su trompeta, que iba siendo cada vez m\u00e1s domesticada <\/span>con<\/span> tes\u00f3n y constancia.<\/span><\/p>\n

Terminado el ciclo secundario, no cab\u00eda la duda en el coraz\u00f3n de los padres.<\/span><\/p>\n

\u2013 Mam\u00e1, Pap\u00e1, present\u00e9 los ex\u00e1menes de admisi\u00f3n a la carrera de m\u00fasica en la universidad y pas\u00e9. Hab\u00eda muchos aspirantes, pero aunque no ocup\u00e9 los primeros lugares, fu<\/span>i<\/span> uno entre <\/span>mil<\/span>.<\/span><\/p>\n

\u2013 Si eso es lo que te hace feliz\u2026 La vida de los m\u00fasicos es a veces la de los indigentes, <\/span>a veces en las calles; <\/span>pero vemos que es tu pasi\u00f3n, nada que hacer, dijo el padre. Debes dedicarte, esforzarte, para no ser uno m\u00e1s del mont\u00f3n.<\/span><\/p>\n

Ya en la universidad se da cuenta que la trompeta se entiende mejor cuando se incluye entre los m\u00faltiples instrumentos de una orquesta. Estudia adem\u00e1s profundizaci\u00f3n en solfeo y adem\u00e1s varios cursos de teor\u00eda musical y sus conocimientos de la m\u00fasica que eran sensibles y experimentales, limitados casi a un instrumento, se van volviendo m\u00e1s te\u00f3ricos, m\u00e1s abstractos, m\u00e1s generales, m\u00e1s amplios. Tercera, cuarta hoja de esa Alcachofa.<\/span><\/p>\n

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Foto: Mathias Reding en Unplash<\/p><\/div>\n

Entiende que si Vivaldi conjug\u00f3 las notas, los ritmos y las tonalidades para ilustrar cada una de las cuatro estaciones, no lo hizo al azar, y que s\u00ed, que las partituras del Oto\u00f1o exhalan algo o mucho de <\/span>la <\/span>tristeza serena de las <\/span>h<\/span>ojas que se <\/span>van tornado a<\/span>marillas y <\/span>comienzan a <\/span>cae<\/span>r<\/span> de los \u00e1rboles; que las notas de la Primavera <\/span>s\u00ed <\/span>reflejan los r\u00edos que vuelven a correr a medida que se va realizando el deshielo, y que los brotes de margaritas ya anuncian el abu<\/span>n<\/span>dante colorido de l<\/span>as flore<\/span>s <\/span>de los <\/span>suelos y las praderas. <\/span><\/p>\n

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Foto: David V\u00e1zquez en Unplash<\/p><\/div>\n

\u2013 Ahh, m\u00fasica que puede<\/span>s<\/span> reflejar e incitar <\/span>la <\/span>alegr\u00eda, o <\/span>la <\/span>tristeza, o <\/span>la <\/span>vivacidad, o <\/span>la <\/span>plenitud. Pero esto no es solo la m\u00fasica. As\u00ed como <\/span>los acordes del<\/span> invierno de Vivaldi <\/span>espejan<\/span> tristeza, tambi\u00e9n una rosa negra, o una dama que llora evidentemente; la tristeza es como una nube que sobrevuela por encima <\/span>y se conecta con <\/span>ciertas situaciones y objetos sensibles de nuestro mundo.<\/span><\/p>\n

Y <\/span>tambi\u00e9n alegr\u00eda no es solo la de la primavera de Vivaldi, sino la de un cachorrito que salta en torno a su ni\u00f1a due\u00f1a, la de mi padre y mi madre cuando estuvieron en la ceremonia de mi graduaci\u00f3n como profesional m\u00fasico. La alegr\u00eda es como una nube <\/span>dorada<\/span> encima de nuestras cabezas que se conecta de vez en cuando por medio de rayos con situaciones en la tierra. Quinta, sexta, s\u00e9ptima, octava hojas de la Alcachofa.<\/span><\/p>\n

Entre tanto<\/span>, el joven va sin<\/span>tiendo que alegr\u00eda, tristeza, belleza, fealdad, bondad, maldad, <\/span>todos esos sentimientos o nociones <\/span>se dan en grados, a veces mayores, a veces menores, pero para que <\/span>se pueda<\/span> hablar de algo mayor o menor, debe haber un valor supremo que les sirva de referencia: <\/span>Una<\/span> Belleza Perfecta, <\/span>una<\/span> Bondad Total, <\/span>una<\/span> Verdad Suprema. <\/span>Comienza as\u00ed a llegar<\/span> al Absoluto, al coraz\u00f3n de la Alcachofa, que evidentemente es el Hacedor de las Alcachofas y de todo el Universo, el Dios Eterno.<\/span><\/p>\n

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Foto: Todd Kent en Unplash<\/p><\/div>\n

Ese es el buen Proceso Humano aqu\u00ed en la Tierra, el que apunta, camina y llega al Absoluto, el de qu<\/span>ien lo recorre, que<\/span> va adquiriendo cualidades del absoluto, que <\/span>se transforma y brilla como reflejo de ese Absoluto<\/span>.<\/span><\/p>\n

El problema es cuando se trunca ese proceso, cuando se corta ese camino. <\/span><\/p>\n

Porque preferimos las visiones parcializadas, cuando nos apegamos a una hoja de la alcachofa creyendo que ya hemos hallado el coraz\u00f3n, hasta el d\u00eda en que la hoja nos dice \u2018no, soy s\u00f3lo un p\u00e9talo\u2026\u2019 y viene la frustraci\u00f3n.<\/span><\/p>\n

No hay salida: o buscamos el coraz\u00f3n de la alcachofa o nos frustramos, <\/span>pues somos Esclavos del Llamado del Absoluto<\/span>. <\/span><\/p>\n

Pero esto es imposible hacerlo sin la gracia, es decir, sin la oraci\u00f3n y los sacramentos, p<\/span>ues<\/span> la tendencia del hombre es a apegarse a los pistilos exteriores de las hojas de la alcachofa.<\/span><\/p>\n

La vida del hombre es como un dilema: cada uno es proyecto de diamante que o solo llega a ser piedra tosca o que con el auxilio de la gracia llega a ser su particular \u2018Kohinoor\u2019, o como dec\u00eda el Dr. Plinio el \u201cPr\u00edncipe heredero de s\u00ed mismo\u201d.<\/span><\/p>\n

La diferencia la <\/span>termina haciendo<\/span> el que acept\u00f3, con humildad, que debe siempre juntar las manos para suplicar a Dios las fuerzas, <\/span>y as\u00ed ser pulido en el camino e ir brillando como cristales cada vez m\u00e1s cercanos del puro Absoluto<\/span>. <\/span><\/p>\n

Pero ah\u00ed, <\/span>cuando el hombre pide esas fuerzas para el camino de la vida, <\/span>ocurre un milagro: el hombre se da cuenta que el coraz\u00f3n de la alcachofa es el coraz\u00f3n de Dios, que l<\/span>o transforma en su K<\/span>ohinoor y lo introduce en su Coraz\u00f3n.<\/span><\/p>\n

Por Sa\u00fal Castiblanco<\/span><\/i><\/p>\n

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R\u00e9plica del Kohinoor – Foto: Wikipedia<\/p><\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\u201c\u2026a medida que la va deshojando, prueba carnes verdes y amarillas m\u00e1s tiernas, m\u00e1s deliciosas, degusta pistilos m\u00e1s concentrados…\u201d Redacci\u00f3n (02\/04\/2024, Gaudium Press) Era frecuente que el prof. Plinio Corr\u00eaa de Oliveira se saliese de los padrones conocidos: son las dulces sorpresas del don de sabidur\u00eda, que brilla en los hombres con concentraci\u00f3n de Dios…. Ver art\u00edculo<\/a>","protected":false},"author":7,"featured_media":170245,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":[],"categories":[5],"tags":[5406,2841,2840],"acf":[],"featured_image_src":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2024\/04\/5-700x863.jpg","newsletter_img":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2024\/04\/5-aspect-ratio-570-300.jpg","newsletter_date":"20240402","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/170243"}],"collection":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/7"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=170243"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/170243\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/170245"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=170243"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=170243"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=170243"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}