{"id":174825,"date":"2024-07-22T16:41:33","date_gmt":"2024-07-22T21:41:33","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=174825"},"modified":"2024-07-22T22:35:06","modified_gmt":"2024-07-23T03:35:06","slug":"la-magdalena-y-el-triunfo-de-la-union-transformante-por-la-contemplacion-y-el-amor","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/la-magdalena-y-el-triunfo-de-la-union-transformante-por-la-contemplacion-y-el-amor\/","title":{"rendered":"La Magdalena y el triunfo de la uni\u00f3n transformante por la contemplaci\u00f3n y el amor"},"content":{"rendered":"

\u201c\u2026el recuerdo del Amado volv\u00eda, por ejemplo, al ver un pajarillo cantar y percibir en \u00c9l el reflejo la dulzura del Se\u00f1or. Al contemplar un riachuelo\u2026\u201d<\/em><\/p>\n

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Redacci\u00f3n (<\/strong>22\/07\/2024 15:10<\/strong>, <\/strong>Gaudium Press<\/strong><\/a>) <\/strong>La historia de la santa de hoy, Mar\u00eda Magdalena, es de leyenda.<\/p>\n

Mujer excepcional en todos los sentidos, rica, ciertamente hermos\u00edsima y llena de dones naturales, era presa bastante codiciada por un demonio que quiso adue\u00f1arse de su grande alma, algo que m\u00e1s o menos lleg\u00f3 a conseguir, al punto de que el Se\u00f1or tuvo que liberarla de siete demonios (Cfr. Lc 8, 2), despu\u00e9s de una segunda o tercera conversi\u00f3n.<\/p>\n

Leer tambi\u00e9n: Santa Mar\u00eda Magdalena, la que mucho am\u00f3 y fue elevada al m\u00e1ximo por Cristo\u00a0<\/a><\/p>\n

Pero ella, en medio del sucio pecado, y por qu\u00e9 no imaginarlo, de una soberbia suprema de quien se cre\u00eda en posesi\u00f3n de todo lo necesario, vio un d\u00eda atravesarse en su camino al Bien de todos los Bienes, a la Perfecci\u00f3n Infinita y a la vez creada. Al Pin\u00e1culo del Orden del Universo.<\/p>\n

Y la Magdalena, con su r\u00e1pida y profunda inteligencia, con su aguda percepci\u00f3n, se da cuenta que ah\u00ed est\u00e1 el factor ordenador de todo, la cima de todo, la fuente de todo. No se quiso enga\u00f1ar a s\u00ed misma, y acept\u00f3 esa verdad. Y de esa verdad surgi\u00f3 un amor, como nunca hab\u00eda sentido, supremo.<\/p>\n

Ella empez\u00f3 a vivir algo de lo que carec\u00edan muchos \u2018virtuosos\u2019 (fariseos o futuros traidores como Judas), la admiraci\u00f3n generosa y total por el Se\u00f1or, cima del Orden del Universo: \u201cEntonces una mujer pecadora que viv\u00eda en la ciudad, al enterarse de que Jes\u00fas estaba comiendo en casa del fariseo, se present\u00f3 con un frasco de perfume. Y coloc\u00e1ndose detr\u00e1s de \u00e9l, se puso a llorar a sus pies y comenz\u00f3 a ba\u00f1arlos con sus l\u00e1grimas; los secaba con sus cabellos, los cubr\u00eda de besos y los ung\u00eda con perfume\u201d. (Lc 7, 37-38)<\/p>\n

Uno de los temas centrales de la espiritualidad del prof. Plinio Corr\u00eaa de Oliveira era la admiraci\u00f3n.<\/p>\n

A grandes rasgos, \u00e9l dec\u00eda que la contemplaci\u00f3n admirativa y serena del Orden de la Creaci\u00f3n, no solo era el rendir un tributo debido a Dios reflejado en sus criaturas, sino que era algo formativo para la propia criatura humana.<\/p>\n

Porque en el Orden de la Creaci\u00f3n habitan justamente unas reglas de \u201corden\u201d, que son reflejo de su orden interno divino, de su bondad divina. Y que quien admira desinteresadamente ese orden, termina inhalando y despertando en su alma el deseo del orden, la conciencia de la necesidad del orden interno, un orden amenazado y quebrado por el Pecado Original, recuperado y fortalecido por la gracia y auspiciado por el amor a Dios y su obra.<\/p>\n

Un hombre internamente ordenado condice con el Orden del Universo, condice con el Autor del Orden del Universo. El Orden del Universo llama al orden interno del hombre. Un hombre en pecado choca con el Orden del Universo.<\/p>\n

La Magdalena, como todos los hijos de Ad\u00e1n, ten\u00eda un ser dividido, pero en ella, \u00a0bastante dividido.<\/p>\n

Por un lado estaba su condici\u00f3n de pecado, de pecados graves, que incluso hab\u00edan sido ocasi\u00f3n de posesi\u00f3n diab\u00f3lica y no cualquiera. Pero al mismo tiempo, su coraz\u00f3n volaba con fuerza hacia la mayor encarnaci\u00f3n del Absoluto posible en el Universo, el Verbo hecho Hombre en Mar\u00eda.<\/p>\n

Ella cuando ve\u00eda al Se\u00f1or, ve\u00eda mucho, ve\u00eda m\u00e1s que muchos, ve\u00eda m\u00e1s que Marta, y entonces abandonaba todo, se extasiaba con todo lo de \u00c9l, con sus gestos, su voz, su doctrina, sus silencios, su porte, su bondad, su pureza, su grandeza. \u00c9l era el Amado, y cuando ella estaba en contacto con el Amado \u00c9l era su cielo, y viv\u00eda en el cielo.<\/p>\n

Pero el Amado part\u00eda, y entonces volv\u00edan las malas inclinaciones, el peso de los malos h\u00e1bitos, volv\u00edan los demonios que no quer\u00edan soltar la presa, que hab\u00edan hecho cuesti\u00f3n de su sucia honra el llevarla al infierno.<\/p>\n

Y la Magdalena ca\u00eda.<\/p>\n

Ca\u00eda, pero no mor\u00eda la admiraci\u00f3n a su Se\u00f1or, que segu\u00eda habitando en esa alma que se hab\u00eda vuelto a tornar cueva de murci\u00e9lagos. Sin embargo ah\u00ed segu\u00eda la embajada de Cristo en su interior, resistiendo, luchando, llamando a la conciencia, al reencuentro con el Amado. Era el propio Cristo resistiendo dentro de Ella los fieros ataques de satan\u00e1s, un satan\u00e1s que hab\u00eda vencido, pero que no era due\u00f1o absoluto de la plaza.<\/p>\n

Y era por eso que cuando escuchaba que el Se\u00f1or estaba en las cercan\u00edas, la embajada de Cristo en su alma tomaba impulso, y llevaba su ser al encuentro con el Se\u00f1or, incluso sin miedo del horror que podr\u00eda producir en el Maestro la realidad de su pecado, que sab\u00eda ella que \u00c9l ver\u00eda. No era que ella no sintiera verg\u00fcenza, sino que el impulso hacia el Amado era irresistible, y hacia \u00c9l volaba.<\/p>\n

Podemos imaginar que, incluso en medio del pecado y alejada del Se\u00f1or, el recuerdo del Amado volv\u00eda, por ejemplo, al ver un pajarillo cantar y percibir en \u00e9l el reflejo de la dulzura del Se\u00f1or. Al contemplar un riachuelo correr y pensar en Jes\u00fas, fuente cristalina inagotable de todos los bienes; al ver despuntar el sol, e imaginar como habr\u00eda sido el nacimiento y la infancia del Ni\u00f1o Dios, Sol de Justicia, su Amado. Incluso, al considerar su propia belleza manchada, y pensar en el brillo de lo que ella ser\u00eda si fuese completamente fiel a su Se\u00f1or. El Universo entero le deb\u00eda hablar del Amado, a toda hora, en toda su contemplaci\u00f3n, de ese Amado que era el im\u00e1n irresistible de su alma. Pero ella se sab\u00eda separada del Amado, hasta repelida por la pureza de su Amado.<\/p>\n

Imaginar con detalles la divisi\u00f3n interna de la Magdalena es algo verdaderamente dram\u00e1tico. Y sobre todo la pregunta: \u00bfQui\u00e9n vencer\u00eda en su interior? \u00bfEl demonio, su pecado, o su amor por el Amado?<\/p>\n

La historia de la Magdalena tiene uno de los mejores \u2018finales felices\u2019 de todos los tiempos. El Amado venci\u00f3 en ella. Las dulces delicias de la contemplaci\u00f3n del Amado, de la contemplaci\u00f3n de todo el Universo en funci\u00f3n de su Amado, terminaron venciendo los espurios gozos del pecado y los oropeles de satan\u00e1s. Ella que se sab\u00eda miserable, reconoci\u00f3 su miseria y no dej\u00f3 de contemplar y amar al Amado, y al final el Amado hizo que ella venciese todo, todas las batallas, porque nada se resiste al amor contemplativo del Amado.<\/p>\n

Ella mereci\u00f3 ser la primera, ciertamente despu\u00e9s de la Virgen, que vio al Se\u00f1or resurrecto. Ella ahora est\u00e1 integrada en el coro de las v\u00edrgenes, de la m\u00e1s pura inocencia.<\/p>\n

Toda una par\u00e1bola, para nosotros, para nuestros d\u00edas, para esta civilizaci\u00f3n del horror en la que muchos ya vuelven a pensar en el Amado.<\/p>\n

Santa Mar\u00eda Magdalena, rogad por nos\u2026<\/p>\n

Por Sa\u00fal Castiblanco<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\u201c\u2026el recuerdo del Amado volv\u00eda, por ejemplo, al ver un pajarillo cantar y percibir en \u00c9l el reflejo la dulzura del Se\u00f1or. Al contemplar un riachuelo\u2026\u201d Redacci\u00f3n (22\/07\/2024 15:10, Gaudium Press) La historia de la santa de hoy, Mar\u00eda Magdalena, es de leyenda. Mujer excepcional en todos los sentidos, rica, ciertamente hermos\u00edsima y llena de… Ver art\u00edculo<\/a>","protected":false},"author":8,"featured_media":174826,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":[],"categories":[5],"tags":[6960,415,1280],"acf":[],"featured_image_src":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2024\/07\/santa-maria-magdalena-2-700x408.png","newsletter_img":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2024\/07\/santa-maria-magdalena-2-aspect-ratio-570-300.png","newsletter_date":"20240722","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/174825"}],"collection":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/8"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=174825"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/174825\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/174826"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=174825"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=174825"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=174825"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}