{"id":176082,"date":"2024-08-23T17:46:20","date_gmt":"2024-08-23T22:46:20","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=176082"},"modified":"2024-08-23T18:36:17","modified_gmt":"2024-08-23T23:36:17","slug":"los-ojos-de-la-materia-y-los-ojos-de-la-maravilla","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/los-ojos-de-la-materia-y-los-ojos-de-la-maravilla\/","title":{"rendered":"Los ojos de la materia y los ojos de la maravilla"},"content":{"rendered":"

Hay, por decirlo de alguna manera, dos niveles de contemplaci\u00f3n de la vida. <\/em><\/p>\n

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Redacci\u00f3n (05\/08\/2024 11:26, <\/strong>Gaudium Press<\/strong><\/a>) <\/strong>Hay, por decirlo de alguna manera, dos niveles de contemplaci\u00f3n de la vida.<\/p>\n

Algo as\u00ed como los que solo ven \u2018un mundo\u2019 y los que ven \u2018dos mundos\u2019: un mundo es el de las cosas que o\u00edmos, palpamos, observamos y degustamos, y otro, m\u00e1s profundo, m\u00e1s abarcativo, que es como un nuevo mundo que podemos encontrar a partir del contacto con el mundo material.<\/p>\n

Dec\u00eda un d\u00eda Santa Teresa que la vida \u201ces una mala noche en una mala posada\u201d.<\/p>\n

De hecho, si consideramos que nuestra patria es el Cielo, cuya maravillosa antec\u00e1mara mostr\u00f3 una vez en sue\u00f1os Santo Domingo Savio a San Juan Bosco, pues esto aqu\u00ed nos parecer\u00e1 un hotelucho no de cinco estrellas sino de tres pulgas. Pero tambi\u00e9n es cierto que en este mundo hay pedacitos de cielo, que nos pueden ayudar a ver desde aqu\u00ed la patria celestial y a desearla.<\/p>\n

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Nadie dir\u00e1 que un r\u00edo cristalino, donde se alcanzan a contemplar los pececillos huyendo en zigzag de la presencia humana, rodeado de un amable bosque, con un benigno sol que ilumina sus aguas generando tonalidades de serena esmeralda, o el famoso R\u00edo de los Cinco Colores en Ca\u00f1o Cristales, no es un pedacito de cielo. En estos lugares la \u2018posada\u2019 terrena se hace menos fea, o m\u00e1s bien se hace bella, se hace celestial. Y si despu\u00e9s de una buena siesta entramos al toilet<\/em> y abrimos la llave del lavamanos, el chorro de agua cristalina podr\u00e1 remitirnos a ese r\u00edo cristalino que un d\u00eda visitamos, y que nos anticip\u00f3 el cielo. Es el ejercicio de las reversibilidades, seg\u00fan denominaci\u00f3n de Plinio Corr\u00eaa de Oliveira, es decir, la capacidad de relacionar unas cosas con otras en el universo.<\/p>\n

La literatura de quilate es en gran medida el buen uso del don de las reversibilidades. Se comprenden ah\u00ed realidades con met\u00e1foras, con ejemplos de otras realidades an\u00e1logas, ayud\u00e1ndonos a entender mejor lo que nos es descrito, e incluso a volar desde lo que se nos describe a otros mundos parecidos, mundos m\u00e1s interesantes, a veces mundos misteriosos, com\u00fanmente mundos m\u00e1s bellos: \u201cJames se levant\u00f3 y el chorro de agua del lavabo, que se ilumin\u00f3 con un fino rayo de sol, lo hizo pensar en el R\u00edo Benamej\u00ed, que algunos consideran el r\u00edo m\u00e1s cristalino del mundo. Record\u00f3 entonces cuando con unos amigos parti\u00f3 en expedici\u00f3n hacia este r\u00edo m\u00edtico\u2026\u201d.<\/p>\n

Esos dos mundos est\u00e1n ah\u00ed, el mundo de la realidad y el mundo al que podemos trascender a partir de la realidad. La cuesti\u00f3n es qu\u00e9 tipo de visi\u00f3n tenemos para verlos.<\/p>\n

Porque si no tenemos una visi\u00f3n dispuesta a las maravillas, ni las maravillas nos sorprenden.<\/p>\n

Yo mismo me sorprend\u00ed en estos d\u00edas de c\u00f3mo pod\u00eda estar un tanto de piedra a la hora de contemplar las maravillas.<\/p>\n

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Despu\u00e9s de varios meses sin vernos, en d\u00edas pasados almorc\u00e9 con un amigo en un muy agradable restaurante franc\u00e9s. Creo que es el restaurante m\u00e1s primorosamente decorado de mi ciudad, por lo menos de los que conozco. Techos con imitaciones de frescos estilo Ancien R\u00e9gime<\/em>, en uno de ellos hay vitral-plafond<\/em> de arabescos iluminados desde arriba que es espectacular.<\/p>\n

Muebles en estilo Luis XV, algunos con notas imperio, de sillas con espaldares y asientos en terciopelo rojo, dispuestos sobre un parquet<\/em> que no era propiamente Versalles pero bonito en el conjunto. Paredes con lambris<\/em> decorados, cuadros que recuerdan a la bella Francia, escalera de balaustrada dorada, recubierta por un mullido tapete con bellas figuras, el conjunto aunque un poco cargado no deja de ser maravilloso.<\/p>\n

Pero como ven\u00eda con la impregnaci\u00f3n vibr\u00e1til de la calle agitada, esa agitaci\u00f3n hizo que me acomodara en el fino ambiente como si hubiera entrado a un McDonald\u2019s de Randy Macdonalds y sus sillas de pl\u00e1stico. Despu\u00e9s de unos minutos, gracias a Dios y calmadas ya las aguas, surgi\u00f3 la expresi\u00f3n merecida: \u201cesto en verdad no deja de ser una peque\u00f1a maravilla\u201d. Y sin restar lo necesario de la atenci\u00f3n debida a mi interlocutor, surgieron en la mente algunos \u2018flashbacks\u2019 de alguna de las idas a la dulce y bella Francia, con su Gran Palais, su Invalides o sus palacios en el Sena, conspurcados en estos d\u00edas por la ceremonia esot\u00e9rica de la inauguraci\u00f3n de los Ol\u00edmpicos. Pero as\u00ed se desoxidaba y re-funcionaba mi don de las reversibilidades.<\/p>\n

No obstante es claro que no es necesario ir a Jacques<\/em> para volar hacia lo sublime, pues una buena visi\u00f3n puede encontrar peque\u00f1as maravillas en las realidades menores, que sirven de escal\u00f3n hacia las grandes maravillas.<\/p>\n

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Por ejemplo, un confesionario, por m\u00e1s simple que sea, es siempre una maravilla: que Dios le haya conferido a una estirpe de hombres pecadores su poder divino de perdonar hasta los m\u00e1s terribles pecados es una maravilla. Un confesionario nos puede remitir a Dios omnipotente, al Dios maravilloso que cre\u00f3 el mundo, los atardeceres, los huracanes, que castig\u00f3 Sodoma y Gomorra, que hizo los r\u00edos y los mares.<\/p>\n

Es claro que las cosas bellas nos remiten m\u00e1s f\u00e1cilmente a la belleza suprema, y esa es la raz\u00f3n que explica la necesidad de la belleza en las artes, en la arquitectura, para hacernos olvidar la mala posada que puede ser esta vida, y ayudarnos a so\u00f1ar y a caminar hacia el cielo. La belleza no es que cumpla una funci\u00f3n social, sino que es ella una necesidad social.<\/p>\n

Sin embargo sigue siendo cierto que lo fundamental est\u00e1 en los ojos que miran la realidad: ojos con capacidad de bellas reversibilidades, ojos que reconocen la maravilla, que construyen maravillas. Ojos no contemplativos, agitados, materialistas, transforman las maravillas en simplezas, cuando no en lodo.<\/p>\n

Pidamos a Dios la gracia, porque todo es gracia, de no perder nunca la capacidad de remontar a la maravilla.<\/p>\n

Por Sa\u00fal Castiblanco<\/em><\/p>\n

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P.S.: S\u00ed, iglesia fea, aunque tenga viacrucis, altar can\u00f3nico y Sant\u00edsimo, es un crimen, pues obstaculiza la consideraci\u00f3n de la maravilla que es el santo sacrificio, la cosa m\u00e1s maravillosa que hay sobre esta tierra.<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Hay, por decirlo de alguna manera, dos niveles de contemplaci\u00f3n de la vida. Redacci\u00f3n (05\/08\/2024 11:26, Gaudium Press) Hay, por decirlo de alguna manera, dos niveles de contemplaci\u00f3n de la vida. Algo as\u00ed como los que solo ven \u2018un mundo\u2019 y los que ven \u2018dos mundos\u2019: un mundo es el de las cosas que o\u00edmos,… Ver art\u00edculo<\/a>","protected":false},"author":8,"featured_media":176083,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":[],"categories":[5],"tags":[4028,2841,2840],"acf":[],"featured_image_src":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2024\/08\/Cano_Cristales_Colombia.jpg","newsletter_img":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2024\/08\/Cano_Cristales_Colombia-aspect-ratio-570-300.jpg","newsletter_date":"20240823","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/176082"}],"collection":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/8"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=176082"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/176082\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/176083"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=176082"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=176082"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=176082"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}