![\"San](\"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2021\/08\/San-Luis-Rey-250x375.webp\" "\\"San")
<\/p>\nHoy conmemoramos al gran Rey Luis IX, el Santo. En una \u00e9poca en que comenzaba a flaquear la pureza de intenci\u00f3n cristiana, San Luis volvi\u00f3 a encender el mito de las cruzadas.<\/i><\/p>\n
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Redacci\u00f3n (25\/08\/2024, <\/b><\/span>Gaudium Press<\/b><\/span><\/a><\/u>)<\/b><\/span> San Luis Rey <\/span>de Francia<\/span>, nombre m\u00edtico, que nos lleva a la esfera de lo irreal-real.<\/span><\/p>\n Nace San Luis el 25 de abril de 1214, cerca a Par\u00eds, hijo de Luis VIII y la gran Blanca de Castilla. Esta espa\u00f1ola de fe, le transmiti\u00f3 el amor a la religi\u00f3n cat\u00f3lica. Ella le dec\u00eda que prefer\u00eda verlo muerto a manchado con un pecado mortal. Tiempos aquellos\u2026 <\/span>que con el favor de la Inmaculado Coraz\u00f3n de la Virgen volver\u00e1n.<\/span><\/p>\n Cuando ten\u00eda 12 a\u00f1os muere su padre, el Rey. Y cumpliendo sus \u00f3rdenes, fue coronado a esa edad, en Reims, bajo la regencia de su madre.<\/span><\/p>\n Cuando ten\u00eda 20 a\u00f1os se casa con Margarita de Provenza, con quien criar\u00e1 11 hijos. \u00c9l mismo, despu\u00e9s de recitar las completas, los reun\u00eda y les contaba vidas de santos, los incentivaba a la virtud. Les ense\u00f1\u00f3 a rezar, a asistir frecuentemente a misa, a rezar las horas lit\u00fargicas, toda una completa instrucci\u00f3n religiosa. \u00c9l mismo recitaba las horas can\u00f3nicas, le\u00eda con frecuencia la Sagrada Escritura, los Padres de la Iglesia. Se confesaba con frecuencia, y no permit\u00eda que el confesor all\u00ed en ese tribunal lo llamase de majestad, pues dec\u00eda que ah\u00ed el sacerdote no era s\u00fabdito sino padre, y \u00e9l, no era all\u00ed rey, sino hijo.<\/span><\/p>\n Rey bondadoso, justo juez, se hac\u00eda querer y <\/span>tambi\u00e9n <\/span>temer<\/span><\/b><\/p>\n Cuando recib\u00eda quejas de que alg\u00fan magistrado estaba actuando mal, nombraba jueces extraordinarios para examinar sus conductas. Premiaba a los buenos servidores, y a los malos castigaba ejemplarmente. Era bondadoso, pero se hac\u00eda respetar, y temer.<\/span><\/p>\n Se tornaron famosos sus propios juicios, en el tronco de Vincennes. He aqu\u00ed como lo cuenta su bi\u00f3grafo Joinville:<\/span><\/p>\n A menudo suced\u00eda que, despu\u00e9s de la misa, se sentaba en el bosque de Vincennes, bajo un roble, y nos hac\u00eda sentarnos alrededor suyo. Y todos los que ten\u00edan una cuesti\u00f3n que resolver ven\u00edan a hablar con \u00e9l, sin obst\u00e1culos de guardias ni nada por el estilo. Entonces les preguntaba: \u2018\u00bfAlguien quiere presentar una queja?\u2019 Los que ten\u00edan reclamaciones que hacer se levantaban. Les dec\u00eda entonces: \u2018C\u00e1llense todos, ser\u00e9is atendidos uno tras otro\u2019. Luego designaba a Monse\u00f1or Perronde Fonteinnes y Monseigneur Geffroy de Villete [grandes juristas] y le dec\u00eda a uno de ellos: \u201cArregle este litigio\u201d. Y cuando percib\u00eda algo que corregir en las palabras de quienes hablaban en su nombre, o en nombre de alguna de las partes, \u00e9l mismo hac\u00eda la correcci\u00f3n.<\/span><\/i><\/p>\n A Joinville le recriminaba que prefiriese cometer un pecado mortal a contraer lepra, pues le dec\u00eda que no estaba garantizado, a la hora de la muerte, el suficiente arrepentimiento para acceder a la paz con Dios.<\/span><\/p>\n Caridad heroica<\/span><\/b><\/p>\n A un monje que sufr\u00eda lepra, San Luis visitaba con regularidad, y dicen que en una ocasi\u00f3n lo ayud\u00f3 a comer, coloc\u00e1ndole los pedazos de carne en su boca devastada. Ayudaba a los pobres de manera insigne.<\/span><\/p>\n En agosto de 1248 parte <\/span>hacia<\/span> Aguas Muertas, puerto franc\u00e9s, para comandar la VII Cruzada. En junio del a\u00f1o siguiente conquista Damieta, en Egipto. Pero despu\u00e9s de malos pasos dados por sus subalternos, especialmente su hermano Roberto, y tras enfrentar el hambre y la peste, cae prisionero en abril de 1250. Los captores admiran su coraje, la grandeza de su alma.<\/span><\/p>\n Despu\u00e9s de pagar abultado rescate, entrega Damieta, parte luego a San Juan de Acre, (hoy en d\u00eda Acre, en Israel) y queda en oriente durante cuatro a\u00f1os, favoreciendo sobremanera la causa cristiana.<\/span><\/p>\n En la primavera de 1252, muere Blanca de Castilla, lo que hace que regrese a Francia en 1254.<\/span><\/p>\n Muere en su segunda cruzada<\/span><\/b><\/p>\n En julio de 1270 parte para una nueva cruzada, y esta vez se dirige a T\u00fanez; toma f\u00e1cilmente Cartago, pero pronto bajo el t\u00f3rrido sol africano, mal abastecimiento de agua, y malas condiciones de higiene, el ej\u00e9rcito cruzado se ve diezmado fruto de una epidemia. Uno de los alcanzados fue el rey.<\/span><\/p>\n La v\u00edspera de su muerte quiso ser colocado en cenizas, con los brazos en cruz. Lo o\u00edan murmurar: \u201c\u00a1Se\u00f1or, entrar\u00e9 en vuestra casa y os adorar\u00e9 en vuestro santo tabern\u00e1culo!\u201d. Muri\u00f3 el 25 de agosto de 1270.<\/span><\/p>\n Con informaci\u00f3n de Arautos.org<\/span><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Hoy conmemoramos al gran Rey Luis IX, el Santo. En una \u00e9poca en que comenzaba a flaquear la pureza de intenci\u00f3n cristiana, San Luis volvi\u00f3 a encender el mito de las cruzadas. Redacci\u00f3n (25\/08\/2024, Gaudium Press) San Luis Rey de Francia, nombre m\u00edtico, que nos lleva a la esfera de lo irreal-real. 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