{"id":178201,"date":"2024-10-16T10:56:27","date_gmt":"2024-10-16T15:56:27","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=178201"},"modified":"2024-10-16T10:56:27","modified_gmt":"2024-10-16T15:56:27","slug":"existe-el-infierno","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/existe-el-infierno\/","title":{"rendered":"\u00bfExiste el infierno?"},"content":{"rendered":"

Llama poderosamente la atenci\u00f3n el silencio sobre el infierno, siendo citado por Nuestro Se\u00f1or Jesucristo en los Evangelios repetidas veces: \u201cfuego eterno\u201d, \u201cdonde el gusano no muere\u201d, \u201clas tinieblas\u201d, \u201cel llanto y el rechinar de dientes\u201d <\/em><\/p>\n

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Redacci\u00f3n (<\/strong>16\/10\/2024 10:48<\/strong>, <\/strong>Gaudium Press<\/strong><\/a>)<\/strong> Impacta, vivamente, nuestra atenci\u00f3n la visi\u00f3n y di\u00e1logo ocurrido durante la tercera de las apariciones en F\u00e1tima en julio de 1917, momento en que la Sant\u00edsima Virgen muestra el infierno a los tres ni\u00f1os, Luc\u00eda de Jes\u00fas dos Santos, Francisco y Jacinta Martos con 10, 9 y 7 a\u00f1os respectivamente, diciendo a ellos: \u201cvisteis el infierno, a donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoci\u00f3n a Mi Inmaculado Coraz\u00f3n\u201d.<\/p>\n

Esta visi\u00f3n – relatada por la hermana Luc\u00eda – los dej\u00f3 profundamente impactados. Mostraba una realidad que muchos dudan exista y, m\u00e1s grave a\u00fan, otros la silencian: \u201cVimos un mar de fuego y, sumergidos en ese fuego, a los demonios y a las almas como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana \u2026 entre gritos y gemidos de dolor y desesperaci\u00f3n que horrorizaban y hac\u00edan estremecer de pavor\u201d.<\/p>\n

Impresionante situaci\u00f3n claramente se\u00f1alada en el Catecismo de la Iglesia Cat\u00f3lica (1033-1035): \u201cMorir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de \u00c9l para siempre por nuestra propia y libre elecci\u00f3n. Este estado de autoexclusi\u00f3n se designa con la palabra \u2018infierno\u2019\u201d. Afirmando a continuaci\u00f3n que: \u201cLa ense\u00f1anza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente despu\u00e9s de la muerte y all\u00ed sufren las penas del infierno, \u2018el fuego eterno\u2019\u201d.<\/p>\n

Conjunto de males sin mezcla de bien alguno, dogma de fe definido en el Concilio IV de Letr\u00e1n (982), del que el Papa Pablo VI se lamentaba diciendo: \u201cya no se escucha el discurso sobre el cielo y el infierno\u201d (28-4-1971).<\/p>\n

Dec\u00eda, en a\u00f1os m\u00e1s cercanos, Benedicto XVI que, ante la falta de moral y la modernidad que est\u00e1 invadi\u00e9ndonos como terrible epidemia: \u201cJes\u00fas vino para decirnos que quiere que todos vayamos al para\u00edso, y que el infierno, del que se habla poco en nuestro tiempo, existe y es eterno para los que cierran el coraz\u00f3n a su amor (25-3-2007).<\/p>\n

Llama vivamente la atenci\u00f3n el silencio sobre el infierno, habi\u00e9ndolo citado Nuestro Se\u00f1or Jesucristo, en los Evangelios, repetidas veces, 15 para ser exactos. El mismo pont\u00edfice romano, respondiendo a preguntas de sacerdotes de Roma confirmaba que: \u201ctemas fundamentales de la fe, lamentablemente, aparecen raras veces en nuestra predicaci\u00f3n. En la enc\u00edclica Spe salvi quise hablar precisamente tambi\u00e9n del juicio final, del juicio en general y, en este contexto, tambi\u00e9n del purgatorio, del infierno y del para\u00edso\u201d (7-2-2008).<\/p>\n

Extender\u00eda mucho este art\u00edculo poner las citas y los textos evang\u00e9licos, pero algunos vale la pena resaltar: Mt 5,22; Mt 10,28; Mc 9,43-48; Mt 13,41-50; Mt 13,50; Mt 22,13; Mt 25,30; Lc 16,28; Mt 25,41. Nos hablan del \u201cfuego eterno\u201d, \u201cdonde el gusano no muere y el fuego que no se apaga\u201d, \u201ctormento eterno\u201d, \u201chorno de fuego\u201d, \u201clas tinieblas\u201d, \u201cel llanto y el rechinar de dientes\u201d.<\/p>\n

Ese gusano roedor que no muere, terrible realidad del infierno – tormento mil veces peor que el fuego, en palabras de San Juan Cris\u00f3stomo -, es el remordimiento de consciencia que jam\u00e1s abandona al condenado, saber que viol\u00f3 los mandamientos y el castigo es irremediable. Los te\u00f3logos llaman de \u201cpena de da\u00f1o\u201d a esta desesperaci\u00f3n suprema que tortura al condenado, saber que, por su culpa, por un placer fugaz, perdi\u00f3 el Cielo, no gozar\u00e1 de Dios y ser\u00e1 condenado para siempre.<\/p>\n

No pocos ser\u00e1n los que se preguntan c\u00f3mo puede un Dios de bondad y misericordia atormentar con el fuego eterno a sus propios hijos en el infierno. Ante eso unos resuelven callar, otros relegar esta \u201cespina\u201d a un lugar oculto de su coraz\u00f3n, otros, lo combaten abiertamente.<\/p>\n

Debemos decir, por el contrario, que el infierno es la expresi\u00f3n m\u00e1s se\u00f1alada del Amor Divino. Como bien dice San Pablo, en el d\u00eda del justo juicio de Dios: \u201cPagar\u00e1 a cada uno seg\u00fan sus obras\u201d (Rm 2, 5-6). Dios, infinitamente misericordioso e infinitamente justo, no puede quedar indiferente ante las maldades que se hacen en este mundo. No pueden estar juntos en la otra vida: el asesino y el ladr\u00f3n con el honrado; el ego\u00edsta y el caritativo; el puro y el lujurioso. Es evidente que no puede quedar tanta injusticia y maldad sin castigo.<\/p>\n

Es el gran misterio de los castigos del infierno ante un Dios que desea la salvaci\u00f3n de todos los hombres. Habiendo sido creados libres, quiere que nos comportemos como tales y no caigamos en la esclavitud del pecado a la que nos lleva el demonio. O sea, negar la posibilidad de condenarnos es negar la libertad del hombre. Dios ofrece la salvaci\u00f3n, no la impone.<\/p>\n

Recordando el decir del gran San Agust\u00edn: \u201cDios, que te cre\u00f3 sin ti, no te salvar\u00e1 sin ti\u201d, se concluye que no es falta de misericordia de parte de Dios, sino que cada persona acaba cayendo en los horrores del infierno por su propia elecci\u00f3n. Bien dec\u00eda un viejo sacerdote espa\u00f1ol en una homil\u00eda con un \u00e9nfasis caracter\u00edstico de su nacionalidad: \u201cal infierno solo van los voluntarios\u201d, somos nosotros los que libremente elegimos\u2026<\/p>\n

Antes o despu\u00e9s, todos moriremos. En la puerta de un cementerio estaba escrito: Hodie mihi, cras tibi, que significa: \u201cHoy a m\u00ed, ma\u00f1ana a ti\u201d. No sabemos c\u00f3mo, ni cu\u00e1ndo, ni d\u00f3nde. Al llegar la hora se\u00f1alada, no hay en el mundo medicina alguna que pueda prolongar su vida sobre la tierra. As\u00ed como es la vida, as\u00ed ser\u00e1 la muerte: Tales vita finis ita, dice una antigua frase, \u201ccomo se vive, se muere\u201d; es decir: vida mala, muerte mala; vida buena, muerte buena. Si bien que hay conversiones de \u00faltimo momento, ellas son pocas, y no dan siempre la garant\u00eda de la salvaci\u00f3n.<\/p>\n

Con la muerte culmina en nosotros el estado de viajeros, m\u00e1s all\u00e1 de ella no habr\u00e1 posibilidad de cambiar el destino merecido. La muerte separa el alma del cuerpo, este va a la sepultura y se convierte en polvo; el alma, en cambio, constitutivo esencial de la persona, sigue viviendo.<\/p>\n

En la liturgia eucar\u00edstica la Iglesia implora la misericordia de Dios, que \u00abquiere que nadie perezca, sino que todos lleguen a la conversi\u00f3n\u00bb (2 P 3, 9): \u201cl\u00edbranos de la condenaci\u00f3n eterna y cu\u00e9ntanos entre tus elegidos\u201d.<\/p>\n

Es para ponerse en manos de la infinita misericordia del Sagrado Coraz\u00f3n de Jes\u00fas a todo momento, y especialmente en las cruciales circunstancias del llamado a la eternidad; en manos de la Sant\u00edsima Virgen, mediadora universal de todas las gracias y Refugio de los Pecadores.<\/p>\n

(Publicado originalmente en La Prensa Gr\u00e1fica, 13 de octubre de 2024)<\/p>\n

Por el P. Fernando Gioia, EP<\/em><\/p>\n

www.reflexionando.org<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Llama poderosamente la atenci\u00f3n el silencio sobre el infierno, siendo citado por Nuestro Se\u00f1or Jesucristo en los Evangelios repetidas veces: \u201cfuego eterno\u201d, \u201cdonde el gusano no muere\u201d, \u201clas tinieblas\u201d, \u201cel llanto y el rechinar de dientes\u201d Redacci\u00f3n (16\/10\/2024 10:48, Gaudium Press) Impacta, vivamente, nuestra atenci\u00f3n la visi\u00f3n y di\u00e1logo ocurrido durante la tercera de las… Ver art\u00edculo<\/a>","protected":false},"author":8,"featured_media":178203,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":[],"categories":[6],"tags":[10037,110],"acf":[],"featured_image_src":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2024\/10\/201807101742511190_FL-700x467.jpg","newsletter_img":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2024\/10\/7-5-scaled-aspect-ratio-570-300-scaled.jpg","newsletter_date":"20241016","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/178201"}],"collection":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/8"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=178201"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/178201\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":178210,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/178201\/revisions\/178210"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/178203"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=178201"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=178201"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=178201"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}