{"id":179669,"date":"2024-11-24T11:59:12","date_gmt":"2024-11-24T16:59:12","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=179669"},"modified":"2024-11-24T11:59:12","modified_gmt":"2024-11-24T16:59:12","slug":"el-deseo-de-todos-los-pontifices-jesucristo-rey-del-universo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/el-deseo-de-todos-los-pontifices-jesucristo-rey-del-universo\/","title":{"rendered":"El deseo de todos los Pont\u00edfices: Jesucristo, Rey del Universo"},"content":{"rendered":"
\u201cEs todo un mundo que necesita ser rehecho desde los cimientos, que necesita ser transformado de selv\u00e1tico en humano de humano en Divino, es decir, seg\u00fan el coraz\u00f3n de Dios\u201d.<\/i><\/span><\/span><\/p>\n <\/span><\/span><\/p>\n Redacci\u00f3n (24\/11\/2024, <\/b><\/span>Gaudium Press<\/b><\/span><\/a><\/u><\/span>)<\/b><\/span> El recordado Papa P\u00edo XI, a inicios de su Pontificado (1922-1939), analizaba en su primera Enc\u00edclica las causas de las supremas calamidades que abrumaban y aflig\u00edan al g\u00e9nero humano. Manifestaba que \u201cla mayor\u00eda de los hombres se hab\u00edan alejado de Jesucristo y de su ley sant\u00edsima\u201d. Y esto lo ve\u00eda tanto en sus vidas y costumbres, como en la familia y los gobiernos de los Estados. Conclu\u00eda firmemente que nunca resplandecer\u00eda la esperanza de una paz verdadera mientras se negase y rechazase el imperio de Cristo Jes\u00fas. Pues, \u201clos hombres y las naciones, alejados de Dios, corren a la ruina y a la muerte entre incendios de odios y luchas fratricidas\u201d (Enc\u00edclica Quas Primas, 4).<\/span><\/p>\n Preocupado por c\u00f3mo ve\u00eda al mundo y a los hombres, insist\u00eda en \u201crevigorizar la paz\u201d; ten\u00eda claro que s\u00f3lo se obtendr\u00eda, \u201cprocurando la restauraci\u00f3n del reinado de Jesucristo\u201d. <\/span><\/p>\n Fue as\u00ed que instituy\u00f3 la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, que hoy en d\u00eda la encontramos en el \u00faltimo domingo del ciclo lit\u00fargico, previo al comienzo del tiempo de Adviento. Lo animaba la dulce esperanza que la celebraci\u00f3n de esta fiesta, cada a\u00f1o, impulsara a los hombres, a las instituciones, a los Estados, a volverse hacia el Divino Salvador del Mundo. <\/span><\/p>\n Para una mejor comprensi\u00f3n de la importancia de esta solemnidad, se hace indispensable tener una visi\u00f3n general de la situaci\u00f3n del mundo en el \u00faltimo siglo. <\/span><\/p>\n Vemos claramente como hubo una continuidad en el proceso de \u201cdescristianizaci\u00f3n\u201d a lo largo del siglo pasado; tambi\u00e9n se ha producido, a ritmo \u201cacelerado\u201d, en la segunda mitad, del mismo. Ante ese fen\u00f3meno, los Pont\u00edfices anteriores advirtieron sobre la situaci\u00f3n por la que entraba la sociedad contempor\u00e1nea. <\/span><\/p>\n El propio Le\u00f3n XIII (1878-1903), instaba a que: \u201cAl seno del cristianismo debe, por lo tanto, retornar la desviada sociedad, si quisiera el bienestar, el reposo y la salvaci\u00f3n\u201d (<\/span>Parvenu \u00e0 la vingt-cinqui\u00e8me ann\u00e9e<\/i><\/span>, 25). <\/span><\/p>\n Era el \u201c<\/span>Instaurare omnia in Christo<\/i><\/span>\u201d, lema del pontificado de San P\u00edo X (1903-1914). Consideraba que la sociedad temporal no se levantar\u00eda si la Santa Iglesia no pone sus cimientos, inspira y bendice sus trabajos: \u201cManifestamos que en la gesti\u00f3n de nuestro pontificado tenemos un solo prop\u00f3sito, instaurarlo todo en Cristo\u201d (E Supremi Apostolatus, 4). Nac\u00eda all\u00ed la simb\u00f3lica frase que expresaba su anhelo m\u00e1s profundo. <\/span><\/p>\n Ya, posteriormente a la instituci\u00f3n de la solemnidad en la Enc\u00edclica Quas Primas, por el Papa P\u00edo XI (11-12-1925), continuaron los pont\u00edfices resaltando la fundamental importancia de que Jes\u00fas Nuestro Se\u00f1or, sea reconocido como rey del Universo.<\/span><\/p>\n Desde los cimientos<\/span><\/b><\/p>\n Era la propuesta del Papa P\u00edo XII (1939-1958) al decir: \u201cEs todo un mundo que necesita ser rehecho desde los cimientos, que necesita ser transformado de selv\u00e1tico en humano, de humano en divino, es decir seg\u00fan el coraz\u00f3n de Dios\u201d (10-2-1952). <\/span><\/p>\n Era el \u201cextender a los dem\u00e1s los frutos de la redenci\u00f3n cristiana y propagarlos por todas partes\u201d para que, \u201ccomo levadura evang\u00e9lica, penetre en las venas de la sociedad civil en que vivimos y trabajamos\u201d en la Mater et Magistra (259) de San Juan XXIII (1958-1963).<\/span><\/p>\n La Iglesia -nos dec\u00eda el Concilio Vaticano II en la Gaudium et Spes (45)-: \u201cs\u00f3lo pretende una cosa: el advenimiento del reino de Dios y la salvaci\u00f3n de toda la humanidad\u201d, pues todos caminamos como peregrinos, \u201ccon su amoroso designio: restaurar en Cristo todo lo que hay en el cielo y en la tierra\u201d.<\/span><\/p>\n Era llevar la Buena Nueva a todos los ambientes – afirmaba San Pablo VI (1963-1978) – en que se ejerce una influencia para \u201ctransformar desde dentro, renovar a la misma humanidad\u201d (Evangelii nuntiandi, 18).<\/span><\/p>\n Era el profundo deseo de San Juan Pablo II (1978-2005) realzando la permanente validez del mandato misionero de Nuestro Se\u00f1or Jesucristo: nadie puede sustraerse al deber supremo de \u201canunciar a Cristo a todos los pueblos\u201d (Redemptioris Missio, 3). <\/span><\/p>\n Para Benedicto XVI (2005-2013), el \u201cobjetivo de la misi\u00f3n de la Iglesia es en efecto iluminar con la luz del Evangelio a todos los pueblos en su camino hist\u00f3rico hacia Dios, para que en \u00c9l tengan su realizaci\u00f3n plena y su cumplimiento\u201d (29-6-2009).<\/span><\/p>\n Todas estas declaraciones nos muestran la \u00edntima relaci\u00f3n entre el orden espiritual y el orden temporal. Nos llevan a reconsiderar nuestro accionar personal (en su testimonio) y religioso (en su accionar apost\u00f3lico) a todo momento, y en todo lugar. Es as\u00ed que podremos decir que, no solo los religiosos sino los hombres y mujeres en general, se hacen part\u00edcipes de la obra redentora de Cristo Nuestro Se\u00f1or, en todos los campos. Es como introduce el tema el Decreto del Concilio Vaticano II Apostolicam actuositatem (5), sobre el apostolado de los laicos, al decir que: \u201cLa obra redentora de Cristo, aunque de suyo se refiere a la salvaci\u00f3n de los hombres, se propone tambi\u00e9n la restauraci\u00f3n de todo el orden temporal\u201d. <\/span><\/p>\n Esto nos muestra c\u00f3mo el orden espiritual y el temporal, tan distintos, deben estar \u201cintimamente relacionados en el \u00fanico prop\u00f3sito de Dios, que lo que Dios quiere es hacer de todo el mundo una nueva creaci\u00f3n en Cristo\u201d(\u00cddem, 5). Lo \u201ctemporal\u201d, el mundo, la vida de los hombres. Lo \u201cespiritual\u201d, lo eclesial, la Santa Iglesia. Temporal y espiritual tienen que vivir arm\u00f3nicamente. Recordemos el consejo de Nuestro Se\u00f1or: \u201cVosotros buscad su reino, y lo dem\u00e1s se os dar\u00e1 por a\u00f1adidura\u201d (Lc 12, 31). <\/span><\/p>\n As\u00ed ocurrir\u00e1, seg\u00fan alentadoras palabras de P\u00edo XI sobre la solemnidad de Cristo Rey, que: \u201csi los hombres, p\u00fablica y privadamente, reconocen la regia potestad de Cristo, necesariamente vendr\u00e1n a toda la sociedad civil incre\u00edbles beneficios, como justa libertad, tranquilidad y disciplina, paz y concordia\u201d (Quas Primas, 17). Y citando a Le\u00f3n XIII conclu\u00eda: \u201cvolver\u00e1n los bienes de la paz, caer\u00e1n de las manos las espadas y las armas, cuando todos acepten de buena voluntad el imperio de Cristo, cuando le obedezcan, cuando toda lengua proclame que Nuestro Se\u00f1or Jesucristo est\u00e1 en la gloria de Dios Padre (Annum Sacrum, 33)\u201d.<\/span><\/p>\n (Publicado originalmente La Prensa Gr\u00e1fica de El Salvador, 24-11-2024)<\/span><\/p>\n Por el P. Fernando Gioia, EP<\/span><\/p>\n www.reflexionando.org<\/span><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\u201cEs todo un mundo que necesita ser rehecho desde los cimientos, que necesita ser transformado de selv\u00e1tico en humano de humano en Divino, es decir, seg\u00fan el coraz\u00f3n de Dios\u201d. 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