Gran evangelizadora en los EE.UU., un d\u00eda viaja, por mandato de Le\u00f3n XIII y pedido del Arzobispo hasta la lejana Nueva York, pero cuando llega, no estaba lo que se le hab\u00eda prometido.<\/i><\/p>\n
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Redacci\u00f3n (22\/12\/20234 <\/b><\/span>Gaudium Press<\/b><\/span><\/a><\/u>)<\/b><\/span> La Santa de hoy, Santa Francisca Javier Cabrini, nace cerca de Pav\u00eda, Italia, en 1850, de acomodados agricultores, bmuy cat\u00f3licos. Era la \u00faltima de 13 hijos.<\/span><\/p>\n Creci\u00f3 bajo la influencia de una hermana mayor que era maestra de escuela y que le inculc\u00f3 la disciplina.<\/span><\/p>\n En su familia se le\u00eda la Revista de las Misiones, y por ello concibi\u00f3 un gran deseo de ser misionera.<\/span><\/p>\n A los 18 a\u00f1os se grad\u00faa de profesora. Quiere entrar a una comunidad religiosa, pero por su fr\u00e1gil salud no la admiten; lo mismo ocurre con otra. Se va entonces de maestra a una escuela dirigida por el P. Serrati.<\/span><\/p>\n La recomiendan para dirigir un orfanato que caminaba mal. En esas labores el Obispo le dice que funde una comunidad de religiosas para que le ayuden en el apostolado: \u201cMe dice que su gran deseo ha sido siempre ser misionera. Pues le aconsejo que funde una comunidad de misioneras\u201d, le dice el prelado.<\/span><\/p>\n Y as\u00ed lo hace: en 1877 funda la Comunidad de Misioneras del Sagrado Coraz\u00f3n.<\/span><\/p>\n Tiene que ir dos veces a Roma con esa intenci\u00f3n, pero en la segunda incluso consigue autorizaci\u00f3n para fundar en la Ciudad Eterna una escuela y un orfanato.<\/span><\/p>\n Por esos tiempos eran muchos los italianos que iban a Nueva York a buscar mejor fortuna y el Arzobispo de esa ciudad le pide que env\u00ede all\u00e1 religiosas que lo ayuden en la ense\u00f1anza de la religi\u00f3n a los migrantes. Consulta con el Papa, pues ella estaba deseando enviar misioneras a China, y Le\u00f3n XIII le dice: \u201cOccidente\u201d.<\/span><\/p>\n Es entonces que la propia fundadora junto a otras se dirige a Am\u00e9rica.<\/span><\/p>\n Pero cuando llega a Nueva York, la casa que les hab\u00edan prometido conseguir no existe, y tienen que pasar la noche en un hotelucho de mala muerte. Al d\u00eda siguiente, el Arzobispo les dice que las condiciones est\u00e1n muy dif\u00edciles y que lo mejor ser\u00eda que se regresaran.<\/span><\/p>\n L<\/span>a Madre Cabrini no ceja \u2013 A los seis meses ya ten\u00edan casa<\/span><\/b><\/p>\n Pero la Madre Cabrini <\/span>se apoya en las palabras del Papa, siente el influjo de la gracia y <\/span>afirma su pie en la gran metr\u00f3poli, Nueva York. A los pocos meses ya ten\u00edan casa. Al a\u00f1o regresa a Italia, con las primeras dos novicias americanas de su comunidad, pero luego vuelve a EE.UU. con otras hermanas, con quienes funda un orfanato en el mismo r\u00edo Hudson.<\/span><\/p>\n La comunidad se sigue extendiendo a varios pa\u00edses. Es por los propios esfuerzos de la Madre Cabrini que se funda casa en Nueva Orleans y Nicaragua.<\/span><\/p>\n La hac\u00eda sufrir mucho que cat\u00f3licos se pasasen a sectas protestantes, buscando mejor situaci\u00f3n econ\u00f3mica. Dec\u00eda que as\u00ed terminaban volvi\u00e9ndose paganos. Y por ello luchaba por su evangelizaci\u00f3n.<\/span><\/p>\n En su vida religiosa era muy disciplinada, como aprendi\u00f3 con <\/span>su<\/span> hermana mayor, <\/span>la<\/span> profesora. Pero al mismo tiempo que exig\u00eda el cumplimiento de los reglamentos, ense\u00f1aba que todo el mundo deb\u00eda ser tratado con caridad, y amabilidad. \u201cNo olvidemos que seguimos al Buen Pastor, Nuestro Se\u00f1or Jesucristo, que es manso y humilde de coraz\u00f3n. Jam\u00e1s echemos una cucharada de amargura en la vida de los dem\u00e1s. No seamos duras ni bruscas con nadie. Que los que nos traten se vayan siempre contentos de haber sido tratados muy amablemente por nosotras\u201d.<\/span><\/p>\n En 1892, cuarto aniversario del descubrimiento de Am\u00e9rica, funda el Hospital Col\u00f3n <\/span>en Nueva York.<\/span> Durante doce a\u00f1os viaja por diversos pa\u00edses fundando casas de su congregaci\u00f3n.<\/span><\/p>\n Los \u00faltimos a\u00f1os de su vida se sent\u00eda muy agotada. Muere relativamente joven, de 67 a\u00f1os, el 22 de diciembre de 1917. Fue la primera ciudadana norteamericana en ser declarada santa.<\/span><\/p>\n Con informaci\u00f3n de EWTN<\/span><\/p>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Gran evangelizadora en los EE.UU., un d\u00eda viaja, por mandato de Le\u00f3n XIII y pedido del Arzobispo hasta la lejana Nueva York, pero cuando llega, no estaba lo que se le hab\u00eda prometido. 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