{"id":180856,"date":"2024-12-24T15:20:53","date_gmt":"2024-12-24T20:20:53","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=180856"},"modified":"2024-12-24T15:20:53","modified_gmt":"2024-12-24T20:20:53","slug":"en-una-noche-mistica-nace-el-salvador-de-la-humanidad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/en-una-noche-mistica-nace-el-salvador-de-la-humanidad\/","title":{"rendered":"En una noche m\u00edstica, nace el Salvador de la humanidad"},"content":{"rendered":"

\u00bfC\u00f3mo habr\u00e1 sido el ambiente sobrenatural que envolvi\u00f3 el acontecimiento m\u00e1s importante de la Historia? <\/em><\/p>\n

\"\"<\/p>\n

Redacci\u00f3n (<\/strong>24\/12\/2024 15:07<\/strong>, <\/strong>Gaudium Press<\/strong><\/a>)<\/strong> Con relaci\u00f3n al nacimiento de Jes\u00fas podemos decir que la escena m\u00e1s hermosa que podamos imaginar siempre ser\u00e1 inferior a lo que de hecho ocurri\u00f3, porque nuestra mente jam\u00e1s alcanzar\u00e1 la plenitud infinita de la inteligencia divina que lo plane\u00f3 todo de la forma m\u00e1s perfecta.<\/strong> Ser\u00eda una blasfemia pensar que Dios Padre, habiendo proyectado desde toda la eternidad la venida de su Hijo al mundo, hubiera sido descuidado.<\/p>\n

Cabe aqu\u00ed otra pregunta: \u00bfPor qu\u00e9 eligi\u00f3 entonces una gruta? Dios quiso dejar muy claro, para beneficio de la humanidad y gloria de su Unig\u00e9nito, el contraste entre los aspectos humanos y los divinos de la Navidad,<\/strong> con la finalidad de evitar que prest\u00e1semos m\u00e1s atenci\u00f3n en aquellos que en \u00e9stos. Nuestra naturaleza se volvi\u00f3 tan ruda despu\u00e9s del pecado original que si el Ni\u00f1o Jes\u00fas hubiera nacido en un palacio suntuoso mucha gente se detendr\u00eda a admirar el edificio, relegando al Salvador a un segundo plano. La gruta, el buey y la mula, e incluso la ausencia de testigos, aparte de Mar\u00eda y Jos\u00e9, fueron elementos providenciales para hacer brillar de modo especial la divinidad de Cristo.<\/p>\n

Mar\u00eda y Jos\u00e9 en la expectativa de la llegada del Ni\u00f1o Dios<\/em><\/strong><\/p>\n

Como no existe una descripci\u00f3n m\u00e1s detallada de la escena, nos es permitido componerla sirvi\u00e9ndonos de nuestra imaginaci\u00f3n. Meditemos sobre San\u00a0Jos\u00e9, un var\u00f3n asistido por gracias especial\u00edsimas, inherentes a su elevada misi\u00f3n y, tal vez, tambi\u00e9n por el discernimiento de los esp\u00edritus. En cierto momento percibe que Mar\u00eda est\u00e1 entrando en contemplaci\u00f3n y que, poco a poco, se va desprendiendo de la sensibilidad terrena. En este extraordinario recogimiento, se abstrae de todas las cosas de su alrededor: lo mismo pod\u00eda ser una gruta como un palacio, una cuna de oro o un pesebre. Lo importante era, eso s\u00ed, la divinidad del Ni\u00f1o que estaba en su seno pur\u00edsimo y en contacto con Ella, dici\u00e9ndole, casi lament\u00e1ndose, que en breve abandonar\u00eda tan amado tabern\u00e1culo para reposar en sus brazos virginales. Claro est\u00e1, \u00c9l nunca cesar\u00e1 despu\u00e9s de favorecerla y de tener un alt\u00edsimo relacionamiento con Ella.<\/p>\n

As\u00ed, envuelta cada vez m\u00e1s en el misterio de la Encarnaci\u00f3n y nacimiento del Verbo Eterno \u2014uno de los principales misterios de nuestra fe\u2014, la Sant\u00edsima Virgen est\u00e1 ansiosa por ver la fisionom\u00eda de Dios hecho hombre,<\/strong> e iba a ser la \u00fanica criatura sobre la faz de la tierra que podr\u00e1 llamarlo Hijo y, al mismo tiempo, adorarlo con todas las fuerzas de su alma. Tambi\u00e9n es la \u00fanica Madre que puede hacer esto con relaci\u00f3n a su propio Hijo sin caer en la idolatr\u00eda, y hasta, por el contrario, como acto de perfecci\u00f3n. Dice San\u00a0Lorenzo de Brindis, que \u00abDios exalt\u00f3 a Mar\u00eda no s\u00f3lo por encima de todas las criaturas terrenas y celestes, sobre los \u00e1ngeles y los hombres; sino que, incluso si \u00c9l hubiese de crear un n\u00famero indefinido de otros esp\u00edritus sublimes, superiores incluso a los querubines y serafines, en esta misma hip\u00f3tesis, Mar\u00eda Virgen, por el hecho de ser Esposa de Dios y Madre de Cristo, todav\u00eda continuar\u00eda siendo superior con mucho a todos ellos\u00bb.<\/a>7<\/sup><\/a> En vista de esto, la adoraci\u00f3n tributada por la Virgen al Ni\u00f1o Jes\u00fas en el primer instante en que su mirada pos\u00f3 sobre \u00c9l, fue mayor que la suma de todos los actos de adoraci\u00f3n prestados por el conjunto de los \u00e1ngeles y de los bienaventurados y por los hombres en el curso de la Historia, hasta el final de los tiempos.<\/strong><\/p>\n

Cabe conjeturar que todo eso habr\u00eda creado un clima tan elevado dentro de la gruta, que las l\u00e1mparas materiales dispuestas para iluminar el ambiente se habr\u00edan vuelto in\u00fatiles\u2026 De la Virgen Sant\u00edsima deb\u00eda emanar una luz indescriptible.<\/p>\n

San Jos\u00e9 contempla, lleno de j\u00fabilo, aquella luz que, tenue al principio, aumentaba de intensidad. Entiende perfectamente, en virtud de su incomparable fe, que el Creador del sol y de las estrellas no pod\u00eda nacer en las tinieblas.<\/strong> Cristo es la Luz que viene al mundo, y aun en el claustro materno de Mar\u00eda, ilumina la gruta como si all\u00ed brillase el sol del mediod\u00eda. Por cierto, tal vez sea \u00e9sa una de las razones por las que la gruta fue un elemento indispensable\u2026 para contener algo de ese fulgor, porque de lo contrario causar\u00eda asombro en todo el orbe. Y San Jos\u00e9 se queda tan encantado y entusiasmado, tan arrebatado por gracias eficaces, que, a semejanza de su esposa sant\u00edsima, ya no se preocupa con las circunstancias precarias que lo circundan.<\/p>\n

Y si los \u00e1ngeles cantaron a los pastores, \u00bfpor qu\u00e9 no lo har\u00edan tambi\u00e9n con San Jos\u00e9 cuando naci\u00f3 el Ni\u00f1o Jes\u00fas?<\/strong> \u00a1Es evidente que as\u00ed habr\u00eda sido! Y si Jes\u00fas le prometi\u00f3 a Natanael: \u00abVer\u00e9is el Cielo abierto y a los \u00e1ngeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre\u00bb (Jn 1, 51), \u00bfpor qu\u00e9 San Jos\u00e9 no habr\u00eda de ver los coros ang\u00e9licos uniendo la gruta con el Cielo?<\/p>\n

Podr\u00edamos extendernos a trav\u00e9s de infinitas p\u00e1ginas elaborando consideraciones sobre la vigilia de aquella primera Navidad, cuando Mar\u00eda Sant\u00edsima y San\u00a0Jos\u00e9 se preparaban para acoger al Ni\u00f1o Dios. Para concluir nuestra meditaci\u00f3n, reflexionemos en los efectos producidos por ese acontecimiento inigualable.<\/p>\n

\u00c9l nos trajo la salvaci\u00f3n<\/strong><\/p>\n

Muy significativo es el pensamiento que nos sugiere el Ap\u00f3stol en la Ep\u00edstola a Tito (Tit\u00a02,\u00a011-14): \u00abPues se ha manifestado la gracia de Dios, que trae la salvaci\u00f3n para todos los hombres\u00bb (2,\u00a011). Si, por un lado, es dif\u00edcil que nos hagamos una idea acertada de la situaci\u00f3n de la humanidad antes de la Encarnaci\u00f3n del Verbo, por otro, basta tener la experiencia de la acci\u00f3n de la gracia para concebir que, por el simple hecho de nacer, Cristo otorg\u00f3 al mundo un beneficio incalculable<\/strong>. Al analizar la Historia comprobamos cu\u00e1n eficaz es la influencia de un santo en la sociedad. Ahora bien, qu\u00e9 habr\u00e1 significado el nacimiento del Santo con \u00abS\u00bb may\u00fascula, Santo por esencia, Dios, Creador y Redentor nuestro.<\/strong> Si Jes\u00fas ofreciese al Padre una sonrisa, un movimiento del brazo, un pesta\u00f1ear o un acto de voluntad en reparaci\u00f3n de nuestros pecados, ser\u00eda suficiente para operar la Redenci\u00f3n. Por eso, la llegada del Salvador, en s\u00ed, rasg\u00f3 la obra de Satan\u00e1s<\/strong>, que dominaba la Antig\u00fcedad, y reprimi\u00f3 la proyecci\u00f3n que el mal ten\u00eda sobre la tierra hasta ese momento, como bien observa San\u00a0Andr\u00e9s de Creta: \u00abEl que, por su naturaleza, es misericordioso determin\u00f3 justamente que su Hijo unig\u00e9nito se manifestara con nuestra propia naturaleza, para condenar a nuestro adversario\u00bb.<\/p>\n

Jes\u00fas nos fortalece para que cambiemos de vida<\/em><\/strong><\/p>\n

\"\"<\/p>\n

San\u00a0Pablo subraya el papel de la gracia que Jes\u00fas ha tra\u00eddo: \u00abense\u00f1\u00e1ndonos a que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, llevemos ya desde ahora una vida sobria, justa y piadosa, aguardando la dicha que esperamos y la manifestaci\u00f3n de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo\u00bb (Tit\u00a02,\u00a012-13). En el original griego, el verbo ense\u00f1ar posee una connotaci\u00f3n que va m\u00e1s all\u00e1 del concepto de la mera transmisi\u00f3n de una doctrina, e incluye tambi\u00e9n la noci\u00f3n de dar fuerza, de infundir la capacidad de practicar lo que se aprendi\u00f3, a la manera del \u00e1guila cuando entrena a sus cr\u00edas para el vuelo. La ense\u00f1anza que da la gracia penetra con vigor en lo m\u00e1s profundo del alma y, al hacernos amar lo que entendemos, nos vuelve aptos para practicarlo. Por lo tanto, nuestra inteligencia no puede abarcar esa mudanza que Jes\u00fas introdujo en la faz de la tierra.<\/strong> Necesitar\u00edamos ojos divinos para contemplar todo el proceso hist\u00f3rico despu\u00e9s del pecado original, desde Ad\u00e1n y Eva hasta el nacimiento del Redentor, y, a partir de aqu\u00ed, la irradiaci\u00f3n de la gracia, ense\u00f1ando e infundiendo fortaleza a las personas para cambiar de mentalidad. No es diferente lo que el Ap\u00f3stol resalta: \u00abEl cual se entreg\u00f3 por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y purificar para s\u00ed un pueblo de su propiedad, dedicado enteramente a las buenas obras\u00bb (Tit\u00a02,\u00a014).<\/p>\n

La victoria comprada por el Ni\u00f1o Jes\u00fas al nacer en Bel\u00e9n<\/em><\/strong><\/p>\n

En este siglo XXI, en donde el mal se muestra con ostentaci\u00f3n en la c\u00faspide del mundo y prolifera con un dinamismo y delirio avasallador, Jes\u00fas contin\u00faa realizando su misi\u00f3n,<\/strong> pues a su obra no se le aplican las leyes de la bot\u00e1nica, en las que, plantada la semilla, el vegetal crece, da frutos y, completado su desarrollo, comienza a mustiarse. En el \u00e1rbol divino plantado por el Salvador, o sea, la Iglesia, siempre brotar\u00e1n nuevas maravillas, y cada vez m\u00e1s potentes.<\/strong> La terrible decadencia que hoy constatamos en la humanidad es para nosotros un signo de que habr\u00e1 en nuestros d\u00edas una gran manifestaci\u00f3n del poder de Dios, sin precedentes en la Historia. La Redenci\u00f3n obrada en el Calvario producir\u00e1 ahora frutos m\u00e1s excelentes y numerosos que en la \u00e9poca en que fue consumada.<\/strong><\/p>\n

\u00c9sta es la impostaci\u00f3n de alma con la que debemos considerar la Navidad: mucha esperanza<\/strong> \u2014y, por qu\u00e9 no decirlo, \u00a1certeza!\u2014 de que el Ni\u00f1o Jes\u00fas quiere concedernos a cada uno de nosotros la fuerza para abrazar el bien. Por consiguiente, no nos preocupemos con nuestra flaqueza, porque cuanto mayor sea, mayor ser\u00e1 su acci\u00f3n sobre nosotros.<\/strong> Somos un campo donde Jesucristo va a demostrar su poder. Cuando observamos al Divino Infante representado en los belenes, vemos por un lado la debilidad de la naturaleza humana y, por otro, su omnipotencia. Lo mismo nosotros: somos un recept\u00e1culo del poder de Dios que se manifiesta, sobre todo, en nuestra miseria y en nuestro nada. Llen\u00e9monos, entonces, de j\u00fabilo y confiemos en la voz del \u00e1ngel que proclama: \u00abOs anuncio una buena noticia\u00bb.<\/strong><\/p>\n

(Texto extra\u00eddo, con adaptaciones, de Revista Heraldos del Evangelio n. 240<\/a>, diciembre de 2021. Por Mons. Jo\u00e3o Scognamiglio Cl\u00e1 Dias, EP.)<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\u00bfC\u00f3mo habr\u00e1 sido el ambiente sobrenatural que envolvi\u00f3 el acontecimiento m\u00e1s importante de la Historia? Redacci\u00f3n (24\/12\/2024 15:07, Gaudium Press) Con relaci\u00f3n al nacimiento de Jes\u00fas podemos decir que la escena m\u00e1s hermosa que podamos imaginar siempre ser\u00e1 inferior a lo que de hecho ocurri\u00f3, porque nuestra mente jam\u00e1s alcanzar\u00e1 la plenitud infinita de la… Ver art\u00edculo<\/a>","protected":false},"author":8,"featured_media":180857,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_acf_changed":false,"footnotes":""},"categories":[6],"tags":[10292,1700,2185],"class_list":["post-180856","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-espiritualidad","tag-nacimiento-de-jesus","tag-natividad","tag-navidad"],"acf":[],"featured_image_src":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2024\/12\/Sao-Jose-se-prostra-ante-o-Menino-Jesus-1-700x438-1.webp","newsletter_img":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2024\/12\/Sao-Jose-se-prostra-ante-o-Menino-Jesus-1-700x438-1-aspect-ratio-570-300.webp","newsletter_date":"20241224","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/180856","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/8"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=180856"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/180856\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":180862,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/180856\/revisions\/180862"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/180857"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=180856"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=180856"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=180856"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}