{"id":183771,"date":"2025-02-28T09:53:35","date_gmt":"2025-02-28T14:53:35","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=183771"},"modified":"2025-02-28T09:53:35","modified_gmt":"2025-02-28T14:53:35","slug":"los-beneficios-de-la-comunion-sacramental","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/los-beneficios-de-la-comunion-sacramental\/","title":{"rendered":"Los beneficios de la Comuni\u00f3n Sacramental"},"content":{"rendered":"

\u201cLos provechos que la Comuni\u00f3n trae para el alma son varios e inmensos. Tratemos de los principales\u201d. <\/em><\/p>\n

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Redacci\u00f3n (<\/strong>28\/02\/2025 09:41<\/strong>, <\/strong>Gaudium Press<\/strong><\/a>)<\/strong> Los provechos que la Comuni\u00f3n trae para el alma son varios e inmensos. Tratemos de los principales. Sabemos que al recibirla se robustece la vida espiritual, porque Dios, al tomar pose de una persona que comulga la \u201cdeifica\u201d. Adem\u00e1s de alimento que nutre, la Comuni\u00f3n es medicina que cura, perdonando las faltas veniales y algunas veces inclusive hasta las mortales.<\/p>\n

Pero\u2026 \u00bfc\u00f3mo es eso de que \u201cperdona algunas veces las mortales\u201d? \u00bfAcaso no se debe comulgar en gracia de Dios, es decir, sin estar en pecado mortal?<\/p>\n

Sobre este particular, Santo Tom\u00e1s de Aquino, esplendor de la ciencia teol\u00f3gica, escribe: \u201c(\u2026) este sacramento no produce la remisi\u00f3n del pecado en quien le recibe con conciencia de pecado mortal\u201d. La afirmaci\u00f3n es precisa e inequ\u00edvoca, es la ense\u00f1anza de la Iglesia de todos los tiempos. Pero inmediatamente agrega: \u201cPuede, sin embargo, este sacramento producir la remisi\u00f3n del pecado de dos maneras. Una, no recibi\u00e9ndolo en acto, sino con el deseo, (\u2026). Otra, recibi\u00e9ndolo en pecado mortal, pero sin conciencia ni afecto a este pecado. Puede darse, en efecto, que en principio uno no est\u00e9 suficientemente contrito, pero que, acerc\u00e1ndose devota y reverentemente a este sacramento, consiga de \u00e9l la gracia de la caridad, que perfeccionar\u00e1 su contrici\u00f3n y le otorgar\u00e1 la remisi\u00f3n del pecado\u201d. (Suma Teol\u00f3gica, Parte III, cuesti\u00f3n 79, art\u00edculo 3). \u201cPuede darse\u201d, dice, suponiendo tratarse de una raridad.<\/p>\n

Por su parte, sobre esta delicada materia, el P. Tom\u00e1s Bagues OP, explica: \u201cIndudablemente el sacramento de la Eucarist\u00eda tiene eficacia para perdonar los pecados mortales porque contiene a Jesucristo en persona; pero atendido en que est\u00e1 en forma de alimento espiritual, y para poder alimentarse es preciso vivir, no puede experimentar sus efectos reparadores el que est\u00e1 muerto por el pecado. Sin embargo de ello, cuando alguno lo recibe crey\u00e9ndose de buena fe en gracia de Dios, aunque as\u00ed no sea, la buena fe lo salva, y el sacramento borrar\u00e1 las culpas no perdonadas (LXXIX, 3)\u201d (\u201cCatecismo de la Suma Teol\u00f3gica\u201d, Ed. Difusi\u00f3n, Buenos Aires, a\u00f1o 1945). \u00a1Qu\u00e9 importante es considerar una verdad dentro de la riqueza de matices que suele comportar!<\/p>\n

Sabemos igualmente que la Eucarist\u00eda nos preserva de cometer nuevos pecados, nos hace dichosos, nos infunde gracias y dones divinos, nos prepara para la muerte y es prenda de resurrecci\u00f3n y de vida eterna.<\/p>\n

M\u00e1s hay otro beneficio del que poco se habla y que es de grand\u00edsima utilidad para la vida en sociedad: es que la Comuni\u00f3n nos une con el pr\u00f3jimo.<\/p>\n

\"\"<\/p>\n

De este beneficio espec\u00edfico trat\u00f3 el c\u00e9lebre jesuita flamenco Cornelio a L\u00e1pide; reproducimos y comentamos sus aportes, aunque sin el cuidado de poner entre comillas lo que es redacci\u00f3n de su autor\u00eda. En todo caso, la transcripci\u00f3n que sigue respeta su ense\u00f1anza que es patrimonio com\u00fan de nuestra Iglesia:<\/p>\n

Eucarist\u00eda, lazo de comuni\u00f3n entre todos<\/strong><\/p>\n

La Eucarist\u00eda se llama comuni\u00f3n o uni\u00f3n com\u00fan por cuatro razones: La primera es que la Eucarist\u00eda es un alimento com\u00fan a todos los fieles. La segunda es que recibimos el mismo manjar: el cuerpo de Cristo, con lo que todos constituimos un solo cuerpo. San Pablo nos da la tercera raz\u00f3n: \u201cEl c\u00e1liz de la bendici\u00f3n que bendecimos, \u00bfno es comuni\u00f3n de la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, \u00bfno es comuni\u00f3n del cuerpo de Cristo? Porque el pan es uno, nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo, pues todos comemos del mismo pan\u201d (1Cor, 10, 16). La cuarta raz\u00f3n es que la Eucarist\u00eda, uni\u00e9ndonos a Jesucristo, comunica a todos y a cada uno, los m\u00e9ritos del mismo Jesucristo.<\/p>\n

As\u00ed or\u00f3 Jes\u00fas en la \u00faltima Cena al Padre: \u201cPadre santo, gu\u00e1rdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros\u201d (Jn. 17, 11). Este deseo de Jesucristo tiene su cumplimiento en la sagrada Mesa.<\/p>\n

La uni\u00f3n de todos los fieles por la sagrada Comuni\u00f3n es tan verdadera y tan perfecta, que los santos Padres la llaman uni\u00f3n f\u00edsica. Se dice que la religi\u00f3n pide mucho de nosotros cuando nos manda que estemos todos estrechamente unidos de coraz\u00f3n y de afecto, de alma y de esp\u00edritu con el pr\u00f3jimo, como en los primeros siglos de la Iglesia. Pero la religi\u00f3n pide y dice m\u00e1s: dice que estamos todos unidos corporalmente por la Sagrada Eucarist\u00eda, y que el cimiento de esta uni\u00f3n es la misma Eucarist\u00eda, la carne de Cristo. Si mi cuerpo est\u00e1 unido al Cuerpo de Cristo con la Comuni\u00f3n, y el Cuerpo de Jesucristo est\u00e1 unido al cuerpo de mis hermanos, mi cuerpo y el de mis hermanos est\u00e1n realmente unidos en este sacramento de amor.<\/p>\n

Unidos tan noble y santamente en cuanto al cuerpo \u00bfhabr\u00edamos de estar separados y divididos en cuanto al coraz\u00f3n? Con el pr\u00f3jimo, con los que Dios pone en nuestro camino, toca tener una relaci\u00f3n atenta y un trato amable, evitado disputas y cualquier enemistad, como sucede \u2013 o deber\u00eda suceder, pues no siempre es el caso\u2026 — entre los hermanos de sangre.<\/p>\n

La Comuni\u00f3n es, dec\u00edamos, lazo de caridad hacia el pr\u00f3jimo. No solo porque recibimos al mismo Dios que nos manda amarnos unos a otros y perdonarnos mutuamente, sino tambi\u00e9n porque recibimos al Dios que ha unido el ejemplo al precepto, que ha amado a todos, y ha perdonado y dado gracia a los m\u00e1s grandes pecadores. En la Cruz pidi\u00f3 a su Padre misericordia para los que de \u00e9l blasfemaban, para los que le mataban.<\/p>\n

Al comulgar durante la Misa se da un espect\u00e1culo singular: una igualdad perfecta; all\u00ed no hay distinci\u00f3n entre inocentes y culpados, ricos y pobres, grandes y peque\u00f1os, fuertes y d\u00e9biles. Todos est\u00e1n al lado unos de otros recibiendo el mismo alimento, recibiendo al mismo Dios. All\u00ed no hay m\u00e1s que una sola familia, la de la Iglesia \u00a1que vive de la Eucarist\u00eda! La instituci\u00f3n familiar est\u00e1 en crisis en la sociedad de hoy. Y entre los cat\u00f3licos, la conciencia de sabernos hijos de Dios y hermanos de todos los bautizados, tambi\u00e9n.<\/p>\n

Hemos tratado de los beneficios de la Eucarist\u00eda en cuanto alimento. Si fu\u00e9semos a considerar los beneficios en cuanto sacrificio, no acabar\u00edamos, son incontables. \u00a1La humanidad y la misma creaci\u00f3n, encuentran en el misterio eucar\u00edstico su sustent\u00e1culo!<\/p>\n

Por el P. Rafael Ibarguren, EP<\/p>\n

(Publicado originalmente en www.opera-eucharistica.org<\/a>)<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\u201cLos provechos que la Comuni\u00f3n trae para el alma son varios e inmensos. Tratemos de los principales\u201d. Redacci\u00f3n (28\/02\/2025 09:41, Gaudium Press) Los provechos que la Comuni\u00f3n trae para el alma son varios e inmensos. Tratemos de los principales. Sabemos que al recibirla se robustece la vida espiritual, porque Dios, al tomar pose de una… Ver art\u00edculo<\/a>","protected":false},"author":8,"featured_media":183772,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_acf_changed":false,"footnotes":""},"categories":[6],"tags":[5966,124,9694,45],"class_list":["post-183771","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-espiritualidad","tag-comulgar","tag-comunion","tag-comunion-sacramental","tag-eucaristia"],"acf":[],"featured_image_src":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2025\/02\/7-12-700x467.jpg","newsletter_img":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2025\/02\/9-9-scaled-aspect-ratio-570-300-scaled.jpg","newsletter_date":"20250228","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/183771","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/8"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=183771"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/183771\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":183781,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/183771\/revisions\/183781"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/183772"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=183771"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=183771"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=183771"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}