{"id":185288,"date":"2025-04-02T10:16:44","date_gmt":"2025-04-02T15:16:44","guid":{"rendered":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/?p=185288"},"modified":"2025-04-02T10:16:44","modified_gmt":"2025-04-02T15:16:44","slug":"estara-mi-nombre-inscrito-en-el-libro-de-la-vida-o-sere-uno-de-los-excluidos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/content\/estara-mi-nombre-inscrito-en-el-libro-de-la-vida-o-sere-uno-de-los-excluidos\/","title":{"rendered":"\u00bfEstar\u00e1 mi nombre inscrito en el Libro de la Vida o ser\u00e9 uno de los excluidos?"},"content":{"rendered":"

Si \u00e9ste es un libro de los \u00abelegidos para la vida\u00bb, \u00bfqu\u00e9 pasa con los que est\u00e1n excluidos de \u00e9l?<\/i><\/span><\/span><\/p>\n

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Apertura del Libro de la Vida \u2013 Manuscrito \u201cApocalipsis flamenco\u201d, Biblioteca Nacional de Francia, Par\u00eds.<\/p><\/div>\n

Redacci\u00f3n (02\/04\/2025, <\/b><\/span>Gaudium Press<\/b><\/u><\/span><\/span><\/a>)<\/b><\/span> \u00abEl vencedor ser\u00e1 vestido de blancas vestiduras, no borrar\u00e9 su nombre del Libro de la Vida y confesar\u00e9 su nombre delante de mi Padre y delante de sus \u00e1ngeles\u00bb (Ap 3, 5). Cuando leemos este pasaje del Apocalipsis, casi inevitablemente pensamos: \u00abSea lo que sea ese libro, espero que mi nombre est\u00e9 all\u00ed\u2026\u00bb.<\/span><\/p>\n

A fin de cuentas, \u00bfqu\u00e9 es exactamente ese Libro de la Vida? \u00bfUn registro de pasaportes del \u00abconsulado celestial\u00bb? \u00bfLa lista de invitados para la vida eterna? \u00bfO, qui\u00e9n sabe, la simple \u2014o no tan simple\u2026\u2014 acta biogr\u00e1fica de la humanidad? Santo Tom\u00e1s nos lo explica.<\/span><\/p>\n

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento emplean metaf\u00f3ricamente la expresi\u00f3n Libro de la Vida. De hecho, es algo parecido a una lista de invitados o un alistamiento militar, pues, \u00ablos hombres acostumbran a escribir en un libro a los elegidos para algo, como soldados o consejeros\u00bb (Suma Teol\u00f3gica. I, q. 24, a. 1). Y as\u00ed como los convidados a un banquete est\u00e1n, por as\u00ed decirlo, predestinados a \u00e9l, los predestinados a la vida, es decir, a la salvaci\u00f3n eterna, tienen sus nombres inscritos en este volumen.<\/span><\/p>\n

Sin embargo, esto no quiere decir que se trate de un libro f\u00edsico, sino de una referencia figurativa al conocimiento de Dios mismo, en el que \u00abfirmemente se retiene que algunos est\u00e1n predestinados para la vida eterna\u00bb (a. 1).<\/span><\/p>\n

Adem\u00e1s de ser la \u00abinscripci\u00f3n de los que han sido elegidos para la vida\u00bb, ese libro puede significar tambi\u00e9n la \u00abinscripci\u00f3n de lo que conduce a la vida\u00bb (a. 1, ad 1), bien se trate de lo que debe ser hecho, que se encuentra registrado en la Sagrada Escritura, bien de las acciones ya realizadas en la tierra, que Dios un d\u00eda traer\u00e1 a la memoria de los hombres.<\/span><\/p>\n

Volviendo al primer significado enunciado, nos preguntamos: si \u00e9ste es un libro de los \u00abelegidos\u00bb, \u00bfqu\u00e9 pasa con aquellos que est\u00e1n excluidos de \u00e9l?<\/span><\/p>\n

Dios no condena a nadie de antemano. Todos est\u00e1n predestinados a la gloria, pero no todos la alcanzan, debido exclusivamente a su propia conducta. El Alt\u00edsimo tiene presciencia de todas las cosas: conoce todos los destinos y todas las elecciones; pero eso no significa que condicione por la fuerza las voluntades. Al emplear un lenguaje humano y cronol\u00f3gico, la Sagrada Escritura afirma que algunos son \u00abborrados del libro de los vivos\u00bb (Sal 68, 29), mientras que, en otros lugares, los \u00abborrados\u00bb parecen no haber sido escritos desde el principio, por la presciencia de Dios. En resumen, quien se excluye del n\u00famero de los elegidos es el propio hombre, y \u00fanicamente \u00e9l.<\/span><\/p>\n

A estas alturas, el lector seguramente ya se estar\u00e1 preguntando: \u00ab\u00bfConstar\u00e1 mi nombre en ese libro?\u00bb. El hecho de que exista un Libro de la Vida no debe angustiarnos. Al contrario, debe servirnos de est\u00edmulo para alcanzar la salvaci\u00f3n eterna. En efecto, as\u00ed como alguien puede ser borrado del Libro de la Vida, tambi\u00e9n puede ser inscrito de nuevo en \u00e9l, siempre que empiece, \u00abpor la gracia, a estar ordenado a la vida eterna\u00bb (a. 3, ad 3).<\/span><\/p>\n

Existe tambi\u00e9n una manera de inscribir nuestro nombre en esa acta de salvaci\u00f3n. Se trata de un secreto revelado por San Luis Grignion de Montfort, quien refiere al Doctor Ang\u00e9lico para corroborar dicha afirmaci\u00f3n: \u00abEs un signo infalible de predestinaci\u00f3n el serle entera y verdaderamente entregado o devoto [de la Sant\u00edsima Virgen]\u00bb.1 Quien profesa devoci\u00f3n a Nuestra Se\u00f1ora tiene su nombre escrito en el Libro de la Vida con letras de oro y, aunque una mano justiciera amenazara con borrarlo de ah\u00ed, el brazo luminoso de aquella que es la omnipotencia suplicante lo impedir\u00eda prontamente. S\u00f3lo debemos aceptar su maternal misericordia y no dejar de rezar: \u00abSanta Mar\u00eda, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Am\u00e9n\u00bb. \u25ca<\/span><\/p>\n

___<\/span><\/p>\n

1 San Luis Mar\u00eda Grignion de Montfort. \u00abTrait\u00e9 de la vraie d\u00e9votion \u00e0 la Sainte Vierge\u00bb, n.\u00ba 40. In: \u0152uvres Compl\u00e8tes. Paris: Du Seuil, 1966, p. 509.<\/span><\/p>\n

(Texto extra\u00eddo de la Revista Heraldos del Evangelio. 279, marzo 2025).<\/span><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Si \u00e9ste es un libro de los \u00abelegidos para la vida\u00bb, \u00bfqu\u00e9 pasa con los que est\u00e1n excluidos de \u00e9l? Redacci\u00f3n (02\/04\/2025, Gaudium Press) \u00abEl vencedor ser\u00e1 vestido de blancas vestiduras, no borrar\u00e9 su nombre del Libro de la Vida y confesar\u00e9 su nombre delante de mi Padre y delante de sus \u00e1ngeles\u00bb (Ap 3,… Ver art\u00edculo<\/a>","protected":false},"author":8,"featured_media":185289,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_acf_changed":false,"footnotes":""},"categories":[5],"tags":[10749,2607,10750],"class_list":["post-185288","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-opinion","tag-libro-de-la-vida","tag-salvacion","tag-salvacion-eterna"],"acf":[],"featured_image_src":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2025\/04\/Livro-da-Vida-696x492-1.webp","newsletter_img":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-content\/uploads\/2025\/04\/Livro-da-Vida-696x492-1-aspect-ratio-570-300.webp","newsletter_date":"20250402","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/185288","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/8"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=185288"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/185288\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":185294,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/185288\/revisions\/185294"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/185289"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=185288"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=185288"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/es.gaudiumpress.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=185288"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}